31 de Octubre 2006

David Berkowitz

"Mis padres estaban constantemente preocupados por mi comportamiento extraño. Sabían que yo vivía en un mundo imaginario y no podían hacer nada contra los demonios que me atormentaban y controlaban mi mente..."
Berkowitz, también conocido como "El Asesino del Calibre 44", no puede presumir de haber tenido una vida sencilla.

El hecho que sus verdaderos padres lo abandonasen siendo éste muy pequeño y su carácter difícil, le inducirían a una adolescencia traumática y doble personalidad. Su comportamiento alternaba momentos de extrema timidez, complejo de inferioridad y fuertes depresiones con arrebatos de ira y violencia desmesurada.

Queriendo mejorar su autoestima y al mismo tiempo vengarse de una sociedad en la que no terminaba de encajar, se compra un revólver. Con sólo veintitrés años, comienza una serie de crímenes que aterrarían durante un año la ciudad de Nueva York, matando a seis personas e hiriendo a otras siete entre 1976 y 1977.

El joven Berkowitz dispara con su calibre 44 indistintamente a cualquier persona que se cruce en su camino, sin importarle sexo o edad.

A medida que pasa el tiempo, va ganando una estremecedora seguridad en sí mismo que lo transforma en un personaje frío y sin escrúpulos, a la vez que negligente a la hora de llevar a cabo sus crímenes. Su afán de protagonismo es tal, que termina por dejar una nota para la policía en el lugar de un crimen, asegurando que mata a sus víctimas por orden de su padre "Sam", y firmando de la siguiente manera: "Soy un monstruo. Soy el hijo de Sam... adoro la caza."

También envía una siniestra carta a un periodista del "New York Daily News", agradeciéndole el interés que mostraba por los crímenes del asesino del calibre 44 y prometiendo a éste que seguiría teniendo noticias suyas, pues "Sam el Terrible", cada vez más sediento de sangre, no dejaría de matar hasta que se saciase por completo.

Un año después, en julio de 1977 un testigo logra identificarlo cuando Berkowitz trataba de huir del escenario de un crimen después de haber disparado contra una pareja de jóvenes, y un mes después es arrestado.

Trata de alegar locura afirmando escuchar la voz de un demonio de 6000 años reencarnado en "Sam", el perro de su vecino, el cual le daba órdenes de matar. Sin éxito. Los psiquiatras lo diagnostican como esquizofrénico paranoide de personalidad antisocial . Berkowitz es juzgado culpable y condenado a cadena perpetua, con una pena de 365 años.

Una vez en la cárcel, reconoce haber formado parte de un culto satánico relacionado con Charles Manson, y asegura que sus crímenes no los cometió solo, sino que habían sido varios los tiradores con un calibre 44..

En unas declaraciones recientes, Berkowitz confesaba cómo había sido su experiencia dentro del mundillo satánico:

"Me fascinaban los temas relacionados con la brujería y el ocultismo. En 1975 conocí a unos tíos que parecían simpáticos. Eran satanistas. Ingenuamente me uní al grupo, y empecé asistiendo a los rituales. Al principio no era más que un simple participante, pero muy pronto me convertí en un verdadero adorador del Diablo. Mi cuerpo y mente le pertenecían...yo me estaba convirtiendo en una máquina de matar..."

La policía neoyorquina venía ya sospechando que detrás de todos esos crímenes se hallase una secta satánica, y que Berkowitz no fuese más que uno de los adeptos de más bajo rango. La coartada perfecta para encubrir a los miembros de más posición.

Aún así, y como en la mayoría de estos casos, las mismas fuerzas de seguridad que se ocuparon del caso, trataron de ocultar todos aquellos datos que relacionaban el crimen con satanismo, siendo revelados al público más tarde gracias a las investigaciones del periodista Maury Terry.

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27 de Octubre 2006

Fritz Haarmann "el vampiro de hannover"

En el London Daily Express del 17 de abril de 1925 apareció esta noticia: CEREBRO DE VAMPIRO. SE ESPECULA ACERCA DE SU CONSERVACION PARA SER ESTUDIADO POR CIENTIFICO.

El jueves 16 de Abril, en Berlín, se anunciaba que el cuerpo de Fritz Haarman - ejecutado la víspera por haber cometido 27 asesinatos, no sería enterrado hasta que lo hubieran examinado en la Universidad de Gotinga.

Debido al Modus Operandi del criminal - a la mayoría de sus víctimas les mordía la garganta hasta la muerte -, el caso despertó enorme interés entre los científicos alemanes, que planeaban estudiar su cerebro para encontrar en él evidencias físicas de su perversidad.

Fritz Haarman recibió el apodo del «Vampiro de Hannover». Nació en 1879, estudió en el Colegio Militar y sirvió al ejército. Poco después de salir del ejército se le acusó de «cometer actos indecentes con niños». Se le llevó a juicio y ahí se determinó que debería internarse en un sanatorio como desequilibrado mental que se le diagnosticó. Una vez fuera del hospital, Haarman tuvo riñas tremendas con su padre, a tal grado que lo arrestaron de nuevo. Cuando obtuvo su libertad, se alistó en una unidad del ejército, en la que sirvió por un tiempo y demostró excelente conducta. Otra vez fuera del ejército, se metió en problemas que tenían que ver con robos y actos de violencia.

La historia de este vampiro era cíclica: Lo arrestaban y salía libre una y otra vez. En 1918 estaba fuera de la cárcel en una Alemania sacudida por la guerra. Puso una taberna de baja categoría, donde vendía carne e información secreta que le aportaba dinero extra. Eso, durante el día. Por las noches se paseaba en las salas de la estación central de Hannover, y siempre recogía a algunos muchachos que en su mayoría eran refugiados o fugitivos de las zonas más castigadas por la guerra. Haarman lograba ganarse su confianza e invitarlos a su casa.

En un principio se le detuvo por mantener relaciones sexuales con un desertor de dieciocho años. Entonces cumplió nueve meses de prisión. Años después durante el juicio que motivaron sus 27 asesinatos, declaró: «Cuando me arrestó la policía, la cabeza del muchacho, llamado Friedel Rothe, estaba escondida bajo un periódico, detrás de mi negocio. Luego la arrojé al canal.»

Fritz Haarman no fue un ejecutor solitario. Con él trabajaba Hans Grans a quien conoció en 1919. Se dice que unos quinientos homosexuales de Hannover - fascinados por la personalidad del Vampiro - aguardaban ansiosos el momento de ejecutar sus órdenes. Por su parte, Haarman y Grans elegían a sus víctimas entre los homosexuales que se reunían en los cafés gay de Hannover: El Café Kröpcke - adonde acudían los muchachos de altos recursos económicos - y el café Zur Schwülen Guste, que se encontraba en el otro extremo de la escala social. El vampiro y su acompañante incondicional abordaban a los jóvenes y la conversación con ellos concluía de manera invariable con una cita en su casa.

Un periodista anónimo del News of the World manifiesta su horror en el reportaje que escribió del juicio de Haarman y Grans, y que se publicó el 7 de diciembre de 1924, se incluye un resumen del articulo:

«El asesinato de 24 muchachos tuvo lugar tras esta puerta. El horror se magnifica porque el monstruo tenía el descaro de vender a sus clientes la carne de los cadáveres que él ya no podía consumir... estando Haarman en el banquillo de los acusados, apareció un hombre más joven, Hans Grans, al que se le acusó primero de complicidad en los asesinatos. Más tarde fue acusado de incitar a Haarman a cometerlos y de aceptar objetos robados. La policía sigue la pista de un tercer hombre - llamado Charles -, también carnicero, que se supone es el tercer miembro del monstruoso grupo. Se cuenta ya con cerca de 200 testigos que probarán que todos los muchachos desaparecidos fueron llevados a la muerte con el mismo horrible procedimiento - es decir, a la manera del vampiro»
Charles utilizaba sus habilidades de carnicero para descuartizar los cuerpos que echaba al río. En ocasiones los clientes del local comían, sin saberlo, parte de la carne de las víctimas que Haarman les servía con una buena cerveza.

El Vampiro de Hannover fue ejecutado en 1925. Sin embargo, al año siguiente los diarios recogieron la noticia de nuevas desapariciones de muchachos.

Las sospechas apuntaban hacia la carnicería de Haarman y Grans, aunque éste cumplía en prisión una condena de doce años, y Fritz ya no existía.

Posted by Alikuekano at 2:56 PM | Comments (1)