31 de Octubre 2006

David Berkowitz

"Mis padres estaban constantemente preocupados por mi comportamiento extraño. Sabían que yo vivía en un mundo imaginario y no podían hacer nada contra los demonios que me atormentaban y controlaban mi mente..."
Berkowitz, también conocido como "El Asesino del Calibre 44", no puede presumir de haber tenido una vida sencilla.

El hecho que sus verdaderos padres lo abandonasen siendo éste muy pequeño y su carácter difícil, le inducirían a una adolescencia traumática y doble personalidad. Su comportamiento alternaba momentos de extrema timidez, complejo de inferioridad y fuertes depresiones con arrebatos de ira y violencia desmesurada.

Queriendo mejorar su autoestima y al mismo tiempo vengarse de una sociedad en la que no terminaba de encajar, se compra un revólver. Con sólo veintitrés años, comienza una serie de crímenes que aterrarían durante un año la ciudad de Nueva York, matando a seis personas e hiriendo a otras siete entre 1976 y 1977.

El joven Berkowitz dispara con su calibre 44 indistintamente a cualquier persona que se cruce en su camino, sin importarle sexo o edad.

A medida que pasa el tiempo, va ganando una estremecedora seguridad en sí mismo que lo transforma en un personaje frío y sin escrúpulos, a la vez que negligente a la hora de llevar a cabo sus crímenes. Su afán de protagonismo es tal, que termina por dejar una nota para la policía en el lugar de un crimen, asegurando que mata a sus víctimas por orden de su padre "Sam", y firmando de la siguiente manera: "Soy un monstruo. Soy el hijo de Sam... adoro la caza."

También envía una siniestra carta a un periodista del "New York Daily News", agradeciéndole el interés que mostraba por los crímenes del asesino del calibre 44 y prometiendo a éste que seguiría teniendo noticias suyas, pues "Sam el Terrible", cada vez más sediento de sangre, no dejaría de matar hasta que se saciase por completo.

Un año después, en julio de 1977 un testigo logra identificarlo cuando Berkowitz trataba de huir del escenario de un crimen después de haber disparado contra una pareja de jóvenes, y un mes después es arrestado.

Trata de alegar locura afirmando escuchar la voz de un demonio de 6000 años reencarnado en "Sam", el perro de su vecino, el cual le daba órdenes de matar. Sin éxito. Los psiquiatras lo diagnostican como esquizofrénico paranoide de personalidad antisocial . Berkowitz es juzgado culpable y condenado a cadena perpetua, con una pena de 365 años.

Una vez en la cárcel, reconoce haber formado parte de un culto satánico relacionado con Charles Manson, y asegura que sus crímenes no los cometió solo, sino que habían sido varios los tiradores con un calibre 44..

En unas declaraciones recientes, Berkowitz confesaba cómo había sido su experiencia dentro del mundillo satánico:

"Me fascinaban los temas relacionados con la brujería y el ocultismo. En 1975 conocí a unos tíos que parecían simpáticos. Eran satanistas. Ingenuamente me uní al grupo, y empecé asistiendo a los rituales. Al principio no era más que un simple participante, pero muy pronto me convertí en un verdadero adorador del Diablo. Mi cuerpo y mente le pertenecían...yo me estaba convirtiendo en una máquina de matar..."

La policía neoyorquina venía ya sospechando que detrás de todos esos crímenes se hallase una secta satánica, y que Berkowitz no fuese más que uno de los adeptos de más bajo rango. La coartada perfecta para encubrir a los miembros de más posición.

Aún así, y como en la mayoría de estos casos, las mismas fuerzas de seguridad que se ocuparon del caso, trataron de ocultar todos aquellos datos que relacionaban el crimen con satanismo, siendo revelados al público más tarde gracias a las investigaciones del periodista Maury Terry.

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27 de Octubre 2006

Fritz Haarmann "el vampiro de hannover"

En el London Daily Express del 17 de abril de 1925 apareció esta noticia: CEREBRO DE VAMPIRO. SE ESPECULA ACERCA DE SU CONSERVACION PARA SER ESTUDIADO POR CIENTIFICO.

El jueves 16 de Abril, en Berlín, se anunciaba que el cuerpo de Fritz Haarman - ejecutado la víspera por haber cometido 27 asesinatos, no sería enterrado hasta que lo hubieran examinado en la Universidad de Gotinga.

Debido al Modus Operandi del criminal - a la mayoría de sus víctimas les mordía la garganta hasta la muerte -, el caso despertó enorme interés entre los científicos alemanes, que planeaban estudiar su cerebro para encontrar en él evidencias físicas de su perversidad.

Fritz Haarman recibió el apodo del «Vampiro de Hannover». Nació en 1879, estudió en el Colegio Militar y sirvió al ejército. Poco después de salir del ejército se le acusó de «cometer actos indecentes con niños». Se le llevó a juicio y ahí se determinó que debería internarse en un sanatorio como desequilibrado mental que se le diagnosticó. Una vez fuera del hospital, Haarman tuvo riñas tremendas con su padre, a tal grado que lo arrestaron de nuevo. Cuando obtuvo su libertad, se alistó en una unidad del ejército, en la que sirvió por un tiempo y demostró excelente conducta. Otra vez fuera del ejército, se metió en problemas que tenían que ver con robos y actos de violencia.

La historia de este vampiro era cíclica: Lo arrestaban y salía libre una y otra vez. En 1918 estaba fuera de la cárcel en una Alemania sacudida por la guerra. Puso una taberna de baja categoría, donde vendía carne e información secreta que le aportaba dinero extra. Eso, durante el día. Por las noches se paseaba en las salas de la estación central de Hannover, y siempre recogía a algunos muchachos que en su mayoría eran refugiados o fugitivos de las zonas más castigadas por la guerra. Haarman lograba ganarse su confianza e invitarlos a su casa.

En un principio se le detuvo por mantener relaciones sexuales con un desertor de dieciocho años. Entonces cumplió nueve meses de prisión. Años después durante el juicio que motivaron sus 27 asesinatos, declaró: «Cuando me arrestó la policía, la cabeza del muchacho, llamado Friedel Rothe, estaba escondida bajo un periódico, detrás de mi negocio. Luego la arrojé al canal.»

Fritz Haarman no fue un ejecutor solitario. Con él trabajaba Hans Grans a quien conoció en 1919. Se dice que unos quinientos homosexuales de Hannover - fascinados por la personalidad del Vampiro - aguardaban ansiosos el momento de ejecutar sus órdenes. Por su parte, Haarman y Grans elegían a sus víctimas entre los homosexuales que se reunían en los cafés gay de Hannover: El Café Kröpcke - adonde acudían los muchachos de altos recursos económicos - y el café Zur Schwülen Guste, que se encontraba en el otro extremo de la escala social. El vampiro y su acompañante incondicional abordaban a los jóvenes y la conversación con ellos concluía de manera invariable con una cita en su casa.

Un periodista anónimo del News of the World manifiesta su horror en el reportaje que escribió del juicio de Haarman y Grans, y que se publicó el 7 de diciembre de 1924, se incluye un resumen del articulo:

«El asesinato de 24 muchachos tuvo lugar tras esta puerta. El horror se magnifica porque el monstruo tenía el descaro de vender a sus clientes la carne de los cadáveres que él ya no podía consumir... estando Haarman en el banquillo de los acusados, apareció un hombre más joven, Hans Grans, al que se le acusó primero de complicidad en los asesinatos. Más tarde fue acusado de incitar a Haarman a cometerlos y de aceptar objetos robados. La policía sigue la pista de un tercer hombre - llamado Charles -, también carnicero, que se supone es el tercer miembro del monstruoso grupo. Se cuenta ya con cerca de 200 testigos que probarán que todos los muchachos desaparecidos fueron llevados a la muerte con el mismo horrible procedimiento - es decir, a la manera del vampiro»
Charles utilizaba sus habilidades de carnicero para descuartizar los cuerpos que echaba al río. En ocasiones los clientes del local comían, sin saberlo, parte de la carne de las víctimas que Haarman les servía con una buena cerveza.

El Vampiro de Hannover fue ejecutado en 1925. Sin embargo, al año siguiente los diarios recogieron la noticia de nuevas desapariciones de muchachos.

Las sospechas apuntaban hacia la carnicería de Haarman y Grans, aunque éste cumplía en prisión una condena de doce años, y Fritz ya no existía.

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7 de Marzo 2006

Pedro Alonso López, "El Monstruo de los Andes"

Pues un comentario de Ln_zLo7 (gracias por la recomendación) en el post de Henry Lee Lucas y Ottis Toole me ha hecho investigar sobre este personaje que no conocia. Menudo elemento, una historia muy interesante.

El colombiano Pedro Alonso López (nacido en Tolmia en 1949) fue expulsado de su hogar al ser sorprendido por su madre, una prostituta que engendró 13 hijos, mientras mantenía relaciones sexuales con una de sus hermanas. El era el séptimo hijo. Tenía entonces 8 años de edad y se lanzó a los caminos. Tardó más de un año en llegar a Bogotá, desamparado y famélico (comía lo que podía rescatar de los tachos de basura), sin saber a quién acudir. Un hombre de edad le ofreció casa y comida, pero aquello no fue otra cosa que una perversa treta para violarlo. Muy duramente iniciaba el aprendizaje de la vida, que no le ahorraría dolores y humillaciones y despertaría en él una inextinguible sed de venganza. La funesta experiencia le hizo temer a los adultos y anidar un sentimiento de desprotección que se acentuó a los 12 años, cuando acudió a una escuela para estudiar y el maestro también intentó violarlo.

Desconfió de todo y de todos. Solitario, se hizo ratero; ninguna ocupación fija podría despejar las dudas y temores que la más simple convivencia despertaba en él. Por cierto, de vez en cuando solía suceder que la policía le ponía la mano encima y antes de entregarlo al Tribunal de Menores agregaba nuevas humillaciones y palizas que crecían en violencia junto con su cuerpo. A los 18 años de edad recibió la más concluyente prueba de la irracionalidad de ciertas decisiones de la Justicia. Fue arrestado y condenado a siete años de prisión por robar un automóvil. En la cárcel compartió celda con otros cuatro presos, que lo violaron reiteradamente en la primera noche de su reclusión. Esa noche se graduó en venganza. Ya no era niño para llorar en soledad sus penas y sus miedos. Había aprendido otros códigos más eficaces. Sin exteriorizar rencor alguno, esperó la llegada de la hora de la venganza. No debió esperar demasiado. Robó un cuchillo de la cocina del penal y, de noche, mientras sus compañeros de celda dormían profundamente, los hundió en el sueño más profundo: degolló a los cuatro. La Justicia sumó otros dos años a la condena que estaba sirviendo.

Pedro Alonso López pensó que, definitivamente, algo no funcionaba bien en la sociedad o que él había vivido equivocado acerca de la escala de valores: siete años por robar un automóvil, dos años por asesinar a cuatro hombres... Quizá, después de todo, la vida humana valiese menos que la mayoría de los bienes materiales de la vida. Siempre se aprende algo nuevo. En 1978 recobró su libertad y, abandonando Bogotá, se encaminó hacia los faldeos occidentales de la cordillera de los Andes. Las comunidades andinas, sumidas en un secular desamparo, ofrecían amplio campo para el objetivo fundamental de su vida: la venganza. Allí inició su serie sangrienta, que no tiene parangón en la historia del crimen en América latina (siempre que se mantenga al margen del recuento la dilatada falange de sus criminales políticos, como el dominicano Rafael Leónidas Trujillo, que en una sola campaña hizo asesinar a más de 10 mil haitianos indefensos).

Laceradas por la miseria, las comunidades aborígenes eran un campo excepcional apto para sus fines, porque los padres, agobiados y agotados por la necesidad de proveer al hogar del magro sustento diario, dejaban abandonados durante largas horas a sus hijos, que vagaban al azar. Además, moviéndose por las regiones fronterizas de Colombia, Perú y Ecuador, López haría más difícil la tarea de las fuerzas policiales; no se equivocó. Quienquiera tuviese alguna capacidad de persuasión podía cautivar a una pequeña y llevarla consigo; difícilmente alguien advirtiese algo anormal en la conducta de un adulto que se alejaba llevando de la mano a una criatura. En regiones azotadas por la miseria, bastaba a Pedro Alonso López, hombre de modales suaves, la promesa de un dulce, un juguete o una gaseosa para vencer la desconfianza.

Inició en Colombia su terrible ajuste de cuentas, en las aldeas aborígenes que trepaban los faldeos de la cordillera. Increíblemente, las desapariciones de las menores no suscitaba demasiada inquietud entre los aldeanos, pues era habitual que los chicos semiabandonados huyeran de sus hogares y se marcharan a las ciudades impulsados por la ilusión de una vida menos dura. Solía suceder que algunas comunidades se movilizaran ante la falta de alguna niña, pero él siempre conseguía eludir sospechas. Se sabe que al menos en una oportunidad Pedro Alonso fue capturado en Perú, adonde se había trasladado para escapar de la acción de la Policía de su patria, movilizada por las inexplicables desapariciones de decenas de niñas. Los indios peruanos lo torturaron durante varias horas porque lo sorprendieron cuando intentaba secuestrar a una niña de 9 años. La intervención de un misionero protestante le salvó de ser quemado vivo. Fue entregado a la Policía que, sin someterlo a interrogatorio, lo deportó a Ecuador; al fin de cuentas, se trataba de denuncias de indígenas...

Ecuador fue, pues, la tercera etapa de su camino de venganza. Obraba siempre con la misma metodología: suaves maneras persuasivas, promesas de dulces y juguetes, el traslado de la menor a algún paraje desolado, la violación, el asesinato y el entierro del cadáver. Sólo mataba de día, porque, como confesó al ser definitivamente capturado, le producía el máximo placer sexual contemplar cómo la llama de la vida se apagaba lentamente en los ojos de sus pequeñas víctimas mientras eran estranguladas. La serie sangrante en Ecuador concluyó abruptamente en abril de 1980, cuando una inundación barrió los suelos de la periferia de Ambato y dejó al descubierto varios cadáveres. Apenas unos días más tarde, su intento de secuestrar a otra criatura fue frustrado por los gritos de auxilio proferidos por una hermanita de la inminente víctima. Pedro Alonso López fue capturado por algunos lugareños y entregado a la Policía, que vinculó el fallido secuestro con el hallazgo de los cadáveres en Ambato.

López mantuvo un inquebrantable mutismo en los interrogatorios, hasta que un sagaz detective ideó la forma de hacerlo hablar. Convencieron al sacerdote Córdoba Gudiño para que cambiase su hábito por humildes vestimentas de paisano y lo encerraron en la misma celda que el presunto asesino serial. Un solo día de diálogo bastó al religioso para ganar la confianza del colombiano apacible y ver abrirse las puertas del horror: con absoluta serenidad, Pedro Alonso López comenzó a narrarle algunos de los centenares de crímenes que había perpetrado en Colombia, Perú y Ecuador. No se trataba del vano alarde de un mitómano, porque lo confesó todo a los investigadores. Según sus recuentos, había asesinado a unas 110 niñas en Ecuador, un centenar en Colombia y más de 100 en Perú. Con alucinante alarde de insensibilidad, explicó que le gustaban más las pequeñas ecuatorianas, porque eran más inocentes, confiaban más en la palabra de los extraños. Como no era fácil para los policías creer en todo lo que les contaba, el asesino se ofreció a guiarlos hasta los lugares donde enterraba a sus víctimas: en una sola de las tumbas colectivas fueron encontrados los cadáveres de 53 niñas de entre 8 y 12 años de edad. Ya no hubo dudas. Más aún: según un alto funcionario del Sistema Penitenciario ecuatoriano, excederían de 400 los crímenes cometidos por el llamado “Monstruo de los Andes”. La Justicia de Ecuador lo condenó a reclusión perpetua. Y aun le aguardan juicios y sentencias seguramente similares en Perú y Colombia...

En un reportaje que en 1999 concedió en la cárcel al periodista estadounidense Ron Laytner, Pedro Alonso López dio detalles escalofriantes de su vesanía: “Me sentía satisfecho con un asesinato si lograba ver los ojos de la víctima. Había un momento divino cuando ponía mis manos alrededor del cuello de las niñas y observaba cómo se iba apagando la luz de sus ojos. El instante de la muerte es terriblemente excitante. Una niña necesita unos 15 minutos para morir”. Y proclamó orgullosamente: “Soy el hombre del siglo. Nadie podrá olvidarme”. (Fuente La Voz Interior)

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5 de Enero 2006

Gilles de Rais

Pues ultimamente ando liado con la Asiateca y otras colaboraciones y se me hace complejo actualizar el Criadero como querría, pero siempre hay tiempo para textos interesantes, y este cuanto menos lo es jejeje.


Gilles de Rais nació en el gélido otoño de 1404, en la Torre Negra del castillo de Champtocé, en Anjou (Francia). Sus padres fueron el noble Guy II de Laval y la dama Marie de Croan. Ambos provenían de los más rancios linajes franceses, poseyendo cada uno una gran fortuna que se incrementó tras su unión. En sus primeros años, él y su único hermano, René, apenas tuvieron contacto con sus padres. A decir verdad, debemos atribuir su crianza y educación a tutores e institutrices.

El pequeño Gilles se instruyó como otros infantes de su condición social en las lides de la escritura y la lectura, manejando muy pronto lenguas como latín y griego. La prematura muerte de sus padres dejó la tutela de los niños en manos de su abuelo materno, Jean de Craon, hombre de carácter enérgico y violento que influyó negativamente en el ánimo del primogénito Gilles. Éste llegó a decir años más tarde sobre él: "Me enseñó a beber, inculcándome desde muy niño a extraer placer de pequeñas crueldades. Nada más lejos de lo que otros hombres han pensado, sentido, imaginado o incluso hecho... Bajo su custodia aprendí a despegarme de los poderes terrenos y divinos, con lo que creí que era omnipotente".

El muchacho manifestó ya a una edad temprana una pericia desacostumbrada en todo lo que emprendía, dejando pronto atrás a sus maestros y confiando en su propia sed de conocimientos y en su capacidad para adquirirlos. Jean de Craon era demasiado viejo para llevar a cabo la tarea de disciplinar a su nieto mayor, cuyo temperamento le hacía tan indomable como egocéntrico. Manifestó también muy pronto un carácter rebelde, así como un deseo irresistible de imponer su voluntad sobre todos los que le rodeaban. En sus años de instrucción militar demostró ser un aventajado discípulo en lo concerniente a doctrina castrense y empleo de las armas, cualidades que desarrolló hasta la perfección cuando intervino, tiempo más tarde, en los combates contra los ingleses al servicio del delfín Carlos VII.

A los 14 años recibió, en su primera ceremonia oficial, una espléndida armadura blanca milanesa con la que se le concedía la distinción de caballero. Dos años más tarde, el aspecto físico que presentaba Gilles de Rais no podía ser mejor para un joven aristócrata de alta cuna. Superaba con creces los 1,80 metros, por los que se repartía un cuerpo perfectamente musculado y sano. Por su continuo entrenamiento militar era muy ancho de hombros, ágil de movimientos y poseía una elegancia natural. A todo esto añadía un aspecto agraciado debido a su morfología facial, donde predominaban dos inmensos y claros ojos azules escoltados por altos pómulos, muy típicos de la naturaleza bretona. El conjunto se completaba con un negro y ondulado cabello que acentuaba aún más su lustrosa tez aceitunada y sus rojizos labios carnosos.

Como vemos, el bello muchacho, dada su apariencia y fortuna incalculable, no iba a representar ningún problema a la hora de solicitar la mano de cualquier damisela perteneciente a las grandes casas francesas. Sin embargo, un hecho interfirió gravemente en esta pretendida y, por otra parte, lógica búsqueda; su evidente homosexualidad. A pesar de ello, se desposó con su prima Catherine de Thouars, en 1420, tras un abrupto secuestro de la joven y posterior boda clandestina. Años más tarde, en 1429, nacería Marie, el único fruto carnal del complejo aristócrata.

En 1424 le reconocieron la anhelada mayoría de edad. Estaba a punto de cumplir 20 años y lo primero que solicitó fue el dominio absoluto sobre el inmenso patrimonio que le pertenecía por derecho. Más tarde, entró al servicio militar de Carlos VII —delfín de Francia—, quien veía seriamente comprometida su aspiración al trono por la intervención de los ejércitos ingleses y borgoñeses en la guerra de los Cien Años.

Desde que comenzó a guerrear (tenía sólo 16 años) bajo la bandera de el duque Juan V de Bretaña hasta que entró al servicio personal del delfín Carlos, sus condiciones como combatiente mejoraron de forma sobresaliente. Durante sus primeras acciones de guerra —enmarcadas en los litigios que enfrentaron a las casas de Monfort y de Penthiévre—, Gilles demostró una inusual destreza con las armas, arremetiendo contra el enemigo en una ignorancia, consciente o no, de los peligros que se cernían sobre él.

De Rais luchaba con el valor propio de aquellos héroes que protagonizaron leyendas y romanceros populares. Sus compañeros aseguraban que un espíritu demoníaco le poseía cada vez que la sangre afloraba como consecuencia del combate. Quizá no les faltaba razón, pues la verdad es que el joven disfrutaba con la guerra, era como un juego para él: cabalgar a lomos de su caballo favorito, Noisette, desenvainar su espada y medirse al enemigo en singular duelo, nada mejor para un hombre de armas francés, educado para la guerra y preparado para morir si tal menester fuese necesario.

En 1429 la situación para la Francia leal a Carlos VII era ciertamente desesperada. En aquel tiempo surgió la figura de Juana de Arco, una modesta campesina que aseguraba ser guiada por voces sobrenaturales hacia la defensa y coronación del delfín galo en la catedral de Reims. La necesidad del momento provocó que nobleza y pueblo se aferraran a los vaticinios de la joven aldeana, y pronto el fervor se adueñó de aquellos escenarios cubiertos por la necesidad.

El barón de Laval recibió el encargo de escoltar y proteger a la doncella en su camino a Orleans, último bastión que permanecía fiel a los intereses de Carlos y que en esos meses se encontraba sitiado por tropas inglesas. Gilles supo, desde que la vio por primera vez, que ella sería el principal estímulo para su atormentada vida. Por eso, no dudó ni un instante en aceptar el mandato real poniendo a disposición de la iluminada cuanto material quisiese disponer para la campaña que estaba a punto de emprender. El ardoroso militar cambió su actitud, siempre agresiva, por otra bien distinta en aquellos días de febril actividad en la ciudad de Chinon. En diferentes ocasiones buscó el tiempo necesario para encontrarse con la doncella, dispuesto a sostener largas conversaciones que encendieron aún más su fe en ella y en la santa misión de la que era emisaria.

Años más tarde la recordaría con estas palabras: "Cuando la vi por primera vez parecía una llama blanca. Fue en Chinon, al atardecer, el 23 de febrero de 1429. Desde el principio fui su amigo, su campeón. En el momento en que entró en aquella sala un estigma maligno escapó de mi alma y, ante el escepticismo del delfín y la corte, yo persistí en creer en su misión divina. En presencia de ella y por ese breve lapso de tiempo, yo iba en compañía de Dios y mataba por Dios. Al sentir mi voluntad incorporada a la suya, mi inquietud desapareció", comentó.

Después del éxito en la liberación de Orleans y otras campañas, la doncella pudo cumplir su promesa de coronar a Carlos VII. Por su parte, Gilles recibió los honores de mariscal de Francia cuando ni siquiera había cumplido 25 años. Esta distinción le elevó por encima de sus iguales, convirtiéndole en el hombre más poderoso del momento. No obstante, la captura de la doncella a manos británicas y su ejecución en la hoguera ante la impasibilidad del monarca francés abocaron al flamante héroe a un abismo del que ni pudo ni quiso zafarse.

Tras la desaparición de la inmaculada pureza encarnada en aquella mujer a la que tanto había amado, no le quedaba nada por lo que luchar en esta Tierra, ni compromisos que asumir al servicio de nadie. El día en el que murió la doncella de Orleans también lo hizo el cuerpo carnal de Gilles de Rais, quien se transformó de orgulloso mariscal de Francia en el principal emisario de Satán en la Tierra. Aún le restaban nueve años de vida en los que enarboló la bandera negra del mal en toda suerte de crímenes y depravaciones horrendas.

En ese periodo se entregó a excéntricos mecenazgos artísticos, como una megalómana recreación teatral del sitio de Orleans, así como toda suerte de orgías, desenfrenos y prácticas alquímicas que intentaban recomponer sus, cada vez más depauperadas, arcas patrimoniales. Mientras, saciaba su sed psicópata con el asesinato de niños secuestrados en la región dominada por él. Se estima que entre 1431 y 1440 desaparecieron en aquella zona no menos de 1.000 niñas y niños, y a buen seguro el barón de Laval tuvo algo que ver en un alto porcentaje de las ausencias.

Finalmente, el escándalo alcanzó a todos los estratos sociales y la propia Iglesia decidió tomar cartas en el asunto, junto al poder civil, ordenando la detención del siniestro ogro. En octubre de 1440, después de un tumultuoso juicio, Gilles fue declarado culpable del asesinato de 140 niños, aunque se dijo que pudieron ser muchos más. El 26 de ese mes, tras haber pedido perdón a los padres de sus víctimas, fue ahorcado y quemado públicamente en un prado de la ciudad de Nantes.

De su tétrica confesión extraemos estas palabras: "Recuerdo que desde mi infancia los más grandes placeres me parecían terribles. Es decir, el Apocalipsis era lo único que me interesaba. Creí en el infierno antes de poder creer en el cielo. Uno se cansa y aburre de lo ordinario. Empecé matando porque estaba aburrido y continué haciéndolo porque me gustaba desahogar mis energías. La muerte se convirtió en mi divinidad, mi sagrada y absoluta belleza. He estado viviendo con la muerte desde que me di cuenta que podía respirar. Mi juego por excelencia es imaginarme muerto y roído por los gusanos". (Fuente: Suplementos ElMundo)

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12 de Diciembre 2005

Harold Shipman (El Doctor Muerte)

Harold Frederick Shipman nació en Bestwood, condado de Nottingham el 14 de enero de 1946, fue criado en el seno de una familia de clase obrera y tuvo una infancia relativamente normal. Debido a la influencia de su madre, Vera, siempre mantuvo cierta distancia con la gente del barrio, de hecho, se dice que fue el preferido de su madre quien le veía como el más promisorio de sus hijos.

Su buen desempeño durante la educación básica le gana un sitio en la High Pavement Grammar School, en donde se convierte en un estudiante mas bien mediocre y solitario. En el verano de 1963, a los 17 años, pasa muchas horas junto a su madre quién está muriendo de cáncer pulmonar, una y otra vez atestigua como le es inyectada morfina para calmar los dolores provocados por la enfermedad.

De acuerdo a la hipótesis de Richard Badcock, siquiatra convocado por la juez Janet Smith, ese sentimiento de impotencia y vulnerabilidad habría desencadenado más tarde en Shipman la voluntad de tener el poder absoluto en relación al proceso de la vida y la muerte

A la muerte de su madre llevo una cinta negra alrededor del brazo durante varios días, pero nunca desahogo su pesar. Retoma con tesón implacable sus estudios y no obstante ser rechazado dos veces, a los 19 años comienza su carrera médica en la Universidad de Leeds.

Durante su primer año en Leeds conoce a Primrose Oxtoby, una decoradora de escaparates de 16 años de edad. Al cabo de algunos meses de relación ella queda embarazada y contraen matrimonio tres meses antes de que nazca su primera hija, Sarah. Mas adelante tendrían otros tres hijos.

En marzo de 1974 empezó a ejercer en un consultorio de Todmorden, Yorkshire. Era taciturno y reservado, pero parecía tener un conocimiento medico enciclopédico y derrochaba energía. Fue entonces cuando comenzó a sufrir desmayos. Shipman dijo que padecía epilepsia, pero la verdadera razón era que se había vuelto adicto a la un narcótico llamado petidina. Fue descubierto accidentalmente y fue despedido del consultorio pero el Consejo Medico General lo dejo seguir ejerciendo a condición de que lo supervisara un psiquiatra. Un juez lo multo con 600 libras.

En 1979, Shipman solicitó un puesto en el Centro Medico Donneybrook, en Hyde. Fue sincero respecto a su anterior adicción a la petidina y aseguro a quienes lo entrevistaron que había superado del todo sus problemas y pidió que confiaran en él. Pronto le reconocieron no solo como un buen medico sino quizá como el mejor de Hyde.

En 1992, 14 años después, Shipman toma por fin la decisión de instalar un consultorio propio. La separación no fue grata para sus socios de Donneybrook. Aprovechándose de una falla en su contrato abre el consultorio en Market Street, cerca del hospital, y se lleva consigo a sus 2,300 pacientes.

Con su barba cana y aires de indefenso intelectual, buen padre de familia y esposo ejemplar, Harold se ganaba la confianza de sus pacientes quienes le consideraban como un doctor amable, hogareño y cariñoso, siempre preocupado por su salud. Era un miembro respetado de la sociedad de Hyde, residencia principalmente de personas mayores y trabajadores que solo van allí a dormir. A nadie extrañaba que el buen doctor visitara en su domicilio a algunos de sus pacientes para ahorrarles el viaje hasta su consultorio.

El miércoles 24 de junio de 1998 una de estas visitas domiciliarias marcaría el inicio de una serie de sucesos que conmoverían a la opinión pública inglesa y de todo el mundo y llevarían a descubrir la otra cara del Dr. Shipman, la del "Doctor Muerte".

Aquella mañana a las ocho, Harold Shipman fue recibido por la Sra. Kathleen Grundy de 81 años en su domicilio de Joel 79, apenas a tres kilómetros del consultorio de éste en la calle Market. Nada extraño había en ello, Kathleen había sido su paciente durante los últimos 20 años. Tras auscultarla procedió a ponerle una inyección y unos minutos después el Dr. abandonaba la casa para ir a su consultorio. Ese mismo día, algunas horas más tarde, se recibiría en Hamilton Ward & Co., un bufete de abogados también de la calle Market, una carta con dirección de remitente de Kathleen Grundy .

Angela Woodruff, hija de Kathleen, abogada de un despacho de Warwickshire a 130 kilómetros de Hyde, no podía comprender como era que su madre había muerto, apenas algunas semanas antes había estado de visita con ella y se veía bien de salud y animosa. El Dr. Shipman trató de consolarla diciéndole que no había nada de extraño, muchas muertes por edad avanzada sucedían así, sin previo aviso, de hecho no sería necesaria una autopsia. La Sra. Grundy fue enterrada en el cementerio de Hyde el 1 de julio.

Dos semanas más tarde, Angela recibió una llamada telefónica de Hamilton Ward & Co. Le dijeron que habían recibido un testamento a nombre de la señora Kathleen Grundy, en la cual legaba la totalidad de sus bienes, valuados en 386 mil libras esterlinas, al doctor Harold Shipman. En el bufete estaban confundidos porque nunca habían representado legalmente a la anciana. Para Angela el desconcierto fue mayor, ya que ella había sido siempre la representante legal de su madre. Cuando le enviaron por fax una copia del testamente se llevo otra sorpresa. El texto era escueto y frío, escrito al descuido con una maquina defectuosa, lo cual habría escandalizado a la señora, que era muy meticulosa. Angela conocía bien la firma de su madre, y esa le pareció demasiado grande. Convencida de que el testamento era una burda falsificación, discutió el asunto con su esposo Phil, profesor de física en la universidad de Warwick, el cual se pregunto si alguien intentaba desacreditar al doctor Shipman.

Angela decidió hacer su propia investigación antes de hacer algo, se entrevistó con los testigos que validaban el documento y descubrió con sorpresa que ambos apuntaban al Dr. Shipman. Tras consultarlo con uno de sus socios, un hombre versado en derecho penal decidió acudir a la policía.

El jefe de investigadores Bernard Postles de 45 años, de la policía de Stalybridge, tomó conocimiento del caso, él y sus hombres descubrieron que no era la primera vez que el doctor Shipman estaba bajo sospecha.

Debbie Bambroffe quién trabajaba en la empresa funeraria de su familia también había reparado en algunas extrañas coincidencias sobre la muerte de algunos pacientes del Dr. Shipman y comentó sus sospechas con Susan Booth quién era socia del consultorio Brooke. En Inglaterra, antes de que se haga una cremación, un medico de otro consultorio debe examinar el cadáver y Brooke era quién normalmente avalaba las cremaciones solicitadas por Shipman.

En marzo de 1998, la doctora Linda Reynolds, una de las socias de Booth, fue a visitar al medico forense local John Pollard. Le contó la extraña sucesión de hechos del último año, y al final hizo hincapié en lo delicado de su situación. Pollard la comprendió y acudió a la policía de Manchester, pero pidió discreción absoluta. Entonces se abrió una investigación. Los agentes averiguaron que el doctor Shipman había firmado 19 certificados de defunción en los seis meses anteriores, mas tarde se enterarían de que la cifra real era 30, con todo, las autoridades de salud pública localizaron los registros médicos de solo 14 de las 19 defunciones, y contenían pocos datos sobre las circunstancias en que ocurrieron.

Postles examino una fotocopia del testamento de la señora Grundy y se percato de que en un recuadro se había indicado su voluntad de ser incinerada. Por suerte esta voluntad no había sido respetada y decidió exhumar el cadáver de la señora Grundy. A las dos de la mañana del sábado 1 de agosto fue exhumado el cadáver e inmediatamente enviado al servicio forense, la autopsia comenzó a las 8.30 de la mañana. Mientras tanto la policía se dedicó a averiguar cuanto fuera posible sobre Harold Shipman.

Hacia finales de agosto, Julie Evans, toxicóloga del laboratorio de Servicios Forenses de Chorley, Lancashire, comunicó a Postles que había encontrado en el cadáver de la Sra. Grundy niveles de morfina que indicaban una sobredosis. Shipman fue interrogado pero negó saber el porqué. El medico dijo que los detalles del caso estaban en su computadora, lo que no parecía saber era que la fecha y la hora exactas de sus anotaciones estaban registradas en el disco duro de su maquina. Y, mientras lo interrogaban, un grupo de especialistas de la policía estaba copiando ese disco. No tardaron en determinar que muchas de las anotaciones sobre la señora Grundy -hechas supuestamente durante las consultas en años anteriores- en realidad habían sido introducidas en la computadora el día de su muerte.

El 7 de septiembre de 1998, al acusar formalmente a Shipman por el asesinato de la Sra. Grundy y hacerse públicos los descubrimientos de la policía muchos familiares de pacientes fallecidos del Dr. Shipman comenzaron a mostrar sus dudas. Uno tras otro los casos fueron desgranándose y 11 exhumaciones y autopsias más las anotaciones falseadas en la computadora del Dr. fueron dibujando una imagen realmente terrorífica.

La sala Uno del Tribunal de Preston fue testigo, a partir del 5 de octubre de 1999, del juicio de Shipman. En total enfrentaba 15 cargos por homicidio y uno por falsificar el testamento de la señora Kathleen Grundy.

En su mayor parte, el testimonio de Shipman fue cuidadoso, jamás aceptó haber cometido los crímenes. Tras siete días de escuchar al fiscal presentar pruebas y oír el testimonio de mas de 120 testigos, el jurado aun tardo una semana en llegar al veredicto. El 31 de enero de 2000 declararon al acusado culpable de los 15 cargos de homicidio y de la falsificación del testamento.

El juez Forbes no escatimo palabras al dirigirse a él. "Usted asesino a todas y cada una de sus víctimas pervirtiendo sus habilidades medicas de manera calculada y a sangre fría -le dijo-. Casi tengo la certeza de que cada una de esas mujeres le sonrió y expreso su agradecimiento mientras las sometía a sus mortales tratamientos. No hay adjetivos para calificar la maldad de todo lo que usted a hecho".

La Universidad de Leicester ha hecho público un minucioso informe que ahonda en los historiales clínicos tratados por Harold Shipman en su carrera como facultativo y su conclusión es escalofriante: probablemente más de 297 de sus pacientes no murieron por causas naturales. Los investigadores, médicos y jueces que han tomado parte del caso del "Dr. Muerte" han descartado la eutanasia o el lucro como móviles de sus horrendos crímenes. El porqué de sus actos es un secreto que se llevó a la tumba. (Fuente LatinoSeguridad

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30 de Octubre 2005

Peter Kürten, "El vampiro de Düsseldorf"

El temible "vampiro de Düsseldolf" está considerado como uno de los más sanguinarios asesinos en serie de todos los tiempos por los expertos criminólogos y psicólogos que han seguido su caso de cerca.

Nació en 1883 en Colonia (Alemania) en una familia tan pobre como numerosa (era el tercero de trece hermanos), y todos habitaban bajo pésimas condiciones en un espacio muy reducido y un ambiente familiar deplorable. Su padre, en el paro, era alcohólico y de muy mal carácter, pegaba frecuentemente a su mujer e hijos.

Cuando sólo contaba con ocho años, Peter hace una primera tentativa de fuga y se escapa de casa harto de los malos tratos...

Cuando su familia se traslada a Düsserdolf en 1884, se evade de nuevo y comienza a vivir como un vagabundo, de pequeños hurtos, dando muestras a tan temprana edad de instintos criminales: disfruta estrangulando ardillas y maltratando a los perros callejeros que se cruzaban en su camino, así como a otros animales para ver correr su sangre, cometiendo además actos zoofílicos con ovejas a las que degollaba una vez alcanzado el orgasmo. En una ocasión trata incluso de violar a una de sus hermanas más jóvenes.

La primera condena la cumpliría en 1897 por robo, y así muchos más actos delincuentes que lo obligan a pasar cerca de veinte años entre rejas.

En 1913 comete su primer crimen sexual: viola y degüella salvajemente a Christine Kelin, una niña de 13 años.

Años más tarde, cuando él mismo contaba con cuarenta, su vida parece dar un giro y contrae matrimonio con una mujer de buena familia. Cambia de aspecto vistiendo con mucha elegancia y sencillez, se peinaba con brillantina (producto casi desconocido en Alemania en aquella época), usaba gafas, lucía un recortado bigote, e incluso usaba polvos faciales.

Como la mayoría de los sádicos sexuales, Kürten parece llevar una vida normal como cualquier buen esposo. Trabajaba como conductor de camiones, y su mujer jamás sospechó que tras un hombre tan educado y atento como su marido podría esconderse el autor de crímenes tan sangrientos.

Entre 1925 y 1930 se suceden en la pequeña localidad alemana una serie de crímenes que estremecen y sensibilizan a toda la población, similar a la que padeció Londres en tiempos de otro conocido asesino: Jack el Destripador.

A pesar de que la policía alemana contaba con métodos muy por encima de los que disponía Scotland Yard en 1888, tardaron varios años en tener alguna pista del misterioso criminal a quién terminaron apodando unos "El Vampiro de Düsserdolf" y otros "El rey del crimen sexual".

Kürten tiene por costumbre el beber la sangre de sus víctimas y de matar animales cuando tiene sed. A veces se divierte incendiando las casas abandonadas, esperando ver arder algún vagabundo que durmiese en su interior. De hecho, a su tercera víctima, una niña de nueve años llamada Rose Ohliger, la rocía de gasolina y le prende fuego para complacerse viéndola arder en una terrible agonía.

La policía, viendo por momentos su autoridad y reputación comprometidos, lleva a cabo continuas redadas y abundantes controles rutinarios a la busca y captura del feroz asesino. Incluso algunos grupos de delincuentes y bandas callejeras se unen a la "caza" del vampiro con tanto interés por detener la ola de crímenes como las mismas fuerzas de seguridad.

Hasta la fecha, se le inculpaban nada menos que ocho terribles asesinatos y catorce asaltos. Afortunadamente para todos, cometió un grave error en 1930 que le costaría su detención. Tras un atentado criminal fallido contra María Butlier, la mujer logra escapar y proporcionar una detallada descripción de Kürten.

Al mismo tiempo, éste se asusta al leer la prensa y ver su retrato robot en la portada de los periódicos, por lo que confiesa la totalidad de los crímenes a su esposa mientras charlaban, quitándole importancia a los hechos como si se tratase de simples travesuras infantiles. La señora en un principio se desmaya de la impresión, pero finalmente, asustada y asqueada pone las declaraciones de su marido en conocimiento de la policía. (quien tuvo que poner en libertad a algún detenido que coincidía con la descripción del verdadero asesino).

Durante el juicio, se dedicó a escribir cartas a los padres de las víctimas en las que se disculpaba de una manera muy peculiar: alegando que él necesitaba beber la sangre lo mismo que otras personas necesitan beber el alcohol...

(Pese a que no disculpe en absoluto sus crímenes, lo cierto es que sí padecía de "hematodipsia", una patología que consiste en obsesión compulsiva por consumir sangre, bajo implicaciones sexuales.)

Finalmente tras una hora y media de deliberación, el jurado pronunció su veredicto de culpabilidad para Peter Kürten, quién fue sentenciado a nueve penas de muerte. ( ¡Según las leyes de la época, era posible condenar a más de una pena de muerte!). Hasta el último minuto se creyó que iba a recurrir al veredicto para tratar de librarse de ser decapitado, pero el asesino no apeló y guardó la calma hasta el día de la ejecución con calma absoluta. Tan sólo se manifestó para pedir una última voluntad, y era que cuando lo decapitase el verdugo, le dejasen escuchar durante unos minutos cómo su propia sangre goteaba en el suelo...

El 2 de julio de 1931, a las seis de la mañana, en el patio de la prisión de Klügelpüts (Colonia), se cumplía su deseo. (Fuente: Mundo Gore)

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3 de Octubre 2005

Manuel Delgado Villegas, “El Arropiero”

Nacido en 1943, analfabeto, de escasas luces, hijo de un vendedor de dulces de higo y propenso a enfadarse cuando le brotaban pelillos en el centro del labio superior, porque ello borraba el parecido que creía tener con Cantinflas. Violador bisexual con antecedentes penales; sádico, con ocho muertes probadas, otras catorce investigadas y veintiséis más confesadas por él mismo.

El Arropiero fue detenido a comienzos de 1971 en el Puerto de Santa María por estrangular a su novia, que apareció con los leotardos anudados al cuello. Los policías se encontraron ante un necrófilo, ya que Delgado reconoció que tuvo relaciones sexuales varias veces con el cadáver. Tras la detención empezó a desgranar una secuencia de crímenes terribles perpetrados durante varios años de vagabundeo.

Es el mayor asesino de la historia de la criminología española. Manuel Delgado Villegas "El Arropiero" se declaró autor de cuarenta y ocho muertes. Nunca fue juzgado, ya que se le ingresó en el Psiquiátrico de Carabanchel. Murió hace unos pocos años, ya en libertad, tras beneficiarse de la nueva legislación penal. Nacía a la vida cuando su madre la perdía por traerle al mundo. Era una fría mañana de 1943. El hambre y la miseria de la posguerra inundaban España. Su padre, un honrado trabajador, se ganaba la vida fabricando y vendiendo golosinas caseras hechas con arrope, un líquido dulzón, negruzco y espeso que se hace con higos. De ahí el alias del Arropiero que luego heredaría su tristemente famoso hijo. Al fallecer su esposa dejó la criatura al cuidado de la abuela y marchó a vivir al Puerto de Santa María, donde posteriormente se volvería a casar.

Manuel se crió con varios parientes diferentes, que le propinaban frecuentemente palizas que le curtieron el cuerpo y endurecieron el corazón. Acudió a la escuela, pero fue incapaz de aprender a leer y escribir. Era bisexual, mostraba un carácter bastante violento y la promiscuidad empezó a ser su norma de vida. Empezó a gozar de gran estima entre homosexuales y prostitutas, y logró a vivir a su costa. Su "éxito" se debía a que padecía anaspermatismo, es decir, ausencia de eyaculación, por lo que era capaz de practicar repetidos coitos en busca de un orgasmo que no conseguía alcanzar.

A los dieciocho años ingresó en la Legión, donde además de iniciarse en el consumo de marihuana, motivo por el que fue sometido a una cura de desintoxicación, comenzó a padecer ataques epilépticos -nunca se supo si fingidos o no- que le sirvió para ser declarado no apto para el servicio militar. A partir de entonces se dedica a recorrer la costa mediterránea ejerciendo la mendicidad, robando en las casas de campo y prostituyéndose. Es detenido en numerosas ocasiones por "la gandula", la famosa ley de vagos y maleantes, más tarde denominada de peligrosidad social. Jamás llegó a ingresar en prisión, dado que las convulsiones neurológicas que escenificaba lo conducían a establecimientos psiquiátricos de los que rápidamente salía.

Contaba 20 años de edad cuando el Arropiero emprende su carrera criminal. Era 1964, hasta entonces los delitos no habían pasado de proxenetismo y paso clandestino de fronteras. Al día siguiente de año nuevo, paseando por la playa de Llorac, en Garraf, localidad de Barcelona, "se le cruzaron los cables".

"Vi un hombre dormido apoyado en un muro. Me acerqué a él muy despacio y, con una gruesa piedra que cogí cerca del muro, le di en la cabeza. Cuando vi que estaba muerto, le robé la cartera y el reloj que llevaba en la muñeca. ¡No tenía casi nada y el reloj era malo!".

Siete años tardó la justicia en demostrar su culpabilidad, pese a que el cadáver fue descubierto a los diecinueve días del crimen. La víctima, un cocinero, había acudido a la playa desde la ciudad condal para recoger un par de saquitos de arena para la cocina y se recostó a dormir una pequeña siesta de la que jamás despertó. Tres años después de este asesinato volvió a las andadas, ahora en Ibiza.

Poseía el cromosoma XYY, llamado de Lombroso o de la criminalidad.

En un chalet deshabitado de Cam Plana, a cinco kilómetros de la capital, abandonaba el cadáver desnudo de una estudiante francesa que ese día cumplía 21 años. La muchacha había acudido al lugar con un norteamericano y, tras ingerir varias dosis de LSD, éste intentó mantener relaciones sexuales, pero ella se opuso tenazmente. El yanqui, desanimado, abandonó la casa dejando la puerta abierta. La casualidad hizo que el Arropiero le viera salir y, pensando que era un ladrón, intentó imitarle, encontrándose con la hermosa joven dormida. Esta tampoco despertaría.

Las andanzas del "vagabundo de la muerte" continuaban y en un viaje relámpago a la capital de España asesinaba de un golpe de karate al inventor del slogan "Chinchon, anís, plaza y mesón". El cadáver apareció en un recodo del río Tajuña sin pantalones ni calcetines. "Lo maté porque le vi en compañía de una niña a la que trató de violar" fue su excusa.

La siguiente víctima, un millonario vicioso. Se trataba de un barcelonés que contrataba regularmente sus servicios por el precio de 300 pesetas la sesión. Se encontraban en la tienda de muebles propiedad de este industrial, escenario habitual de sus reuniones, cuando Manuel le solicitó mil pesetas argumentando que tenía una necesidad urgente. El cliente prometió dárselas al final, pero, concluido el acto, le pagó las 300 de rigor. "Por eso le pegué en el cuello con el canto de la mano y cayó al suelo. Cuando le estaba quitando la cartera se despertó y empezó a insultarme ¡él a mí!, por lo que agarré un sillón, le arranqué una pata y le di con ella en la cabeza". Después lo remató estrangulándolo. Le partió el cuello.

No había terminado aún el año 1969 cuando cometió su acto criminal más execrable. Asaltó a una señora de 68 años, propinándole un fuerte golpe. Después la arrojó desde una altura de 10 metros, descendió en su búsqueda y arrastró el cuerpo ensangrentado hasta el interior de un túnel, donde sació su degenerado instinto sexual mientras lentamente la estrangulaba. Horrible acto de necrofilia que volvió a repetir durante las tres noches siguientes.

En septiembre de 1970 decidió trasladarse a vivir al puerto de Santa María con su padre, para ayudarle en la fabricación de arropías y vender golosinas en un carrito por las calles. Pronto hizo amistad con un homosexual, con el que mantuvo secretas relaciones.

"Fuimos a dar un paseo en moto y cuando íbamos a salir a la carretera general, me acarició. Le dije que se estuviera quieto, pero no me hizo caso. Enfadado, paré y le di un golpe en el cuello, despacio, pero era tan flojo que se cayó y se rompió las gafas. No respiraba bien y me dijo que lo llevara al fresco, junto al río. Allí intentó otra vez tocarme y, sin pensarlo, le solté un golpe más fuerte y cayó al fango, boca abajo e inmóvil". El cadáver fue localizado flotando a 12 kilómetros del lugar del crimen.

Durante su estancia en la localidad costera entabló relación con una subnormal, muy conocida por su desmesurada afición a los hombres. Llegó a presentarla a su padre como su novia. "Salimos a dar un paseo y por una veredas fuimos al campo de Galvecito; hacíamos el amor siempre en él sin que nadie nos viera. Lo hicimos, como siempre, de muchas formas, pero me pidió una cosa que me daba asco. Cuando me negué a ello me insultó y me dijo que no era hombre, pues otros se lo habían hecho". La infeliz no se apercibía de que estaba firmando su sentencia de muerte. "Entonces le pegué un golpe, y como no se callaba y me seguía insultando, le puse al cuello los leotardos que se había quitado y apreté hasta que se murió".

Cuando terminó escondió el cuerpo entre unos matorrales y regresó al pueblo. "Volví a estar con ella el lunes, el martes y el miércoles, y hubiera vuelto hoy si no me hubieran detenido. ¡Estaba tan guapa!, ¡La quería tanto! ¿No era mi novia?, ¿Entonces no podía hacer el amor con ella lo mismo que antes?" Fue su argumentación al ser detenido por agentes de la Brigada de Investigación Criminal, el 8 de enero de 1971.

De los cuarenta y ocho asesinatos que se atribuyó -especificó que estuvo a punto de matar a seis personas más para satisfacer su apetito sexual- durante sus siniestras andanzas por Francia, Italia y España, sólo se llegaron a probar ocho, debido a su extrema complejidad, que hubiera precisado la colaboración policial a nivel europeo. Faltaron acusaciones particulares, había pocos testigos. No se llegó a celebrar la vista oral, sino que con base en la Ley de Enjuiciamiento Criminal se emitió un auto de sobreseimiento libre, por el que quedó archivada la causa y se ordenaba su internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario. El de Carabanchel fue su destino, hasta el cierre del mismo hace una década.

En dicho establecimiento fue examinado por expertos psiquiatras de numerosos países y determinaron que se trataba de un peligrosísimo psicópata, a causa de ser poseedor del cromosoma XYY, denominado de Lombroso o de la criminalidad. Los especialistas que estudiaron su caso coincidían en que no se le podía poner en libertad porque "es un criminal nato, un asesino que puede hacer mucho daño siempre, mientras viva". Por su alteración genética carecía de conciencia, de sentido de la culpabilidad, de remordimientos; creía que era normal, incluso cuando asesinaba. Cortocircuitados los sentimientos, lo hacía con la mayor tranquilidad: ni parpadeo, ni aceleración cardiaca, ni gota de sudor.

Describió con la mayor frialdad posible cómo en Roma mató a su patrona porque se había encaprichado de él y, como era demasiado gorda, no podía abrazarla. En París se encaprichó de una joven que pertenecía a una banda de atracadores; como éstos se negaron a admitirlo en el grupo, acribilló a los cuatro con la metralleta de uno de ellos. En la capital francesa, antes de ser expulsado del país por indocumentado, mató a otra chica por chivata, estrangulándola lentamente.

Prosiguió sus correrías por la Costa Azul, asesinando a una dama de unos 40 años que le llevó a su lujoso chalet; ella se empeñó en que durmiera abundante y él, contrariado, le machacó la cabeza con una piedra.

Le robó el dinero y las alhajas. Igual que haría con un hombre que, al verlo dormido en la playa, se ofreció a que lo hiciera en su casa; tras invitarle a cenar, intentó mantener relaciones sexuales con él. Un apretado cable alrededor del cuello del anfitrión puso fin a su "generosidad". Curiosamente "el estrangulador del Puerto" aportó un dato que ayudó a la INTERPOL a cargarle la autoría del crimen. Recordó que, al mantener contacto íntimo con su víctima, se quedó dentro del recto de ésta el vendaje que le cubría el dedo con el que le penetró. El informe del forense establecía que, efectivamente, al hacerle la autopsia se habían encontrado unas gasas en tal lugar.

Durante las dos décadas largas de internamiento fue sometido a tratamientos por diversos expertos. A consecuencia de ello jamás volvió a mostrarse violento con otros enfermos. "En ocasiones ocurre que algún interno se mete con él llamándole estrangulador y, sin violentarse, enseguida me llama y viene a presentar la queja oportuna". Declaraba uno de los jefes del centro de Carabanchel.

Bajito y de extraordinaria fortaleza. Un sujeto enigmático y agresivo, de mente retorcida, sin escrúpulos, en cuyo diccionario no entraban las palabras perdón, piedad o remordimiento, y que alardeaba de sus hazañas delictivas. Se pasaba el día musitando: "Necesito que alguien se acuerde de mí".

Con el paso de los años en el psiquiátrico, su aspecto externo tornó, pese a ser un cuarentón, en el de un anciano de cabello oscuro encanecido, ralo y enmarañado, barba hirsuta, rostro ajado y diabólico, ojos azules como el mar, fríos como el hielo y penetrantes como el acero. Pero su actitud cambió. "No he matado a nadie", susurraba a quien quería escucharle. Como si hubiera olvidado el casi medio centenar de asesinatos de los que alardeaba, describiéndolos con todo detalle en los interrogatorios policiales. Decía que quería curarse, trataba de recuperar la libertad.

Tras el cierre del madrileño psiquiátrico penitenciario de Carabanchel prosiguió su internamiento judicial en el sanatorio alicantino de Foncalen. Con la entrada en vigor del nuevo Código Penal fue puesto en libertad, falleció al poco tiempo debido a su desmedida adicción al tabaco, desarrolló una EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) que acabó con su vida el 2 de febrero de 1998.

Texto de Margarita Bernal para Escalofrio.com

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25 de Agosto 2005

Luis Alfredo Garavito Cubillos

Y seguimos con los personajes macabros, este es un articulo de Núria Clérigues localizado en Pasarmiedo. Simplemente espeluznante.

El 30 de octubre de 1999, el colombiano llamado Luis Alfredo Garavito Cubillos confesó haber matado a 142 niños de los cuales sólo se han encontrado los restos de 114. Los cadáveres mutilados de las víctimas se descubrieron en una zona de 60 poblaciones de unas 11 provincias colombianas. La mayoría de los cuerpos fueron decapitados, apuñalados, atados y violados brutalmente.

Las autoridades no tienen una cifra definitiva pero se cree que pudieron llegar a ser 182 los asesinados. El perfil de las víctimas era claro, eran todos niños varones de edades comprendidas entre 6 y 16 años, pobres y con rasgos físicos similares; delgados, rostro bonito y cabello castaño.

Durante la confesión de más de cuatro horas delante del juez y del psicólogo, Garavito mostró un cuaderno donde tenía su propia estadística. En las páginas había 140 líneas, cada una de ellas pertenecía a un niño asesinado.

Pero las investigaciones a nivel nacional de los asesinatos no empiezan hasta que en 1997 se encuentran 36 cadáveres en descomposición cerca del término de la ciudad de Pereira. Las autoridades, confundidas por tanta barbarie no llegaron a una conclusión definitiva y dejaron abiertas barias hipótesis, desde sectas satánicas, tráfico de órganos, prostitución infantil o un asesino en serie.

El 23 de junio de 1998 aparecieron 3 cadáveres en Génova. Durante la investigación y por casualidad se supo que en otra zona del país se había enviado una orden de captura contra Luis Alfredo Garavito Cubillos por la violación y muerte de un niño a quien le habían cortado la cabeza y cercenado el pene, que luego le introdujeron en la boca.

Más tarde, en el mismo año se descubrieron 12 osamentas de niños a las afueras de Villavicencio, uno de los niños fue decapitado. Días más tarde, se encontraron nuevos cuerpos, pertenecían a nueve niños de edades comprendidas entre 7 y 16 años.

El 22 de Abril de 1999 en la plaza Centauros, en Villavicencio, Luis Alfredo Garavito Cubillos se dirigió a John Iván y cuando estuvo lo suficientemente cerca, le mostró un cuchillo obligándolo a subir con él a un taxi. Siguiendo sus órdenes el niño hizo el trayecto en taxi sin abrir la boca hasta las afueras de la ciudad. Llegaron a un lugar despoblado y solitario donde nadie pudiera escuchar los gritos del chico. Seguidamente, y cuando el asesino se aseguró tras una alambrada, obligó a John a quitarse la ropa, lo ató, lo hizo caminar hasta que el cansancio se apoderó de él. Fue entonces cuando intentó violarlo y en ese preciso momento se le desató el nudo del pañuelo que cubría su boca y empezó a gritar, era la única forma de salvar su vida. Oiga hijoeputa que está haciendo, un niño que escuchó los gritos de John se acercó para socorrerlo. Garavito, al ser descubierto desató a John para ir a esconderse en el bosque pero éste consiguió escapar, los dos niños corrieron y consiguieron huir de uno de los asesinos más calculadores de la historia.

La ayuda de John Iván fue clave para la detención de Luis Alfredo Garavito.

Gavarito era el mayor de siete hermanos. A su padre lo batió en varias ocasiones y fue violado por dos vecinos. Llegó a convertirse en alcohólico, y estuvo en tratamiento por sus constantes depresiones y tendencias suicidas. Aseguró que la mayoría de los asesinatos que cometió, lo hizo en estado de embriagadez. Trabajó como vendedor ambulante de estampillas e iconos religiosos, conocido por todos como “Goofy”, “el loco” y el “el sacerdote”. De esta manera, ganó la confianza de sus víctimas en las calles, ofreciéndoles bebidas y dinero.

Las autoridades detuvieron previamente a un tal Pedro Pablo Ramírez (otro de nuestros asesinos en serie que puedes leer en nuestra web), de 29 de los asesinatos. Todavía está por esclarecer este dato puesto que no se sabe con certeza si Ramirez y Garavito eran la misma persona.

De diciembre el 31 de 1998, el policía colombiano arrestó Ramirez en la conexión con el asesinato de 29 niños. Los cuerpos de los niños - muchas partes del cuerpo y muestras que falta de la demostración de la tortura - fueron encontrados en dos sepulcros totalmente separados. El primer sepulcro, encontrado el 12 de noviembre, fue descubierto cuando un muchacho que caminaba por un césped, vio un cráneo en los arbustos. Las autoridades que cavaron, encontraron varios esqueletos incompletos y 13 cráneos. El segundo descubrimiento fue una semana más tarde en un río situado bajo una carretera de la ciudad. Los investigadores han ligado a Ramirez, quién había estado previamente en la prisión, por lo menos a tres matanzas en Pereira y posiblemente otras tres en una ciudad próxima de Armenia.

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23 de Agosto 2005

Ted Bundy - "El asesino de la carretera"

Por que será que estos días solo se me ocurre buscar información sobre asesinos en serie? Espero que no sea nada grave.


Ted Bundy, el más famoso de los asesinos en serie fue ejecutado el 24 de enero de 1989 en Florida por tres asesinatos, pero se le atribuyen una veintena de otros crímenes en Estados Unidos y veintiocho en Canadá, donde se le conoce como el asesino de la carretera.

Nació en 1946, hijo de una joven chica soltera que provenía de una familia puritana. Es rechazado por ella durante los primeros aqos de su vida por ser hijo ilegítimo, y trata de disimular a su hijo, considerado como una vergüenza para la familia, tratándolo como si fuese su hermano.

Bundy se crió en casa de su abuelo, un hombre violento que pegaba a su mujer.

Las secuelas de estos rechazos en la infancia, serían visibles en la adolescencia, por su caracter sumamente tímido e infantil y su tendencia a la soledad.

Comienza a aislarse de sus compañeros de juego y adopta un cruel y extraqo comportamiento hacia cuanto le rodea, por ejemplo, mutilando los animales que atrapa.

Más tarde cursa estudios de derecho y colabora en un partido político trabajando activamente en las campañas. Pero en esa etapa de su vida, decepcionado por una sociedad en la que no encaja, comienza su etapa como asesino en serie.

El primero de sus crímenes tendría lugar en Washington en 1974, cuando ataca a una mujer mientras dormía golpeándola con una barra de hierro. Apenas un mes más tarde asesina a una joven en el mismo campus universitario, llevándose el cuerpo lejos de allí, pero deja la habitación llena de sangre.

En todos sus crímenes adoptaba un mismo ritual: seguía a la víctima por las calles, luego la estrangulaba y la golpeaba en su propia casa. A veces la secuestraba para llevarla a un lugar más seguro. Una vez muerta la sodomizaba con el miembro o con el objeto que tenía a mano mientras mordía su cuerpo.

Bundy podría considerarse un ejemplo claro de lo que es un asesino en serie psicópata. No solo por haber sufrido una infancia traumática, sino que además su aspecto inspiraba siempre confianza a las víctimas.

Si bien al principio cometía sus crímenes por la noche guardandose de un posible testigo que pudiese identificarlo ante un tribunal, poco a poco se iría confiando y abordaria a las futuras víctimas por el día. Apoyado en su atractivo y su carismática personalidad, se paseaba por los supermercados pidiendo ayuda a mujeres jóvenes para conducir su coche Wolkswagen, fingiendo que tenía un brazo roto y sin que estas sospechasen lo más mínimo que hablaban con su futuro asesino.

Tras sus primeros crímenes, Bundy comienza a viajar por una buena parte del pais: Washington, Utah, Colorado y Florida, dejando a su paso una serie de crímenes y secuestros.

Es arrestado una primera vez el 16 de agosto de 1974 en Utah tras ser identificado por una mujer que meses antes había intentado secuestrar. Se le condena a cumplir una pena de prisión en Colorado, pero logra escaparse antes de ser encerrado y desaparece durante más de dos meses.

Dos meses que le servirían para seguir cometiendo espeluznantes crímenes, esta vez tres jóvenes entre las cuales una tan solo contaba con 12 años.

Es nuevamente detenido en Florida. En el juicio, el mismo se defendería en tanto que abogado, apoyado por un grupo de jovenes ´fans´ que reclamaban su inocencia ante las puertas del Juzgado.

A pesar de todo, la prueba irrefutable que lo culpó, la aportaría un odontólogo forense, tras comparar las marcas de unos mordiscos en uno de los cadáveres con los dientes de Bundy.

Evidentemente ambos moldes coincidian. Después de seis horas de deliberación, el jurado lo condenaría al corredor de la muerte por 14 homicidios de primer grado...

Tenía una fijación especial por asesinar a mujeres jóvenes de pelo oscuro y largo, que le recordaban a su ex novia, la cual lo había rechazado unos años atrás. Pero las jovenes víctimas vendrían a representar del mismo modo a su madre, por haberlo abandonado de pequeño. El asesino confesaría personalmente a los psiquiatras: Toda la rabia que he estado desahogando con las mujeres que mate, estaba dirigida contra mi madre.

Se puede considerar como una mezcla entre asesino organizado y desorganizado. Podia mostrarse con una personalidad muy inmadura, dejar indicios en el lugar del crimen, o por lo contrario prepararlo cuidadosamente, seleccionar a las víctimas y dejar pocas huellas.

Él mismo se consideraba un adicto al crimen, y aunque aseguraba que podría dejar de matar en cuanto se lo propusiese, no dejó de hacerlo hasta su detención. Aseguraba no haber matado a 14 mujeres, sino a más de 20.

Los múltiples test psiquiátricos realizados evaluarían una personalidad propia de esquizofrénico: Cambios de humor muy repentinos, impulsivo, sin emociones, afán de protagonismo, ataques de histeria, doble personalidad, inestabilidad emocional, rechazo a la sociedad, ansiedad, depresión, complejo de inferioridad, inmadurez, mentiras que termina por creerse el mismo, obsesivo, egocéntrico, falsa realidad adaptada por el mismo, manía persecutoria... (Fuente Serial Killers in the Nigth)

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18 de Agosto 2005

Albert De Salvo - "El estrangulador de Boston"

Entre el 14 de junio de 1962 y el 4 de enero de 1964, se cometieron trece asesinatos por estrangulamiento en la ciudad de Boston. Las víctimas, todas mujeres, casi siempre mostraban haber sido violadas reiteradamente.

Seis de ellas tenían entre 55 y 75 años. Las otras cinco tenían entre 19 y 23. Además, existen otras dos víctimas de 85 y 69 años de edad, pero no se ha podido demostrar que haya sido el mismo asesino.

La primera de una larga serie de víctimas fue Anna Slesers, de 55 años. Fue hallada por su hijo, estrangulada con el cordón de su bata. Su vagina mostraba evidencias de un ataque sexual con un objeto desconocido. Su apartamento mostraba indicios de haber sido saqueado... o más bien como si el agresor se hubiese esforzado en hacer que la escena pareciese de un robo...

A las dos semanas fue asesinada Nina Nichols, de 68 años. La mujer había sido estrangulada con sus medias y tenía síntomas de haber sido asaltada sexualmente. El lugar del crimen presentaba un aspecto similar al de la primera víctima: cada cajón estaba revuelto y todas las cosas esparcidas por el suelo a modo de robo, pero la Policía encontró varios dólares y algunos objetos de valor en el suelo, que el "ladrón" no se había molestado en llevar.

Ese mismo día, a unos treinta kilómetros, Helen Blake, de 65 años, encontró una muerte similar.

Su apartamento también había sido "saqueado".

La policía hizo sonar la alarma advirtiendo a todas las mujeres en el área de Boston a cerrar con llave todas sus puertas y ser extremadamente cautas con los extraños, mientras se daba comienzo a una dura investigación.

Los detectives bostonianos comenzaron a interrogar a todos los hombres con antecedentes en el ámbito sexual: exhibicionistas, violadores, agresores, mirones... lo que buscaban era una persona con trastornos mentales, posiblemente con un complejo de Edipo o que odiase a su madre (o a su mujer), y que por sus agresiones a hembras de edad considerada tratase de borrar la imagen de esa madre temida.

Mientras la investigación se llevaba a cabo, siguieron apareciendo más cadáveres, todos ellos estrangulados y con salvajes muestras de violación. Pero no todas las víctimas eran mujeres blancas de edad avanzada. Las siguientes víctimas eran estudiantes de 20 y 30 años, entre las cuales también se hallaba una chica de color. En esta ocasión, el asesino dejó restos de semen en una alfombra cerca del cuerpo, y una vecina afirmó haber visto un hombre extraño en el edificio, que describió así: de unos 30 años, estatura media, pelo ondulado, chaqueta oscura y pantalón verde oscuro de trabajo.

No mucho después, la policía encontró un nuevo cadáver con 22 puñaladas, además del estrangulamiento típico, pero no mostraba signos de violación. El cuchillo de la agresión fue hallado en la cocina.

Los meses pasaban y la policía de Boston comenzaba a desesperarse. El asesino no dejaba pistas considerables para poder atraparle, y las mujeres seguían abriendo las puertas de sus casas a desconocidos a pesar de las advertencias de los agentes.

El Fiscal General de Boston, incluso acudió a Peter Hurkos, un famoso vidente, en 1961, para pedir su colaboración en la búsqueda del estrangulador de Boston.

Para cuando Hurkos se unió a la policía, "el estrangulador" ya se había cobrado 11 de sus 13 víctimas.

La policía entregó al "detective psíquico" las medias y pañuelos –con doble nudo- que "El estrangulador" utilizaba para asesinar a sus víctimas, con los que llegaba a acostarse toda la noche para "impregnarse de su energía". Además facilitaron a Hurkos más de 300 fotografias de las víctimas y el lugar de los crímenes. En honor a la verdad debemos reconocer que Hurkos consiguió sorprender a los agentes, al facilitar datos concretos sobre algunos de los crímenes, que no se habían filtrado a la prensa ni –teóricamente- Hurkos podía conocer. De hecho Hurkos tocaba las fotografías por el reverso, y era capaz de describir las escenas que recogían sin verlas. Más aún, llegó a identificar una foto que no tenía relación con el caso, y que la policía había colocado entre las demás para sondear la autenticidad o falsedad de sus poderes. Así que, tras ganarse la confianza de los investigadores, no les faltó tiempo para proceder a una detención cuando el vidente apuntó a un fetichista, Thomas O´Brian, como el presunto homicida múltiple... No deja de ser interesante, desde el punto de vista criminológico, que la policía se decida a ejecutar una detención basada en el testimonio de un vidente... Esto es relativamente compresible si analizamos en detalle el informe de Hurkos sobre O`Brian (en realidad un nombre falso facilitado por la policía para proteger la identidad del detenido).

Es cierto que los datos aportados por Hurkos sobre Thomas O´Brian resultaron absolutamente precisos. Lamentablemente no se trataba del asesino. Al menos no para la policía de Boston.

Un día, una mujer alertó a la policía que patrullaba por una de las calles de Boston. Un hombre acababa de entrar en su casa y al ver que su marido también se encontraba allí, había huido corriendo. La descripción coincidía con el hombre que buscaban, y al poco tiempo Albert DeSalvo, El Estrangulador de Boston, fue detenido.

DeSalvo era un hombre de 29 años, casado, con dos hijos, que trabajaba como empleado en una fábrica de caucho. Nació en Chelsea, Massachusetts, el 3 de septiembre de 1931. Sus padres, Frank y Charlotte tenían otros cinco hijos. Su padre era un hombre muy agresivo que regularmente pegaba a su esposa y niños. Pronto Albert se convirtió en un pequeño delincuente, y fu arrestado más de una vez.

Su madre volvió a casarse y prefirió dejar al joven delincuente de lado para no tener problemas en su nueva relación.

Cuando cumplió la mayoría de edad, Albert se alistó en el ejército, y en Alemania conoció a su esposa, Irmgard Beck, una mujer atractiva de una familia respetable. Cuando tuvieron su primer hijo, la mujer tuvo tantos problemas en el parto que le aterraban las relaciones sexuales, cosa que enojaba a DeSalvo, cuyo apetito sexual era anormalmente voraz y solicitaba sexo muchas veces al día.

Confesó que no recordaba haber cometido ningún crimen, que sólo recordaba como iba a trabajar y volvía rápidamente a casa para jugar con sus hijos antes de que fueran a dormir. Además, se sentía muy disgustado por los crímenes que le contaba la policía.

Un psiquiatra que colaboraba con la policía, James A. Brussels, llegó a hablar de personalidad múltiple, para luego determinar que era muy extraño que DeSalvo, si tenía personalidad múltiple, no las mostrase en el curso de los exámenes psiquiátricos. Concluyó que en su caso, la causa de perturbación que le llevaba a olvidar lo que había hecho anteriormente era sin duda debido a una esquizofrenia. No un desdoblamiento, pero sí una ruptura de la personalidad.

DeSalvo fue considerado demente, pero fue condenado a cadena perpetua en 1966.

En el psiquiátrico penitenciario murió apuñalado por un compañero de celda en 1973.

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11 de Agosto 2005

John Wayne Gacy

Nació en Chicago, el 17 de marzo de 1942. Hijo de John Stanley y Marion Gacy. Fue un niño frecuentemente golpeado por su padre alcohólico. De niño sufrió una herida en la cabeza que tiempo después le causaría constantes desmayos.

Parecía un hombre ejemplar, trabajó como gerente en un restaurante de Iowa, hasta que en 1968 es arrestado por haber sodomizado a un joven empleado y haberle pagado para que no testificara. Sin embargo, el muchacho terminó por denunciar a su agresor, lo que posteriormente incitaría a Gacy a hundirse en una locura asesina y contrata a otro muchacho al que asesina para vengarse del anterior.

Cuando al poco tiempo se descubre su primer crimen, Gacy es condenado a diez años de cárcel, pero por buen comportamiento sólo es retenido tres. Cuando sale en libertad el 18 de julio de 1970, se encuentra con que su esposa ha pedido el divorcio y Gacy se traslada a Illinois.

El 10. de junio de 1972 se casa con Carole Hoff. Trata de ganar popularidad entre los vecinos involucrándose en la política y en obras benéficas para su comunidad, como organizar fiestas de vecinos o disfrazarse de payaso para visitar a los niños en los hospitales y fiestas.

Al mismo tiempo que comete crimen tras crimen, su éxito y popularidad crecen cada vez más en los negocios y entre sus vecinos. Intimo amigo del alcalde, se convierte en un dinámico activista de la comunidad, contratista independiente, exitoso y líder en la Cámara Menor de Comercio, llega a ser elegido por una revista: "Hombre del año".

Era un hombre con necesidad casi obsesiva de controlar y dominar. Muy inteligente, contaba con un alto cociente intelectual y grandes dotes de manipulación gracias a su habilidad verbal. El experto en "serial killers", Robert Ressler, lo comparaba con una araña que va tejiendo la red sin que las víctimas se den cuenta, hasta que ya demasiado tarde se ven atrapadas y sin posibilidad de escapar.

Rondaba por las zonas de encuentros homosexuales en busca de víctimas. A veces les atraía a su casa y una vez allí les ofrecía alcohol y drogas, luego les ponía películas pornográficas. Cuando la víctima estaba inconsciente la ataba con esposas y cuerdas y la asaltaba sexualmente.

Cuando su segunda esposa lo abandona, el hombre se inicia en una serie de asesinatos a un ritmo de aproximadamente una víctima al mes. Sus víctimas eran todos varones en edad de nueve a veintisiete años. Muchos fueron atraídos por promesas de trabajos en la construcción, luego les ofrecía licores y cuando estaban ebrios los ataba a una silla. Tras violarlos, los mataba y los enterraba bajo su casa.

Mostraba un avanzado grado de sadismo, con frecuencia metía a los jóvenes maniatados en la bañera con una bolsa de plástico en la cabeza. Una vez que el joven estaba casi ahogado lo revivía para infligirle diversas torturas.

Como muchos asesinos en serie, Gacy creía que era invencible, porque nunca iban a sospechar de él. Se volvió más osado y arrogante. No sólo recogía a jóvenes de las zonas de homosexuales, sino que a veces incluso los recogía de la calle y se los llevaba directamente a casa sin preocuparse de lo que los vecinos podrían pensar ni decir.

En 1977 una víctima que sobrevivió a las agresiones informó a la policía sobre Gacy, diciendo que éste había tratado de matarlo, pero no le hicieron mucho caso. A finales de 1978, la madre de uno de los chicos desaparecidos dijo a la policía que unas horas antes de su desaparición, el chico le había telefoneado para decirle que un tal John Gacy le había ofrecido un trabajo; entonces, más alarmada, la policía inició una investigación.

El 13 de diciembre de 1978, la policía consiguió una orden de cateo para la casa de Gacy. Al penetrar en ella, los agentes sintieron un hedor insoportable que invadía todas las habitaciones. Los investigadores siguieron el olor hasta una especie de sótano bajo la casa en dónde hallaron tres cuerpos en estado de descomposición y una caja con cosas inusitadas: marihuana, un anillo de preparatoria con las iniciales J.A.S., siete películas pornográficas hechas en Suiza, pastillas de Valium, una navaja, fotografías de droguerías y farmacias, libros eróticos, unas esposas con llaves, una pistola italiana de 6 mm con cartuchos servibles y ropa muy pequeña para ser de Gacy. Fue arrestado inmediatamente

En el momento de su detención, John Wayne Gacy contaba con treinta y seis años. Su aspecto era agradable: bajo, gordito y con un gracioso bigote negro. Más que un peligroso asesino múltiple parecía un honrado hombre de negocios preocupado por el bienestar de la comunidad… quién se iba a imaginar que este simpático hombrecillo fuera asesino confeso de treinta y tres jóvenes.

Las víctimas de Gacy que habían sobrevivido se presentaron en la prisión e identificaron al agresor, quien confesó entonces haber torturado sexualmente y asesinado a más de treinta jóvenes.

En días posteriores a la detención, buscando otras víctimas, los investigadores incluso procedieron a levantar y cavar en el suelo, encontrándose más cuerpos enterrados entre la grava a poca profundidad y recubiertos con cal viva para acelerar la descomposición. En total se hallaron otros veinticinco cuerpos enterrados en el sótano de la casa y cinco más en un río cercano.

A la pregunta de por qué rebajaba así a sus víctimas respondió que no eran más que unos "despreciables mariquitas", unos inútiles vagabundos, mientras él era un próspero hombre de negocios que no disponía de muchas horas libres. Declaró que una relación sexual esporádica con estos jóvenes le quitaba menos tiempo que mantener una relación seria con alguna mujer.

En el juicio que se celebró en 1988, sus abogados alegaron inocencia por enajenación y que su cliente era inimputable por padecer un serio trastorno de personalidad, como Jekill y Hide.

La parte acusadora dijo entonces que en sus crímenes había un seguimiento de la víctima y premeditación, además de que el acusado era consciente de diferenciar el bien del mal, por lo tanto era imputable por ser responsable de sus actos. Gacy conservaba en todo momento su faceta asesina, incluso cuando actuaba como Pogo para los niños, simplemente ocultaba esa parte de su vida al exterior.

Tras seis semanas de juicio, el jurado lo declaró culpable y fue sentenciado a 21 cadenas perpetuas y 12 penas de muerte.

Gacy negó su culpa alternadamente mientras cumplía su larga condena. En la cárcel consiguió reconocimiento como pintor naïf. Sus cuadros, de temática circense llegaron a alcanzar precios muy elevados en el mercado (300,000 dólares). Finalmente fue ejecutado en 1994.

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30 de Junio 2005

BELLE GUNNES - La Viuda Negra

Nació en 1859 en Trondhjem, Noruega, en dónde vivió hasta el año 1883, en el cual se va a Chicago, y se casa al poco tiempo.

Ocho años después de la boda, en 1900, muere su marido, Max Sorensen, dejándole en herencia la bonita suma de 100 dólares del seguro, además de la suma conseguida por la venta de la granja en dónde residían. Con esa honorable cantidad, Belle se agencia una pensión, con tan mala suerte que se incendia al poco tiempo, dejando a la ´pobre´ viuda con el único consuelo de la póliza de seguros que había tomado la precaución de contratar.

Lejos de mostrar resentimiento alguno, con una iniciativa digna de admiración, invierte todo el dinero en una pastelería, negocio próspero... hasta que de nuevo el fuego lo consume en una sola noche.

Como la compañía aseguradora estaba sospechando que los incendios fuesen provocados, la viuda cambia de aires y decide instalarse en el Este. Se va a Indiana, en dónde se casa por segunda vez con el hombre que le cedería su apellido: Peter Gunness.


Como no es de extrañar en los matrimonios dónde anda de por medio una ´viuda negra´, Peter no vivió mucho tiempo después de casado. Sufrió un extraño contratiempo al resbalar ´accidentalmente´ en un estanque y propinarse un golpe mortal en la cabeza. La viuda Gunness no pudo sino disfrutar del dinero del seguro de su marido.

Después de ésta ´tragedia´ y cansada de estafar las aseguradoras con los incendios, decide probar otros métodos para conseguir dinero fácilmente, como poner anuncios en la sección de contactos de los periódicos. El matrimonio sí que podía llegar a ser dinero fácil, ya lo había comprobado...

´Viuda rica, atractiva, joven, propietaria de una granja, desea entrar en contacto con caballero acomodado de gustos cultivados con el objeto de contraer matrimonio´.

A este anuncio contestaron cantidad de pretendientes, y finalmente, entre la gran variedad de cartas que recibió en respuesta, seleccionó algunos que le parecieron más adecuados. Les envió a cada uno una carta idéntica en tono abiertamente comercial describiéndole sus posesiones:

´Su respuesta me ha llenado de alegría, pues tengo la seguridad de que es el hombre ideal para mí. Estoy convencida de que sabrá hacer que tanto yo como mis niños seamos felices, y que puedo confiarle cuanto poseo en este mundo. Pero voy a ser sincera con usted y le describiré mi situación actual. No debe haber engaños ni disimulos por cualquiera de las dos partes. En la granja hay setenta y cinco acres de tierra y la cosecha es muy variada. Todo esto ya está casi pagado. Tengo tres hijos pequeños, dos niñas y un niño. Perdí a mi esposo en un accidente hace cinco años... y he descubierto que ocuparme de la granja y cuidar de los niños queda más allá de mis fuerzas. Mi idea es encontrar un compañero a quién pueda confiárselo todo... He decidido que cada candidato que ha merecido mi consideración favorable debe hacer un depósito satisfactorio en efectivo o acciones.

Creo que es la mejor forma de mantener alejados a los timadores que siempre andan buscando una oportunidad de ganar dinero fácil. Valgo un mínimo de 20.000 dólares, y si usted puede traer consigo la suma de 5.000 dólares para demostrar que se toma el asunto en serio, hablaremos del futuro.´

No se sabe a ciencia cierta cuantos hombres respondieron a las cartas y llamaron a la puerta de Belle, aunque se estiman más de catorce, pero lo que sí es seguro es que ninguno de ellos vivió para contarlo.

Este juego mortal iba de maravilla para la viuda Gunness, hasta que un descuido acabó con todo. A pesar de que trataba de elegir siempre aquellos candidatos que no tuviesen amigos íntimos o familia, cuando contactó con Andrew Holdgren no se dio cuenta que éste tenía un hermano, por encima, muy curioso...

Habían pasado varios meses desde que Andrew se había marchado hacia Indiana, y como éste todavía no había dado señales de vida su hermano decidió escribir una carta a Belle, la ´prometida´, pidiéndole alguna noticia. En respuesta obtuvo una carta desesperada de la mujer:

´Haría cualquier cosa por encontrarle. Salió de mi casa un día de enero y daba la impresión de ser muy feliz, pero no he vuelto a verle desde entonces... iría hasta el fin del mundo para reunirme con él...´

El 28 de abril de 1908 la mala suerte llamó de nuevo a la puerta de la mujer. Un gran fuego hizo arder la granja hasta los cimientos... y el misterio de todo es que ella no vivió para contarlo.

Cuando llegó la policía encontró cuatro cuerpos calcinados: el mayor fue identificado como perteneciente a Belle, y los tres pequeños, a sus hijos.

Un mes después comparecía ante un jurado por cuatro cargos de asesinato e incendio premeditado Roy Lamphere, uno de los amantes de Belle, y empleado ocasional en las tareas de la granja. Finalmente sólo fue acusado por el incendio, y pasó 21 años en prisión.

Mientras, los investigadores continuaron su tarea en la granja. A los pocos días hallaron el cuerpo desmembrado de Andrew Holdgren envuelto en una tela más nueve cadáveres más, todos ellos despedazados y envueltos en sus respectivas telas.

Lo cierto es que los crímenes aportaron numerosos quebraderos de cabeza a las autoridades. Nunca pudieron desvelar el enigma de los crímenes... ¿Quién era el verdadero asesino, Belle Gunness o Roy Lamphere? ¿Estaba realmente muerta la viuda o había escapado al incendio?.

Por si esas dudas fuesen poco, la policía cometió un grave error por el que fue criticada durante mucho tiempo: en una ocasión detuvieron erróneamente a dos mujeres inocentes en un tren, creyendo que eran Belle y su madre.

Años más tarde, mientras miles de curiosos seguían visitando la granja como si de un espectáculo morboso se tratase, el amante de Belle acusado de incendio confesó los crímenes de la viuda y cómo él mismo le había ayudado a ocultar varios cadáveres. También reveló que el cuerpo calcinado que creían que correspondía al de Belle Gunness, en realidad no pertenecía a ella, sino al de una vagabunda que había sido atraída a la granja.

No obstante, hoy en día gracias a la medicina y a la antropología forense sí se sabe a ciencia cierta que el cadáver pertenecía a Belle. Pero entonces, ¿Por qué habría mentido el hombre? ¿Qué otras mentiras habrá contado a la policía? ¿Realmente provocó el acusado el terrible incendio?, ¿Para que? ¿Lo habrá provocado Belle Gunness para suicidarse dentro o querría haber hecho una tentativa de fraude a una compañía para cobrar otro seguro?... quien sabe...

Posted by Alikuekano at 1:17 PM | Comments (3)

23 de Junio 2005

Edmund Emil Kemper III

Edmund Emil Kemper nació el 18 de diciembre de 1948 en California. Como la mayoría de los asesinos recurrentes, se crió en el seno de una familia conflictiva cuyos padres reñían constantemente y que con el tiempo terminarían divorciándose.

Criado por una madre terrible, que no vacilaba en encerrarlo en el sótano de su casa, Edmund Kemper se vuelve muy tímido y se aísla más y más. Sueña con vengarse e imaginando juegos mórbidos en los cuales tienen un papel esencial la muerte y la mutilación.

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Nadie toma en serio sus fantasías morbosas, ni siquiera cuando a los ocho años juega a la silla eléctrica o a la cámara de gas con su hermana, desempeñando él papel de víctima mientras su hermana hacía de verdugo y lo ejecutaba.

Su primera víctima es el gato de la familia. Le entierra vivo y le corta la cabeza, la cual lleva orgulloso a casa, donde la exhibe en su cuarto como un trofeo.


Es incapaz de expresar cualquier sentimiento de afecto y sus compañeros evitan su presencia, pues les asusta la manera en la que Kemper les mira fijamente, sin pronunciar palabra.

A los 13 años mata a su segunda víctima de sus experimentos, otro gato. Mata al animal a machetazos y su madre descubre los restos del animal ocultos en el armario. Le había cortado el cráneo para exponer el cerebro y luego lo apuñaló innumerables veces.

En 1963, su madre lo manda a vivir a la granja de sus abuelos paternos, que viven en un rancho de California. Es allí a los 16 años de edad, cuando dispara contra su abuela con un rifle del calibre 22 y luego la apuñala una y otra vez para desahogar su ira, porque según él, era más estricta y le imponía más castigos que su propia madre. Después le pegó un tiro a su abuelo y dejó el cadáver tendido en el jardín. Tras estos crímenes, llama a su madre desconcertado para informarla. Cuando los policías le interrogan sobre los motivos, responde: "Solo quería saber lo que se sentía matando a mi abuela".

Las autoridades lo internaron en un hospital de alta seguridad en Atascadero. En 1969 pese a la oposición de los psiquiatras, lo soltaron cuando tenía 21 años, para ponerlo de nuevo al cuidado de su madre.

Para aquel entonces ya medía 2,05 metros de estatura y pesaba unos 135 kilos.

El "gigante asesino" no elegía sus víctimas al azar, las somete a un cuestionario escrupuloso preparando con anterioridad una lista de características físicas y morales de sus futuras víctimas. Es absolutamente necesario que corresponda a la imagen que tiene de las estudiantes que su madre le había prohibido frecuentar. En mayo de 1972 recogió en su coche a dos autostopistas de 18 años, las llevó a un sitio apartado y allí las mató a puñaladas. Luego, trasladó los cuerpos a casa de su madre, les sacó fotografías con una Polaroid, las descuartizó y les cortó la cabeza, al día siguiente entierra los cadáveres en las montañas cerca de las inmediaciones y arroja las cabezas a un barranco.

En septiembre de 1972, cuatro meses después mata a otra joven de 15 años de una manera similar, recogiéndola cuando hacía autostop, estrangulándola, violando el cadáver y llevándoselo a casa.

Mientras se entregaba a esta orgía criminal acudió a una de las evaluaciones psiquiátricas a las que debía someterse con regularidad, y fingió tal lucidez que según los peritos que lo examinaron, ya no representaba una amenaza para sí mismo ni para los demás. Ese día llevaba en el maletero de su coche la cabeza decapitada de su víctima más reciente.

Ed espera otros cuatro meses antes de volver a matar. En febrero de 1973, amenaza a punta de pistola a otra estudiante para que se meta en el maletero, antes de llegar a su casa la ha matado, coloca el cadáver encima de su cama y lo viola. Desmiembra el cuerpo en la bañera y arroja los restos al mar, la cabeza la entierra al pie de la ventana del cuarto de su madre.

En febrero de 1973, otras dos chicas caen bajo los golpes del "gigantón de Santa Cruz". Kemper amontona los cadáveres en el maletero y regresa a casa de su madre, donde cena tranquilamente. Luego baja a decapitar los cuerpos.

Finalmente Kemper mata a su madre a martillazos mientras dormía, antes de decapitarla y de violar su cadáver. Más tarde pone la cabeza de su madre sobre la repisa de la chimenea y le lanza flechitas mientras la insulta.

Esa noche telefonea a una amiga de su madre y la invita a cenar. Tan pronto como se sienta la golpea, la estrangula y la decapita.

Tras esto decide entregarse a la policía. El objetivo principal había desaparecido, dijo más tarde a la policía intentando explicar su decisión por entregarse. En sus confesiones posteriores reconoce que lo que más deseaba era saborear su propio triunfo sobre la muerte de los demás. Él vencía a la muerte y vivía mientras los demás morían. Esto actuaba sobre él como una droga, empujándolo a querer cada día más gloria en su victoria personal a la muerte.

En vida, la muerte siempre estaba con él.
Al preguntársele como reaccionaba cuando veía a una muchacha bonita en la calle, contestaba: Un lado de mí, dice, "que chavala tan atractiva, me gustaría hablar con ella, salir con ella", pero otra parte de mí se pregunta cómo quedaría su cabeza pinchada en un palo.

Edmund Kemper fue declarado culpable de ocho asesinatos en primer grado. Cuando le preguntaron qué castigo pensaba que merecía, contestó que "la muerte por tortura".

Con ocho condenas por asesinato en primer grado, Kemper escapa a la pena de muerte porque acaba de ser abolida en el estado de California, donde más tarde fue restablecida.

En 1978, Robert Ressler (psicólogo y criminólogo que acuñó el término de "serial killer"), y John Douglas (Jefe de la unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI), que en aquella época estaban haciendo un estudio sobre la psicología del asesino en serie, decidieron interrogar a Kemper en su celda de California, en dónde se encontraba cumpliendo varias condenas de cadena perpetua.

El reo aceptó entusiasmado la entrevista, y tras entregar sus armas y firmar un documento que exime toda responsabilidad a las autoridades carcelarias de lo que pueda pasar en el interior, los dos hombres se encontraron cara a cara con aquel curioso asesino de talla descomunal y tupido bigote.
Su inteligencia era como su talla, sobresaliente. Según los registros de la prisión, su cociente intelectual era de 145.

Allí les comentó que su madre siempre le había odiado, pues desde niño él se parecía a su padre. Cuando cumplió 10 años ya era un gigante para su edad, y como su madre temía que pudiera abusar sexualmente de su hermana, lo hacía dormir en un sótano que no tenía ventanas.

Recluido como un preso y obligado a sentirse culpable y peligroso cuando no había hecho nada malo, se fue obsesionando con la idea de matar. Cuando sus padres se separaron, mató y descuartizó a los dos gatos de la familia, (según los dos investigadores, la crueldad infantil hacia los animales es el rasgo principal de los tres que caracterizan la personalidad del asesino múltiple. Las otras dos son la piromanía y la enuresis o incontinencia urinaria durante el sueño).

Kemper trató una vez de entrar a formar parte de la Policía de Carreteras de California, pero lo rechazaron. (También esta característica es común en muchos de estos criminales. Si se tiene en cuenta que la mayoría de ellos son individuos fracasados y resentidos, no es de extrañar que en algún momento se ilusionen con la idea de convertirse en policías, que son los representantes de la autoridad e inspiran respeto).

Kemper les contó que posteriormente frecuentaría los sitios de reunión de los agentes y entablaba conversación con ellos, lo cual no sólo le hacía sentirse integrante del grupo sino que le proporcionaba información reservada sobre el avance de las investigaciones de sus crímenes.

Una inquietante anécdota que los investigadores relataban, es que al final de la tercera entrevista, Robert Ressler aprieta el timbre para llamar a la guardia, llama tres veces en un cuarto de hora. Sin respuesta Kemper advierte a su entrevistador de que no sirve de nada ponerse nervioso, pues es la hora del relevo y de la comida de los condenados a muerte, y agrega que nadie contestará a la llamada antes de otro cuarto de hora por lo menos: "Y si de repente me vuelvo majareta, vaya problema que tendrías , ¿verdad? Podría desenroscarte la cabeza y ponerla encima de la mesa para darle la bienvenida al guardia...".

Nada tranquilo, Ressler le contesta que esto no volvería más fácil su estancia en la cárcel. Kemper le responde que tratar así a un agente del FBI provocaría, al contrario, un enorme respeto entre los demás prisioneros. "No te imagines que he venido aquí sin medios de defensa", le dice Ressler. "Sabes tan bien como yo que está prohibido a los visitantes llevar armas", responde Kemper, mofándose.

Conocedor de las técnicas de negociación Ressler intenta ganar tiempo. Finalmente, el guardia aparece y abre la puerta, Ressler suspira con alivio. Al salir de la sala de entrevistas, Kemper le dirige un guiño y poniéndole el brazo sobre el hombro, le dice sonriendo: "Ya sabes que sólo bromeaba, ¿no?"

Fuente: Escalofrio.com

Posted by Alikuekano at 11:49 AM | Comments (9)

5 de Mayo 2004

El Merodeador Nocturno

Algunos psicologos calificaron a Richard Ramirez como un asesino fuera del grupo de los asesinos. El "merodeador nocturno" mata a 14 personas en Los Angeles entre 1984 y 1985.
Como la mayoria de los asesinos en serie, Ramirez fue en su adolescencia un chico problematico: a los 9 años ya comenzo a robar y mas tarde a consumir drogas en su estado natal, Texas.
Una vez en Los Angeles, comienza su carrera como asesino, sin unas pautas concretas lo cual hace mas dificil su detencion: mataba a personas danlole igual sexo, raza, edad o condicion. Las armas utilizadas iban desde un bate de beisbol a un puñal, pasando por varios tipos de pistolas.
Su modus operandi tambien oscilaba, ya que podia asesinar de una manera organizada sin dejar pista o matar sin ningun cuidado creyendose amparado por su dios Satan, dibujando signos satanicos en las paredes , comiendo en casa de sus victimas, robandoles el dinero que llevaban encima o dejando las armas homicidas en el lugar del crimen.

ramirez

Su juego preferido era salir de caza, acompañado por un walkman, oyendo AC/DC, encontraba a su victima y entraba en su casa preparado para violar y matar.
Al principio, solo golpeaba y violaba, dejando incluso a la mayoria de sus victimas con vida, pero despues se hace mas sadico, como por ejemplo, en el asesinato de una joven, que violo y la saco los ojos con una cuchara, matando a la chica despues y enviandolos a su casa al dia siguiente.
Como muchas de sus victimas sobrevivian, una mujer le reconocio en Agosto de 1985 por la calle, despues de numerosos retratos robot enviados por la policia, y un grupo de gente a la voz de "matadlo" le persiguio y capturo mientras intentaba robar un coche, salvandole de ser linchado una patrulla de policia.

El 4 de Octubre de 1989, reliza las siguientes declaraciones:

"...Yo no creo ni en la hipocresia ni en los dogmas morales de la llamada sociedad civilizada. Solo me basta con mirar dentro de esta habitacion, para conoceros tal y como sois: mentirosos, cobardes, asesinos, ladrones... y cada uno con su propia profesion legal. Sois unos gusanos hipocritas, me poneis enfermo..."
"...No necesito oir todas los raciocinios de vuestra sociedad. Ya los he oido antes y los argumentos siempre son los mismos..."
"... No me entendeis. Tal y como suponia, no sois capaces de hacerlo. Yo estoy mas alla de vuestra experiencia. Estoy mas alla del bien y del mal..."


Finalmente es acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 9 violaciones (entre las cuales 3 han sido a menores), 2 secuestros, 4 actos de sodomia, 2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos de morada.
En 1989 es condenado a la camara de gas, y Ramirez no perdio su fe: "... !Legiones de la noche!, !Razas de la noche!, no repitais los errores del Night Stalker y no concedais clemencia alguna... Yo sere vengado. Lucifer esta con nosotros..." (Fuente La Guarida De La Bestia)

Posted by Alikuekano at 6:47 PM | Comments (6)

6 de Febrero 2004

Destripando a Jack el Detripador

Jack el Destripador comenzó su carrera probablemente el 31 de agosto de 1888. Aunque no hay certeza absoluta, ya que se duda si el asesinato de una mujer, también prostituta, el 6 de agosto de ese mismo año, y que respondía al nombre de Martha Turner, fue también obra suya. En todo caso la policía no dio en su momento publicidad a este caso. Martha fue asesinada por un "largo y afilado cuchillo" entre las 2 y las 3 y media de la madrugada. De todas maneras el hecho de haber sido sorprendida en el mismo barrio de Whitechapel en un pub que todavía existe (El Ángel y la Corona), da motivos a la sospecha.
Otro crimen, cinco días después, tampoco se le atribuye al Destripador. Fue el caso de Emma Smith, también prostituta y alcohólica que apareció muerta por violencia (se desconoce si fue apaleada o acuchillada) y que también ocultó la policía. Dado que sucedió en el mismo distrito de Withchapel las sospechas son parecidas al caso anterior.

El primer crimen oficial, por así decirlo, y el que reconocen todas las crónicas, es el del 31 de agosto de 1888, Mary Ann Nicholls (alias Polly) (prostituta y alcohólica) que muere violentamente con la traquea, esófago y medula espinal, cortados; vientre abierto, etc. Se juzgó que la muerte había sido casi instantánea. En este caso sabemos que la policía no examinó el cuerpo en plena calle, y que lavó el pavimento y el cadáver antes de cualquier examen pericial. Podría parecer un caso de impericia profesional, aunque en la época la tecnología policial estaba en ciernes. También podría haber sido para no sembrar la alarma en la zona, sobre todo si pensamos en los dos casos anteriores que habían sido ocultados. Según el atestado forense "Las heridas infligidas a la víctima han sido hechas por persona experta, que hizo los cortes con absoluta precisión y limpieza."

El segundo crimen de la serie sucede el 8 de septiembre del mismo año. Annie Chapman (prostituta y alcohólica, como las demás) es asesinada de idéntica forma. Sólo destacamos que del útero, la parte superior de la vagina y una porción de la vejiga no se encontró rastros. En la encuesta judicial algunos testigos indicaron la presencia de un hombre de unos 40 años. bien vestido y con acento extranjero. Dadas estas características surgió un sospechoso de ser el "Delantal de Cuero" (aún el asesino no tenía su nombre con el que fue mundialmente conocido), el judío John Pizer, zapatero de origen polaco. Pero la acusación se derrumbó ya que éste tenía una buena coartada. A raíz del segundo asesinato conocido se formó un "Comité de Vigilancia" organizado por un grupo de comerciantes de Whitechapel.

Justo en ese mes, el 27 de septiembre, la policía recibe la primera carta firmada por "Jack el Destripador". Enviada a la Central News Agency, de Fleet Street está escrita con tinta roja (un detalle de humor negro) y en ella se escribe

"No cejaré en mi tarea de destripar putas. Y lo seguiré haciendo hasta que me atrapen. El último trabajo salió bordado (...) Retengan esta carta, sin hacerla pública, hasta mi próximo trabajo (...) No les importe llamarme por mi nombre artístico".

Cómo se ve, una misiva muy provocadora. Si este mensaje se hubiera enviado en la época actual, podríamos decir que la sociedad se enfrentaba a un "asesino mediático"; alguien que no sólo mataba sino que, además, quería salir en todos los medios de comunicación.

El tercer y cuarto crimen se cometen el mismo día, el 30 de septiembre de 1888. Elizabeth Stride (alias "Long Lizz", la "Larga Liz"), prostituta, alcohólica y sueca (sólo las dos primeras características tienen alguna clase de relación) fue asesinada de la misma manera. Una oreja cortada, pero en este caso su cuerpo no había sido mutilado (parece que la aparición de un transeúnte inesperado hizo huir al asesino).

Poco después, Catherine Eddowes (con la misma profesión y el mismo gusto por el alcohol), es muerta de la misma forma. Le faltaba la oreja derecha, los ovarios y un riñón. Este es un caso de mutilación con especial ferocidad. El asesino estaba cebado.

En una pared alguien escribió

"No hay por qué culpar a los judíos".

Sir Charles Warren, el jefe de policía del momento, hizo borrar la inscripción para no ocasionar tumultos contra los judíos. Otro detalle de impericia policial, o de hacer prevalecer criterios políticos sobre los estrictamente técnicos.

También de la misma fecha, 30 de septiembre, es la segunda carta de Jack el destripador a la policía:

"Mi querido jefe: ...Gracias por haber retenido mi carta anterior hasta este momento, en que de nuevo me he echado a la calle para trabajar."

Estas cartas conmovían aún más a la opinión pública y fueron muy importantes para crear el clima de agitación social y de acusaciones a la policía de impericia, falta de profesionalidad e incluso ocultación de pruebas que inculpaban a personalidades importantes del establishment. El caso sin perder su carácter criminal empezó a tomar, también, un cariz político.

Recordemos también una tercera carta con un paquete dirigido a George Lusk, que presidía el Comité de Vigilancia de Whitechapel, conteniendo una parte de riñón, con una nota:

"Desde el infierno, señor Lusk, le envío la mitad del riñón que tomé de una mujerzuela, y que conservé para usted después de freír el otro. Estaba muy bueno, de verdad".

Como se ve la provocación que había montado Jack el Destripador hacía sospechar que alguien suficientemente inteligente estaba detrás de estos absurdos asesinatos. No eran crímenes cometidos por un alcohólico cliente de esas damas de la noche.

Hay otra posible carta que circulaba en los diarios y que contenía la siguiente cuarteta:

"No tengo tiempo aún para deciros/

cómo me he convertido en un asesino/

Pero ya sabréis cuando llegue el momento/

que soy uno de los pilares de la sociedad."

Jack el Destripador tenía vocación literaria... o quizá algo más.

El quinto y último crimen, conocido y adjudicado a Jack, es el más sangriento y espeluznante de todos los cometidos hasta ese momento.

El 9 de noviembre de 1888 Jack el Destripador se despide con el descuartizamiento de Marie Kelly, también prostituta y alcohólica. Fue muerta en su habitación que alquilaba en la calle Miller's Court nº 13 de Whitchapel. La mujer fue encontrada tendida de espaldas sobre su lecho, desnuda, con las orejas, la nariz y los senos arrancados. Su vientre abierto y las vísceras repartidas por diferentes partes de la estancia. En una mesa cercana el cruel asesino dejó expuestos los riñones. Faltaba la parte inferior del tronco y el útero. El corazón tampoco fue hallado. Toda la habitación estaba cubierta de sangre; las paredes manchadas.

Feldman, analizando las fotos de la época observó claramente escrito en una pared las iniciales "FM", que no dieron ninguna pista clara para la investigación posterior. Sin embargo, anota, estas letras encajaban perfectamente con las iniciales de la "puta madre", como Maybrick escribía en su supuesto diario, Florence Maybrick.

A raíz de este violento crimen Sir Charles Warren presentó su dimisión a la Cámara de los Comunes el 12 de noviembre de 1888, entro los vítores de una oposición algo menos violenta pero no menos cruel que el sádico asesino de Withchapel.

Fue el último crimen que conmovió a la opinión pública, pero si el Diario no es apócrifo hubo por lo menos otro más, aunque los detalles no están dados y probablemente, de haber existido, se dieron fuera de Londres.

En la época existieron muchas sospechas aunque ninguna fue demostrada. La más peligrosa (para el sistema social) fue la de que Jack no era otro que Edward, el duque de Clarence, hijo del rey Eduardo VII, que murió, a los 28 años, justamente luego de esta serie de asesinatos. Según parece, el joven duque gustaba de la cacería del ciervo, con todo su sanguinario ritual, vestía elegantemente y frecuentaba lupanares. O sea que, en principio, no parecía imposible su otra identidad. La causa oficial de muerte fue: "neumonía". Existen sospechas que murió por otra causa (sífilis en su ultimo estadio) en una clínica privada cerca de Ascott.

También se pensó que estaban mezclados los judíos y los masones. En realidad se sospecho de casi todo. Y los diarios atizaron la hoguera convirtiendo unas sórdidas muertes en un caso de terror colectivo que implicaba a la principal ciudad del imperio mundial más importante y extenso.

Ya con estos elementos, y sin conocer nunca quien fue el causante, la leyenda tiene asegurada una larga vida. Nunca se sospechó de Maybrick, excepto sus más íntimos allegados (como su hermano Michael) según comenta Feldman. Lo que sí es cierto que de no haber existido confabulación para ocultar hechos "durante" el tiempo de los crímenes, si parece haberla a posteriori. O la justicia británica podía llegar a ser una caricatura de si misma, o existieron intereses poderosos para silenciar definitivamente a Florence Maybrick en una especie de "asesinato" legal.

(Texto extraido del WebMagazine "Casi Nada" y basado en el libro "Jack el Destripador - Capitulo Final" de Paul H. Feldman )

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11 de Noviembre 2003

Henry Lee Lucas y Ottis Toole, Una estraña pareja.

HENRY LEE LUCAS

Henry Lee Lucas era un sádico bisexual que asesinó a once personas incluyendo a su propia madre, Viola Lucas, que le parió sin querer tenerlo y le crió a palizas.

Siendo niño vio a su madre prostituirse pero quizás le hiciera más daño ver cómo su madre golpeaba también a su padre, Anderson Lucas, un alcohólico al que le faltaban las piernas, o peor aún, soportar que le vistieran como si fuera una niña.

Por supuesto se crió desnutrido, sin atención, sin educación ni valores.

Sus primeras experiencias sexuales las mantuvo con animales a los que violaba para luego asesinarlos.

En 1950 los padres tuvieron una discusión que terminó con la marcha del padre. Para cuando lo encontraron al día siguiente estaba muerto y congelado en el bosque. Tras la muerte de su padre Henry abandonó definitivamente su casa e inició una prolífica carrera delictiva con pequeños robos ingresando pronto en reformatorios y finalmente en la cárcel, dónde probó el sexo con humanos por primera vez. Salió en libertad por poco tiempo en 1959, al salir volvió a su casa y tras una fuerte discusión con su madre terminó rajándole el cuello con una navaja, e hizo realidad una fantasía que tuvo desde siempre; acabó realizando el acto sexual con el cadáver de su propia madre.

Henry Lee Lucas se estaba vengando a su manera. Por supuesto le detuvieron y le sentenciaron a prisión y cinco años de reclusión en un centro psiquiátrico. Allí se le diagnosticó como suicida y psicópata sádico y se mencionaron diversas desviaciones sexuales.

En 1970 y sin estar curado abandonó la cárcel y se marchó a vivir a casa de su hermana y su cuñado. Estos estaban engañados respecto a su salud. Le creían curado. Henry Lee trató de no llamar demasiado la atención pero mató al perro de la familia.

Más adelante se casó con una amiga de su hermana, Betty Crawford que tenía dos hijas, Cindy de 8 años y Kathy de 9. Ella trabajaba y él solía quedare en casa con las niñas. Henry Lee violaba a la pequeña Cindy y obligaba a mirar a la mayor, Kathy.

Aprovechó al máximo esta situación pero acabó aburriéndose de la rutina sexual por lo que acabó abandonándolas por las buenas sin dar ninguna explicación. Empezó a vagar con su coche por América y fue en Miami donde se encontró con el que iba a ser su inseparable amigo Ottis. Ottis no tenía nada que envidiar a Henry, era un psicópata apodado "El Caníbal de Jacksonville"; pirómano, homosexual, aspirante a transexual, asesino y ligeramente retrasado.

OTTIS TOOLE

Ottis Toole vivió una infancia lúgubre y de abusos marcada por una abuela satanista y una hermana (Drusilla), que le sometió a todo tipo de perversiones sexuales desde que Ottis tenía seis años. A los 7 años ya se vestía de niña, era algo retrasado. Se libró de su hermana cuando a ésta la metieron en un reformatorio, mas tarde Drusilla se suicidó.

Aun cuando su hermana ya no estaba presente se lió con un vecino homosexual combinando sus aficiones homosexuales con las de pirómano: incendiaba una casa y cuándo esta ardía Ottis se masturbaba contemplando el espectáculo. Se convirtió en un adicto sin recuperación a las drogas y el alcohol antes de cumplir los diez años.

Con 13 años se ofrecía gratis para hacer felaciones a los borrachos de su barrio: le excitaba sentirse utilizado, con 14 años cometió su primer asesinato y cuando tenía 25 ya había cumplido trece condenas.

Cometió varios robos y acabó en el reformatorio. Entrando y saliendo varias veces más de la cárcel por diversos motivos; en una ocasión le pillaron en un parque intentando practicar sexo a homosexuales, su gran error fue insinuarse a oficial de policía que iba de paisano. A pesar de ello Ottis tenía responsabilidades, por la noche se corría sus juergas pirómanas o gays y por el día cumplía religiosamente con su jornada laboral.

Henry Lee LucasOttis Toole

Henry y Ottis formaban una pareja perfecta, Henry no era demasiado fuerte pero sí muy inteligente y Ottis era capaz de tumbar de un puñetazo a cualquiera, además al no ser demasiado inteligente vio en Henry a una especie de iluminado.

La autopista I-35 que cruzaba todo el país se convirtió en su particular coto de caza privado. Nunca mataban a 2 personas en el mismo sitio y después de sus matanzas solían descuartizar los cadáveres y repartir los miembros por todo el país, lo cuál hizo muy difícil la reconstrucción de los casos por parte de la policía. La especial habilidad de Henry para matar y no ser descubierto les permitió cometer sus atrocidades por toda Norte América durante varios años. A Henry lo que le gustaba era asesinar a mujeres de ojos grandes y buenos senos. Primero fornicaba con ellas, se quedaba insatisfecho, las acuchillaba o retorcía el cuello y luego las volvía a penetrar obteniendo entonces el placer, disfrutaba mucho más fornicando con un cadáver que con un ser vivo. (LatinoSeguridad)

Por su parte Ottis como era homosexual prefería violar a un hombre, obtener placer sexual y luego le mataba a tiros, no le gustaban los cuchillos, se lo pasaba mejor con la pistola y disfrutaba con la sensación de cowboy que recorría su cuerpo después de matar a alguien a bocajarro. Otras veces, en señal de amistad Henry ayudaba a Ottis en sus actividades piromaniacas. La vez que más se divirtieron fue cuándo quemaron una casa con un viejo dentro. Contemplaron desde la calle como el anciano pedía ayuda por la ventana y moría abrasado, Ottis culminó la experiencia masturbándose allí mismo.

Viajaban en destartalados coches y para ahorrar gastos solían vivir y dormir en el coche, cómo nunca se lavaban ni se cambiaban de ropa el coche les iba bien para ir tirando. Pero a pesar de su mal aspecto y su mal olor eran simpáticos y sabían congeniar con las personas, por lo que cuando se ganaban la confianza de alguien le mostraban el otro lado de su oscura personalidad matándole, abusando sexualmente de él y descuartizándole.

Cuando Ottis volvía a su casa para trabajar unas cuantas semanas Henry seguía en solitario, pero al no cargar con Ottis podía dedicarse exclusivamente a las mujeres. En una ocasión en el '78 conoció a una chica en el parking de un edificio, ésta le invitó a subir a su casa. Con la única ayuda de su "encanto" personal Henry la convenció para hacer sexo, ella aceptó pensando que Henry era un tipo normal, cuando Henry comprobó, como de costumbre, que no podía llegar a la eyaculación, la acuchilló, volvió a penetrarla y tras el clímax le clavó una navaja por el ano.

A principios de los '80 entró en escena la sobrina de Ottis, Becky Powell. Tenía 15 años pero se comportaba como si tuviese 10. Ottis la invitó a acompañarles en sus viajes y Becky aceptó encantada. Con ella innovaron en sus técnicas, el nuevo procedimiento consistía en enviar a Becky a llamar a las puertas de las casas, esperar a que abriesen y entonces entrar todos en grupo. Becky se lo tomaba como un juego y pronto les cogió mucho cariño, especialmente a Henry, el cuál la convirtió en novia oficial. Esa relación trajo problemas en la amistad entre Henry y Ottis, ya que Henry decidió tomarse en serio su nueva relación y estuvo unos meses sin matar a nadie deseando encontrar algo de paz interior.

Al poco tiempo la pareja empezó a trabajar cuidando a una anciana, Kate Rich, estuvieron varios meses hasta que Henry decidió reemprender camino de nuevo, acabaron viviendo en una granja de predicadores denominada House of Prayer. Vivieron un tiempo allí hasta que Becky sintió nostalgia de su hogar y pidió a Henry que la dejase ir a Florida a ver a su familia, la idea no le gustó a Henry ya que sabía que si Becky iba con su familia ésta le apartaría de él, pero al final acabó cediendo. Iniciaron el viaje en auto-stop hasta que tuvieron una discusión en medio de la autopista, Henry zanjó el asunto clavándole un cuchillo en el corazón, seguidamente fornicó con el cadáver en el que, según comentaría posteriormente, fue su mejor relación sexual con Becky. Acababa de cometer el mayor error de su vida y no contento con ello fue a ver a Kate Rich diciéndole que Becky quería verla, en el camino hacia la granja Henry acuchilló a la anciana sin ningún motivo.

El arresto ya era sólo cuestión de tiempo ya que no era difícil relacionar lo acontecido. Y sucedió, la policía no tardó en dar con él y tras un par de interrogatorios descubrieron que tenían ante sí probablemente al "serial killer" más sanguinario de la historia de Norte América. Henry estaba cansado, ya no tenía ganas de seguir matando, había llegado el momento de recrearse recordando los buenos tiempos. Confesó los asesinatos de Becky y Kate Rich y docenas de asesinatos más de los que ni siquiera era sospechoso. Ottis también fue arrestado por pirómano y confesó haber acompañado a Henry en muchas de sus matanzas. Ottis fue condenado a cadena perpetua y Henry esperaba su turno para ser ejecutado. La sentencia estaba fijada para 1988, pero le fue conmutada por cadena perpetua por el entonces governador de Texas, George Bush Jr. No se sabe que oscuros pensamientos cruzan su mente en la actualidad, pero lo que sí es seguro es que no se arrepiente de haber cometido ninguno de los 360 asesinatos que se cree que ha cometido, aunque en algunos interrogatorios asegura haber cometido unos 900.

Henry Lee Lucas en prisión

Ottis Toole poco antes de su muerte

La vida de Henry Lee se hizo pública en el mundo cinematográfico cuando John McNaughton la narró en 1989 en el largometraje "Henry: retrato de un asesino".

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7 de Noviembre 2003

JEFFREY L. DAHMER, "El carnicero de Milwaukee"

Otro buen elemento para la colección de asesinos, en esta biografíia que he encontrado algunas cosas son mas rumores y mitos que realidad, pero representa fielmente lo que es Dahmer dentro de este maravilloso mundo. :P

Jeffrey L. Dahmer se trata de un asesino en serie estadounidense cuyo perfil psicológico es prototípico del hombre carente de todo aquello que hace tolerable llevar una existencia normal. Su actitud negativa le impidió tener amigos, relaciones, trabajos, intereses, ocupaciones, dinero, esperanzas o simplemente un lugar dónde vivir. Nunca llegó a socializarse y su cavernoso interior emocional se fue degradando mientras llenaba ese enorme vacío de fantasmas.

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Nació el 21 de mayo de 1960 en el hogar de un matrimonio problemático compuesto por un conocido investigador químico y una neurótica emotiva y autocompasiva. Era un niño tímido y solitario que temía el abandono y daba la impresión de estar desamparado.

El joven Jeffrey no hacía más que gritar pidiendo atención desde la temprana edad, aunque fuera subconsciente. Pero esos gritos no fueron oídos por unos padres demasiado absortos en sus propias guerras personales durante un amargo divorcio que dejó al niño con la sensación de ser abandonado.
Pronto se interesó por la anatomía animal. En el sótano de su casa guardaba un montón de huesos de conejos, pollos y otros animales, sintiendo gran curiosidad por verlos dentro de los animales vivos que manipulaba. Su familia cambió de vivienda seis veces antes de establecerse en 1968 en Ohio. La mayor parte de su infancia la pasó escondido en un cobertizo de madera en una colina cazando insectos en frascos y conservándolos en formol. Luego pasó a las ardillas, mapaches y otras piezas más grandes, transportando los cuerpos hasta el bosque, donde los dejaba pudrirse. Luego sumergía los restos en lejía para limpiar y blanquear sus huesos.

Su madre, tras una temporada en el hospital, tuvo que guardar cama por el resto de sus días por haber ingerido enormes cantidades de tranquilizantes y otras drogas, hecho que ensimismaría a Dahmer en un aislamiento inquebrantable.

A los once años ya hablaba de manera monocorde. Se convirtió en un solitario, balando como una oveja en clase o comportándose como un retrasado en las tiendas para llamar la atención de sus compañeros. También comenzó a beber y a masturbarse compulsivamente utilizando revistas para homosexuales o mirando las entrañas de los animales que cazaba. A los dieciséis años solía ir borracho a clase, donde tenía un solo amigo que era proveedor de marihuana y con quien se colocaba a diario. El joven se refería al alcohol como su "medicina", un tónico autorrecetado con la intención de calmar sus momentos de angustia. Y ese alcohol a su vez, alimentaba su inclinación hacia la excentricidad.

A los diecisiete años, tras observar un joven que a diario pasaba haciendo jogging delante de su casa, sintió un deseo desenfrenado de poseerlo. Como no se atrevía a abordarlo para entablar una conversación, optó por coger un bate de béisbol y se dispuso a esperarlo con la idea de atacarle cuando pasara, pero afortunadamente el joven dejó de ir a correr por esa zona, salvándose de haber sido una primera víctima del atormentado Jeffrey Dahmer.
Al año siguiente, su padre abandonó el hogar, y al poco tiempo, el 18 de junio, el chico se venga recogiendo en la carretera a un autoestopista, a quién llevó a su casa y asesinó, luego metió el cuerpo en un saco de basura y lo arrojó por un barranco.
Después de esto, entró en una crisis depresiva y renunció a seguir viviendo, pero su padre lo envió a la Universidad. Allí también fue rechazado por su continuo estado de embriaguez, y en diciembre de 1978 su padre lo obliga a alistarse en el ejército, pero sus continuas borracheras no cesan. Al licenciarse va a vivir con su abuela, en donde muestra una posible reinserción, pues comienza a ir a la iglesia, a leer la Biblia e incluso reduce su dosis de alcohol y encuentra trabajo en una fábrica...

Pero al poco tiempo comenzó de nuevo a masturbarse insistentemente e incluso robó un maniquí de una tienda, que le hacía las veces de compañero sexual. También empezó a frecuentar las saunas de Milwaukee, en donde se daban cita algunos homosexuales para tener relaciones anónimas e impersonales, pero le resultaba difícil conseguir la erección mientras sus parejas estaban despiertas, por lo que optó por drogarlos con somníferos antes de mantener una relación sexual. Después de esto, ninguno de sus amantes cuando volvían en sí querían volver a saber más de él, por lo que creyó más oportuno buscar un cadáver para satisfacer sus instintos sexuales.
Esa misma noche, tras asistir al funeral de un joven de dieciocho años, fue a desenterrarlo al cementerio, pero no lo consiguió por que el suelo estaba congelado debido a las bajas temperaturas.

En septiembre de 1986 es arrestado por exhibicionismo indecente y desembocó a su primer análisis psicológico, siendo diagnosticada una personalidad peligrosa.

Un año después mataba por segunda vez. Esta vez se trataba de un joven negro al que ofreció una bebida dopada. Dahmer se despertó al día siguiente encima de un cuerpo ensangrentado, pero afirma no recordar nada de lo que pasó aquella noche. Lo que sí revive es cómo tras levantarse mete el cadáver en el armario y sale a comprar una gran maleta para trasladar el cuerpo a casa de su abuela. Allí cuenta que lo guardó en el sótano y lo desmembró, envolviendo la cabeza en una manta y guardándola en una estantería para hervir más tarde el cráneo y blanquearlo.

Después de eso, Dahmer comienza a matar siempre que tiene ocasión.
Seguía el mismo modus operandi: primero el flirteo ofreciendo dinero a cambio de sexo, luego les ofrecía bebida con somnífero y finalmente los estrangulaba. Después de matar a su víctima se quedaba abrazando el cadáver, pensando en cómo conservar las cabezas y formar una especie de altar en la habitación adornado con los huesos.

Dahmer seguía la predecible pauta de los asesinos en serie. Empezó matando cautelosamente asustado por sus crímenes. Luego el ritmo aumenta y se convirtió en una máquina de matar más efectiva. Está más que demostrado que estos asesinos con el tiempo se vuelven arrogantes y despreocupados convencidos de que no pueden ser apresados por ningún ser mortal, creyendo tener máximo poder y autoridad sobre los demás.

Dahmer mostraba muchas características de asesino organizado: acechaba a sus víctimas, les engañaba para llevárselos a su apartamento con la promesa de dinero y favores y después de la muerte ocultaba las pruebas de los crímenes, pero también daba muestras de ser un criminal desorganizado: realizaba actos sexuales con sus víctimas después de la muerte, consumía su carne y sangre, las mutilaba y conservaba algunas partes como recuerdos. Esta mezcla de delincuente organizado y desorganizado es lo que se denomina un asesino "mixto".

En una ocasión, una de sus víctimas logró marcharse antes de que las drogas surtiesen efecto, y la policía efectuó un registro de la casa, pero afirmaron no haber hallado nada...

El 30 de enero de 1989 fue declarado culpable de atentado contra el pudor en segundo grado, por seducir a un menor de 13 años con propósitos indecentes, y antes de comenzar a cumplir la condena de un año de cárcel, mató otro joven, guardó el cuerpo en el cuarto de baño y para su mayor satisfacción sexual lo mutiló y le pintó el cráneo con aerosol.

En marzo de 1990 se trasladó a vivir a un deteriorado piso, en dónde adquirió una larga mesa y dos grifos de plástico para extender los cuerpos de sus víctimas. Allí tomaba fotos de sus amantes con una cámara Polaroid una vez muertos. Luego, congelaba los órganos, comía parte de la carne y hervía el resto en una enorme olla antes de echarlos en un gran contenedor de basura preparado con ácido.

Normalmente, el caníbal rajaba los cuerpos desde el cuello hasta la ingle frotando las vísceras para procurarse un mayor placer sexual, pero llegó un momento en que este placer no era suficiente y con sus víctimas pensó en crear "zombis" o muertos en vida que pudiera conservar sin que se deteriorasen, agujereando los cráneos e inyectándoles un líquido.

A veces se bañaba en compañía de los cadáveres. En la nevera guardaba los corazones, en el congelador las cabezas, en el fichero los cráneos y en la cama un cuerpo descompuesto. Así lo contaron los policías que registraron su casa horrorizados una vez que lograron arrestarlo el 23 de julio tras la denuncia de otra víctima que logró fugarse de su casa.
El joven, atado con unas esposas, había alertado a la policía diciendo que un hombre con un cuchillo le había amenazado con arrancarle y comerle el corazón.
Cuando la última víctima escapó de su apartamento en medio de la agresión, el asesino aguardó tranquilamente a que llegara la policía y no hizo ningún esfuerzo por destruir u ocultar la gran cantidad de pruebas que guardaba en su domicilio: centenares de fotografías de sus víctimas tanto muertas como vivas, cráneos y partes del cuerpo en bidones, cajas y en el congelador.

Según su abogado, si no se había resistido es porque deseaba terminar con todo aquello. Deseaba ofrecer a la policía una declaración completa de lo que había hecho, puesto que no podía culpar a nadie salvo a él mismo.

Según Park Dietz, psiquiatra forense que actuó como consultor en el estudio sobre asesinos en serie del FBI, Dahmer encaja perfectamente en la subcategoría que se denomina "marginal": una persona propensa a la furia asesina si cree que está siendo abandonada, con una perversión capaz de realizar actos sexuales con la víctima una vez muerta. El desorden de esta personalidad marginal está marcada por el miedo al abandono y la incapacidad de tolerar el aislamiento o el aburrimiento. Una teoría habitual es que puede relacionarse con abusos en la infancia. La gente que teme el abandono puede sentirse ultrajada cuando alguien que desean que se quede va a marcharse. En este sentido, el asesino en serie normal llega a serlo por su carácter antisocial o por tener fallos de carácter y también a través de desviaciones sexuales, normalmente sádicas y necrofílicas.

El juicio comenzó el 27 de enero de 1992. Desde el principio quedó claro que le impulsaba un trastorno mental, a pesar de que él hacía todo lo posible por disimular su trastorno.

Dahmer se mostró tan sincero y cooperador como muchos otros asesinos en serie, sin embargo ni él mismo podía entender cómo había sido capaz de cometer todas aquellas atrocidades. Todos los presentes pudieron darse cuenta de hasta qué punto sus compulsiones y fantasías se habían apoderado de su mente, empujándole a seguir asesinato tras asesinato.

Después del veredicto habló por primera vez al tribunal diciendo "Señor juez, todo ha terminado. Me siento muy mal por lo que hice a esas pobres familias y comprendo su merecido odio. Asumo toda la culpa por lo que hice. He hecho daño a mi madre, a mi padre y a mi madrastra, pero les quiero mucho."

El Carnicero de Milwaukee fue sentenciado a un mínimo de 900 años, pero murió en la cárcel en 1994 asesinado a golpes por un recluso.
Tras la noticia, los padres de Dahmer se pelearon por la posesión de su cerebro llegando incluso a enfrentarse ante los tribunales. La madre deseaba vendérselo a un hospital de investigación mental, mientras que el padre sólo deseaba enterrarlo lejos de todo el mundo y de su memoria.

También los parientes de sus víctimas, representados por un abogado, consiguieron hacer negocio con los utensilios utilizados por el asesino para trocear y desangrar. Su nevera se subastó públicamente, al igual que todo tipo de cuchillos, sierras, picadoras y taladros.

Un grupo de ciudadanos de Milwaukee compró el lote completo con intención de montar un "museo de los horrores" para la atracción de los turistas, pero al final no se atrevieron a llevar a cabo el proyecto y destruyeron el macabro legado del caníbal. (MundoGore)

Posted by Alikuekano at 1:14 PM | Comments (20)

20 de Octubre 2003

Charles Manson - El anticristo

Bueno primero decir que me alegro que hayamos sobrevivido al cambio de servidor, este consejo Jedi intenta mejorar por nosotros, GRACIAS.

Mas cosillas, he cambiado el aspecto del Criadero y esta ya mas personalizado y mas potito jejejej, ademas con este post fundo una nueba sección (que no faltensecciones) que tratara sobre Asesinos en Serie, un tema un tanto comprometido pero interesante.

Para empezar con asesinos mejor hacerlo con uno de los mas famosos de Estados Unidos, Charles Manson.

Por muchos es considerado como el ANTICRISTO y el más peligroso de los Estados Unidos, pero para otras personas es un individuo de aplastante carisma y lo han elevado a nivel de leyenda viviente. Reflejo de la sociedad norteamericana de finales de los años sesenta y principios de los setenta. Esta es una historia de terror sin ficción.

Nació en Cincinati OHIO, el 12 de Noviembre de 1934, su madre una prostituta de 16 años llamada KATHELINE MADDOX, no tenia aun el nombre para su hijo y es por eso que en el acta de nacimiento aparece "UNKOWN MADOX" o sea "sin nombre madox", después se le llamo Charles en honor a uno de los tantos amantes de Katheline, con el cual se caso por una corta temporada, pero con el que no existía ningún vinculo de sangre, se dice que el verdadero padre de CHARLES MANSON fue un tal CORONEL SCOTT de Ashton, Kentuchy ya que en 1936 Katheline lo demando legalmente para la manutención de su hijo ganando el pleito y obteniendo la suma de $5 dólares para el pequeño Charles. El coronel Scott, murió en 1954 sin conocer a su hijo, en 1939 Cuando Charles ya contaba con 4 años de edad su madre Kathelin y su tío son sentenciados a 5 años de prisión por asaltar una gasolinera es por eso que Charles queda bajo la custodia de una tía severamente religiosa, y el esposo de esta tenia claras tendencias SADISTAS quien lo llamaba con diminutivos y llego a vestirlo de mujer en su primer día de clases para que según él aprendiera a comportarse como un hombre, Katheline no cumplió la sentencia de 5 años, salió bajo libertad condicional en 1942, y reclamo a su hijo, pero no estaba preparada para la maternidad, enferma de alcoholismo y llevando a casa clientes de ambos sexos, Katheline encargaba a Charles con los vecinos solo por una hora desapareciendo días y hasta semanas, en una ocasión ofreció al pequeño Charles a una mesera en cambio de un tarro de cerveza.Ya en el año de 1947 su madre ya buscaba un internado para el pequeño Charles, al no encontrar ninguno disponible lo inscribió en el colegio ¨GEABALT¨ para varones en INDIANA, Charles estuvo ahí 10 meses, y se escapo para reunirse con su madre, pero Katheline no lo acepto así que Charles tubo que vivir en la calle y robando para comer, fue arrestado y escapo del reformatorio juvenil, al día siguiente fue recapturado y enviado a granja para varones del Padre Flanagan donde permaneció 4 días antes de escaparse en un auto robado y dirigirse a ILINOIS a visitar parientes, en el trayecto cometió mas robos y fue arrestado nuevamente a los 13 años, entonces fue recluido en SPRINGFIELD, Indiana, en donde sufrió abuso físico por parte de los otros internos y los guardias, el mismo Charles Manson declararía posteriormente que uno de los guardias incitaba a los demás internos a torturar y a violar a Manson mientras el mismo contemplaba la escena. De ahí en adelante la vida de Manson siguió de un arresto a otro y de prisión en prisión, en febrero de 1951 se escapo de Pringfield, junto a otros 2 internos con los que robo varios automóviles, fue arrestado de nuevo en UTHA y fue sentenciado a una prisión federal por conducir autos robados fuera del limite estatal, en esa cárcel de mínima seguridad ataco a un recluso obligándolo a tener sexo con el mientras sostenía una navaja de afeitar cerca de su cuello, por ese episodio fue reclasificado como peligroso y encerrado en un lugar de máxima seguridad en donde llevo acabo infracciones disciplinarias entre ellas tres asaltos de índole homosexual, al ser transferido al reformatorio de OHIO un mes después, al parecer de la noche a la mañana, se convirtió en recluso modelo, logrando así su libertad condicional, en mayo de 1954. Después de más asaltos y subsecuentes arrestos, es llevado a la penitenciaria de la isla Mcneil en donde al llenar la forma de ingreso deja acentuado que su religión es la DIANETICA, después de una evaluación su coeficiente intelectual es de 121 puntos gracias a un repentino cambio de actitud se le considera recluso modelo y obtiene de nueva cuenta su libertad condicional el 21 de marzo de 1967 y se va a SAN FRANCISCO. Era el verano del amor, miles de jóvenes experimentaban con las drogas y creían en el poder de las flores y el AMOR Y PAZ, las calles estaban llenas de adolescentes y desadaptados, que buscaban respuestas en el LSD, detrás de ellos había una red subterránea de vívales que se autodenominaban GURUS y entre ellos había narcotraficantes, fanáticos religiosos, tratantes de blancas, pandilleros y demás fauna nociva, todos ellos tratando de sacar el mejor provecho personal a la era del acuario. Ya en San Francisco Charles Manson desarrollo un carisma muy especial, que atrajo a jóvenes incomprendidos de ambos sexos, representantes de todos los estratos sociales, graduados de universidad como Marie Bruner y otros como Susan Atkins y Robert Bossolator estaban involucrados con sectas satánicas, la mayoría de ellos sin una dirección trazada para continuar su vida y adoptaron a Charles Manson como una especie de Guía Espiritual, Figura Paternal, Amante y algunos hasta lo consideraron como El Cristo Encarnado, cabe señalar que los seguidores de Charles Manson no se nombraban así mismo FAMILIA, fue la policía la que los denomino así THE CHARLES MANSON´S FAMILY conforme se fueron organizando y juntando los seguidores de Charles se relacionaron con la iglesia de SATAN y la IGLESIA DEL JUICIO FINAL quien adoraba por igual a Lucifer y a Yoba y demás cultos obscuros. Charles Manson creció obsesionado con la muerte y su interpretación a HEALTER SKALTER, tema de los Beatles; que según el predecía la guerra de las razas en EU, el predicaba que los negros se levantarían en armas y aniquilarían a los blancos, pero como los negros nunca habían tenido el poder, recurrirían a sus aliados blancos. La FAMILIA DE CHARLES MANSON, el 13 de Octubre de 1968 dos mujeres fueron golpeadas y estranguladas cerca de California, Nancy Warren quien era esposa de un oficial de policía y estaba embarazada y la abuela de la misma quien tenia 64 años, los homicidios tenían características rituales y varios miembros de la Familia Manson estaban en ese condado, dos meses después. El 13 de septiembre de 1968, Marina Hate de 17 años de edad fue secuestrada afuera de su casa en West Hollywood y su cuerpo fue encontrado el 1º de enero con múltiples puñaladas, en el cuello y tórax las investigaciones demostraron que Marina sostenía relaciones con miembros de la Familia de Charles Manson. En mayo de 1969 el señor Darwin Scott, de 64 años y supuesto tío de Charles Manson, fue golpeado hasta la muerte en su departamento de Kentuchy, y clavado al piso con un gran cuchillo, no se le ha comprobado nada a Charles Manson con respecto a ese homicidio, pero en las mismas fecha su supervisor de libertad condicional no supo nada de él. Julio 17 de 1969. Marck Watts, un adolescente de 17 años desaparece al ir a pescar pidiendo aventon, su cuerpo golpeado con tres disparos y al parecer también arrollado por un carro es encontrado cerca del cañón de Topanga, Watts solía relacionarse con los seguidores de Manson en el rancho SPAWN, llamado así por su propietario George Spawn, un rancho abandonado y utilizado como escenario de películas Western les servia de escondite. A finales de los sesenta, cometió en Hollywood un asesinato ritual de un grupo de acomodados amigotes que disfrutaban de un party, ignorando que las muerte les acechaba. Entre las víctimas estaba Sharon Tate, una actriz mediocre protagonista femenina de "El baile de los vampiros" y esposa del afamado Roman Polanski. Al quitarle la vida, Manson convirtió a la bella Sharon en leyenda y la libró del triste destino de convertirse en una actriz olvidada. todas maneras, la pelirroja jamás mereció tan cruel destino y el suceso pasó a formar parte de la Leyenda Negra de Hollywood. Hay otras muertes relacionadas con la familia Manson pero hasta la fecha la fiscalía no ha podido comprobar la autoria intelectual y material de esos homicidios..... PERO LO PEOR ESTABA AUN POR VENIR.

Ya con Manson en la cárcel la Familia quedo a cargo de Demeth Front, quien mantuvo correspondencia con el y siguió propagando su visión apocalíptica, acumulando mas adeptos, gracias a sus alianzas con grupos racistas y cultos obscuros, en 1975 Demeth..intento asesinar al presidente Gerald Ford, fallando debido a que el seguro de su pistola se atoro, fue capturada y sentenciada a cadena perpetua. Hoy en día eslabones de la Familia Manson esta relacionada con narcotrafico, pornografía infantil, abuso sexual, y hay hasta rumores de sacrificios humanos. Se sabe de la existencia de 2 CD con música y palabras de Charles Manson, uno de ellos contiene temas del DEMO-TAPE que fue rechazado por varias compañías grabadoras, y también temas grabados en prisión, existe la teoría de que los asesinatos de Manson fueron en venganza a las compañías disqueras que rechazaron sus grabaciones y que los verdaderos blancos de las agresiones eran productores y empresarios disqueros, cabe señalar que los dueños anteriores de la casa en la que fue asesinada Sharon Tate era uno de esos ejecutivos discográficos.. Otro Compacto contiene temas grabados por Manson en la Prisión de San Quintin, en el año de 1984, detrás de su voz y su guitarra se pueden escuchar los sonidos habituales de prisión, barrotes golpeados, agua corriendo e insultos, se rumora de la aparición de otro compacto bajo el sello"White Devil Recods" del cual solo se imprimieron 10000 copias, pero parece ser una versión aumentada del segundo, también esta preparándose otro compacto con el nombre "MANSON´S SPEECHS" o Manson Habla. Look at your game girl, canción que incluyo Guns n´Roses en de sus últimos trabajos. MARILYN MANSON, cantante de rock, es la unión de los nombres Marilyn Monroe y Charles Manson. (marilyn manson`s DOB)

Posted by Alikuekano at 11:47 AM | Comments (187)