Tokugawa Ieyasu, en japonés (31 de enero de 1543 1 de junio de 1616), fue el fundador y primer shogun del Shogunato Tokugawa de Japón, quienes gobernaron desde la batalla de Sekigahara, en 1600, hasta la Restauración Meiji en 1868. Ieyasu gobernó desde 1600 (oficialmente 1603) hasta su renuncia en 1605.
Biografía
Infancia (1543-1556)
Tokugawa Ieyasu nació el 31 de enero de 1543 en la provincia de Mikawa. Su nombre original era Matsudaira Takechiyo. Era hijo de Matsudaira Hirotada (1526 1549), un señor de Mikawa que pasaba la mayoría de su tiempo en guerra contra el clan Oda y el clan Imagawa. La familia Matsudaira estaba dividida en dos facciones: un lado quería ser vasallo del clan Imagawa, mientras que el otro, prefería el clan Oda. Esta pelea familiar fue la razón del asesinato del padre de Hirotada (abuelo de Takechiyo), Matsudaira Kiyoyasu (¿? - 1536). A diferencia de su padre y la mayoría de su familia, Hirotada encontró al clan Imagawa como el menor de dos males. La lealtad de Hirotada hacia los Imagawa causó que el resto de su familia apoyara al clan Oda con más fuerza que antes. En 1548, cuando el clan Oda invadió Mikawa, Hirotada se dirigió con Imagawa Yoshimoto, cabeza del clan Imagawa, en demanda de ayuda para combatir a los invasores. Yoshimoto accedió a ayudar con la condición de que Hirotada enviara a su hijo Takechiyo a Sumpu como un rehén en exilio. Hirotada aceptó, a pesar de la presión los miembros de la familia Matsudaira. Takechiyo y un grupo de sirvientes fueron enviados hacia Sumpu como rehenes.
Oda Nobuhide, el líder de los Oda, se enteró del arreglo de Hirotada e Imagawa y atacó la caravana en la que viajaba Takechiko. Fue capturado y llevado al Castillo Kowatari en Owari. Nobuhide amenazó con asesinar a Takechiko a menos que Hirotada rompiera todos los vínculos que tenía con el clan Imagawa. Hirotada dijo que el sacrificar a su propio hijo mostraría la seriedad del pacto con el clan Imagawa.
Takechiyo, sin embargo, no sufrió ningún daño. En 1549, Hirotada murió de causas naturales; poco tiempo después, Nobuhide también murió. Las muertes hicieron un gran daño a un ya debilitado clan Oda y dejaron a la familia Matsudaira sin líder. Con Imagawa en una posición fuerte, Yoshimoto envió un ejército a cargo del hermano menor de su padre, Imagawa Sessai, para atacar un castillo Oda donde vivía Oda Nobuhiro, el hijo mayor de Nobuhiro, y nueva cabeza de los Oda.
Sessai tomó el Castillo y capturó a Nobuhiro como rehén. Negociando con el segundo hijo de Nobuhide, Oda Nobunaga, le ofreció devolver el castillo a los Oda y perdonar la vida de Nobuhiro a cambio de que se permitirera a Takechiyo regresar con los Imagawa. Nobunaga aceptó, Nobuhiro y el castillo fueron devueltos a los Oda. Sessai regresó a Sumpu con Takechiyo. Takechiyo creció en Sumpu, pero sus familiares en Mikawa, estaban temerosos acerca del futuro de los Matsudaira ahora que el clan Oda estaba debilitado y que los Matsudaira eran vasallos de los Imagawa.
La escala hacia el poder (1556-1584)
En 1556, cuando contaba 13 años, Takechiyo, cambió su nombre por el de Matsudaira Motoyasu. A cambio de su regreso a Mikawa, los Imagawa le ordenaron pelear contra el clan Oda en una serie de batallas. Motoyasu ganó su primera batalla en Terabe, alcanzando gran renombre. Por entonces, Oda Nobuhiro había muerto, y el liderazgo del clan Oda había pasado a manos de Oda Nobunaga. Después de esas batallas, los Matsudaira y los soldados de Mikawa comenzaron a demandar una mayor autonomía a los Imagawa. En 1560, Yoshimoto juntó 20.000 hombres (muchos de ellos de Mikawa), con los que marchó hacia Kyoto: fue el primer daimyo en hacer esto desde 1538. Motoyasu fue enviado de Mikawa con sus hombres para atacar el fuerte Marune. Al capturar el fuerte, Motoyasu y sus hombres se quedaron en el lugar para defenderlo. Por esto, Motoyasu y sus hombres, evitaron la sangrienta batalla de Okehazama, que tuvo lugar cerca de Nagoya, donde el clan Imagawa fue derrotado, e Imasagawa Yoshimoto asesinado. Motoyasu se retiró junto con sus hombres a Mikawa, y finalmente, con la muerte de Yoshimoto, decidió librarse de la influencia de los Imagawa.
Motoyasu decidió aliarse con los Oda, pactando un trato secreto con Oda Nobunaga. Este secretismo era necesario debido a que muchos miembros de la familia Matsudaira (incluyendo la esposa de Motoyasu y su hijo, Hideyasu) aún eran rehenes en Sumpu del nuevo líder de los Imagawa, Imagawa Ujizane, hijo de Yoshimoto. En 1561, Motoyasu y sus hombres marcharon y capturaron el fuerte Kaminojo, perteneciente a los Imagawa, lo que indicó a Nobunga que Motoyasu ya no le era leal a los Imagawa. Motoyasu mató al comandante del castillo, Udono Nagamochi, y tomó a su esposa y a sus dos hijos como rehenes. Ujizane, dándose cuenta que los Udono eran más importantes que los Matsudaira, liberó a la familia Matsudaira a cambio de la esposa y los hijos de Udono.
Ahora, teniendo libertad de acción con el regreso de su familia, Motoyasu comenzó a reformar el clan Matsudaira después de años de decadencia, y pacificar Mikawa. También consolidó e hizo más poderosos a sus vasallos regalándoles tierras y distribuyendo los castillos de Mikawa a los más importantes (incluyendo Honda Tadakatsu, Ishikawa Kazumasa, Koriki Kiyonaga Sakai Tadatsugu, y Sakikabara Yasumasa) en 1566.
En 1564, Motoyasu derrotó al Mikawa Monto, un grupo militar anti Matsudaira, casi perdiendo su vida en el proceso cuando fue golpeado por una bala que no penetró en su armadura. En 1565, atacó las defensas de Imagawa en Totomi. En 1567, pidió al Emperador Ogimachi cambiar su apellido por Tokugawa, tomando el nombre Tokugawa Ieyasu. Después de esto, comenzó a demandar descendencia de parte del clan Minamoto a través del clan Nitta, y al final, demandó tener descendencia de la Familia Imperial. Al mismo tiempo, diseñó un árbol familiar que tomaba descendencia del clan Fujiwara. Historiadores modernos usan esto como prueba que los reclamos de Ieyasu de herencia imperial fueron fabricados para ilegitimizarse a sí mismo.
Aun cuando la familia Tokugawa era simbólicamente independiente, aun no podían sobrevivir sin el clan Oda, y sin el mismo Nobunaga. Cuando Nobunaga toma Kyoto en 1568, se convierte en el líder de-facto de Japón, muchas de las tropas victoriosas pertenecían a Tokugawa. Al mismo tiempo, Ieayasu estaba impaciente por comenzar a expandir sus propios territorios. El y Takeda Shingen, quien estaba a la cabeza del clan Takeda en Kai, convinieron un pacto, donde juntos se harían del resto del territorio de Imagawa. En 1570, las tropas de Ieayasu finalmente se apropiaron de Totomi, y después Shingen ocupó Suruga y Sumpu, la capital de los Imagawa. Sin embargo, para este entonces, la alianza entre los Takeda y los Tokugawa iba en descenso, incluso Ieyasu se unió con su enemigo Imagawa Ujizane prometiéndole que le regresaría Totomi y Suruga. Al mismo tiempo, Ieyasu hizo otro pacto, esta vez con Uesugi Kenshin, el jefe del clan Uesugi y archienemigo del clan Takeda. Teniendo asegurado el apoyo de los Uesugi, Ieyasu se movió su capital de Okazaki en Mikawa a Hamamatsu en Totomi.
Con las tierras de los Imagawa completamente absorbidas por la influencia Tokugawa, los miembros del clan Imagawa se convirtieron en vasallos de los Tokugawa, con los Uesugi como sus aliados más fuertes. Los Tokugawa y los Takeda estaban listos para la guerra. Ieayasu aun tenía el apoyo de Nobunaga, pero este pensaba que algunas cosas en las que Ieyasu se estaba metiendo no eran del todo seguras. En 1570, Ieyasu condujo a 5,000 de sus hombres para ayudar a Nobunaga en la batalla de Anegawa en contra de los Asai y los Asakura, esto consolidó la alianza Tokugawa-Oda. Sin embargo, Ieyasu no fue capaz de volver a ayudar a Nobunaga en dos años, la guerra con los Takeda comenzó en 1571.
En 1572, los Takeda tomaron el castillo Futamata perteneciente a Ieyasu, y Shingen derrotó a Ieyasu en la batalla de Mikatagahara, donde Ieyasu casi pierde su vida conduciendo a sus tropas. Takeda Shingen murió en 1573, y fue sucedido por su hijo Takeda Katsuyori, quien capturo el fuerte Taketenjin en 1574. Sin embargo, a pesar de la captura de este importante puerto Tokugawa, la predominancia de los Takeda se acercaba a su fin. En 1575, Katsuyori atacó el castillo Nagashino en Mikawa, e Ieyasu pidió ayuda a Nobunaga. Cuando Nobunaga mostró algo de aprehensión al atacar a Takeda, Ieyasu amenazó hacer las paces con los Takeda y atacar al clan Oda en Owari y en Mino. Nobunaga cambió de parecer y envió su ejército hacia Mikawa. Las fuerzas Oda-Tokugawa de 38,000 hombres devastaron a los Takeda el 28 de Junio de 1575, aunque por los próximos años, Takeda Katsuyori continuó atacando los territorios de los Oda y los Tokugawa.
En 1579, la esposa de Ieyasu y su hijo mayor, Tokugawa Hideyasu, fueron acusados de conspirar con Takeda Katsuyori para asesinar a Nobunaga. La esposa de Ieyasu fue decapitada, y Hideyasu fue forzado a hacer harakiri. Entonces, Ieyasu nombró a su tercer hijo (y su favorito) Tokugawa Hidetada como heredero, pues su segundo hijo fue adoptado por Toyotomi Hideyoshi, un gran samurai.
En 1582, otro ataque combinado entre los Oda y los Tokugawa destruyó a los Takeda. Takeda Katsuyori, así como su hijo mayor y heredero, Takeda Nobukatsu, cometieron seppuku. Ahora que los Takeda ya no figuraban en el mapa, Ieyasu pudo ayudar a Nobunaga con su campaña para reunificar Japón. Por su ayuda, Ieyasu recibió el control de la provincia de Suruga (incluyendo Sumpu) y las áreas que se delimitaban con el clan Hojo. Los Tokugawa y los Hojo se aliaron, pues Ieyasu se llevaba bien con Hojo Ujinori, hermano menor de la cabeza de los Hojo, Hojo Ujimasa.
En 1582, Ieyasu estaba quedándose en Sakai, en la provincial de Settsu, cuando recibió la noticia de que Oda Nobunaga había sido asesinado por Akechi Mitushide, cabeza del clan Akechi. Ieyasu se dirigió hacia Mikawa, temeroso de poder ser asesinado también. Ieyasu no deseaba atacar al clan Akechi, pero los Tokugawa tomaron ventaja de la situación tomando Kai y Shinano. Después de una decisiva victoria en la Batalla de Yamazaki. Hojo Ujimasa, sintiéndose amenazado, envió tropas hacia Kai. Sin embargo, no hubo batallas, los Hojo y los Tokugawa harían pronto las paces. Para quedar en buenos términos, Ieyasu le dio a los Hojo tierras en Kai y en Shinano. Ieayasu comenzó a modificar su administración, basándose en el modelo de los Takeda, integrando el ejército Takeda en el Tokugawa. En 1583, los principales candidatos a tomar el mando de Japón eran Toyotomi Hideyoshi (padre adoptivo del segundo hijo de Ieyasu) y Shibata Katsuie. Ieyasu se mantuvo al margen en este conflicto, y Hideyoshi derrotó a Katsuie en la batalla de Shizugatake en 1583. Después de que Shibata Katsuie cometió harakiri, Toyotomi Hideyoshi y el clan Toyotomi, de convirtieron en los gobernantes del Japón.
El taoismo venera a ocho inmortales que, a través de la piedad y de la virtud han conseguido la vida eterna. Además de la inmortalidad, estos ocho personajes, nada tienen en común, pero se los suele representar en grupo, no obstante.
Los ocho inmortales viven con los dioses en las montañas de Kun Lun, en el centro de la tierra. Allí se divierten en los jardines del Emperador de Jade, el señor supremo de los cielos, donde crece el melocotonero mágico de la inmortalidad. Cada milenio se los invita junto a los dioses, a comer melocotones en una gran celebración que realiza la Emperatriz Wang, esposa del Emperador de Jade.
El vocablo 'Hsien' significa "inmortal" en chino, pero no se trata de una 'inmortalidad' como sinónimo de vida eterna o infinita. En rigor, el caracter chino utilizado para 'Hsien' se yuxtapone a los caracteres de "hombre" y "montaña", lo que literalmente significaría "hombre que vive en la montaña". Así, la inmortalidad, referiría a la vida en una dimensión ultra terrena, una vida en la montaña de los dioses, y quienes la alcancen, serán seres dignos de veneración.
Ts'Ao Kuo-Chiu, el corazón virtuoso.
Ts'Ao Kuo-Chiu salió de su casa avergonzado después de que su hermano fuese ejecutado por asesinato. Se dedico a seguir el Tao. Cuando se encontró con los inmortales, Chung Li Chu'an y Lun Tung-pin, estos le preguntaron dónde estaba el camino y el señaló el cielo. Luego le preguntaron dónde estaba el cielo y el señaló su corazón. Entonces le enseñaron los secretos de la perfección y se convirtió en inmortal.
Chung Li Ch'uan, el frívolo.
De los ocho inmortales, Chung Li Ch'uan es el único que se corresponde con un personaje frívolo. En el arte chino se lo representa con un aspecto corpulento.
Ho Hsiang-Ku, la vírgen.
Ho Hsiang-Ku es la única mujer entre los ocho inmortales. Era una asceta taoista que vivió durante el reinado de la Emperatriz Wu. Virgen por decisión propia vivía en la montaña, donde en un sueño le fueron revelados los misterios de la inmortalidad. Se la representa con una flor de loto y es la protectora de las mujeres solteras.
Han Hsiang-Tzu, el músico.
Han Hsiang-Tzu era alumno de Lu Tung-ín. Consumado flautista, mediante sus órdenes puede hacer que florezcan las flores. Trepó al árbol de los melocotones de la inmortalidad, pero se cayó, aunque se hizo inmortal justo antes de llegar al suelo. Es patrón de la cultura.
Lan Ts' Ai-Ho, el juglar.
Lan Ts' Ai-Ho era un juglar errante, y a menudo se le representa con un laúd. Era un travestido afeminado (una especie de loco sagrado, que llevaba ropas calientes en verano y dormía sobre la nieve en invierno). Un día, se desmayó borracho fuera de una posada y subió al cielo en una nube. Es el protector de los pobres.
Lu Tung-Pin, el filósofo.
Lu Tung-Pin era un filósofo moral. Un día se encontró con Chung Li Ch'uan, el primero de los inmortales. Mientras que Chung Li estaba calentado vino de arroz, Lu se durmió y soñó con su vida futura, en la que tenía éxito y era feliz, pero finalmente perdía todo. Se despertó convencido de la vanidad de las ambiciones mundanas y se convirtió en discípulo de Chung Li. Viajaba por todo el mundo luchando contra el mal y ayudando a la gente. Se le representa con una espada mágica que le dio un Dragón de Fuego.
Li T'eih-kuai, el que proteje a los enfermos.
Li T'eih-kuai, significa "li con la muleta de hierro" y es el protector de los enfermos. Se lo representa como un mendigo viejo y rengo. Su alma fue llamada a los cielos para recibir las enseñanzas del espíritu de Lao Tzu, fundador del Taoísmo. Entonces Li le dijo a no de sus alumnos que quemaran su cuerpo sino regresaba en siete días. Sin embargo, el alumno, llamado al lecho de muerte de su madre, lo quemó al sexto día. Cuando Li regreso, tuvo que entrar en el cuerpo de un mendigo que acababa de morir de hambre. El alma de Li T'eih-kuai se representa en forma de vapor que se eleva de la cabeza que contiene la medicina de la vida, sobre el cuerpo de mendigo en el que se aloja.
Chang Kou-Lao, el ermitaño.
Chang Kuo-lao era un famoso ermita que se resistió a todos los intentos para que fuera a la capital. Por fin, realizó un viaje, a petición de la emperatriz Wy, pero al llegar al templo, cayó muerto. Su cuerpo se corrompió y fue devorado por los gusanos, pero pese a todo ello, resucitó. A partir de entonces, viajaba en un burro mágico que se podía doblar como si fuese un papel. (Fuente Idoneos)
(Temujin, más conocido como Gengis Jan o Gengis Kan; Chita, actual Rusia, h. 1167-Gansu, actual China, 1227) Fundador del imperio mongol. Hijo de Yesugei, miembro del clan real Borjigin, de religión chamanista, que había dominado la Mongolia oriental hasta que fue prácticamente aniquilada por los tártaros a mediados del siglo XII. Perdió a su padre cuando tenía nueve o diez años, lo cual sumió en la miseria a su familia, que hubo de hacer frente a grandes dificultades para sobrevivir.
Unos años más tarde, el joven Temujin encontró refugio en Ulan Bator, entre la tribu de los kerait, dirigida por Toghril Beg. Ayudado por éste y por Jamuka, un amigo de la infancia, reunió un temible ejército que derrotó a los merkit, tribu del norte de Mongolia, y a los tártaros (1198-1202). El valor y la astucia demostrados por Temujin hicieron que muchos nobles se unieran a él y lo aclamaran como jefe, decisión que provocó la rivalidad de sus antiguos aliados. Se enfrentó a ellos y venció y dio muerte a Toghril, Jamuka y los demás y ordenó la dispersión de los kerait entre las diferentes tribus mongolas (1203-1204).
En 1206, Temujin, dueño y señor de la estepa, fue proclamado Gengis Jan, o Kan, por una gran asamblea de príncipes mongoles reunida a orillas del río Onon. Tras haber unificado las tribus mongolas y turcomongolas del Gobi bajo su mando y reorganizado su ejército según la división decimal de unidades de combate, consideró llegado el momento de acometer su empresa más ambiciosa: la conquista del mundo.
La epopeya de Gengis Jan se inició con la conquista de China, donde se dirigió primero hacia el oeste para someter el reino tangut de Hsi Hsia, en el río Amarillo (1209), y después hacia el nordeste con el objetivo de dominar Manchuria. En 1215, la ciudad de Cambaluc (actual Pekín) caía en su poder. A continuación, encomendó al general Mukali la conquista sistemática del norte de China, mientras él penetraba en el reino de Kara-Kitay, en el Kazajstán.
Tras adentrarse más en las tierras occidentales de Asia, entre 1219 y 1221 se enfrentó a los chas Corasmia, a quienes arrebató las ciudades de Bujara, Samarkanda y Urguench, y saqueó Tiflis, en Georgia, y Sudak, en Crimea. Posteriormente, devastó Afganistán en una rápida campaña, al tiempo que el ejército de una coalición de príncipes ucranianos era derrotado por sus generales a orillas del Kalka y su hijo Tului invadía Jhorezm, la mayor potencia musulmana de Asia Central.
En 1225, Gengis Jan regresaba triunfante a Mongolia, y dos años después, preparaba una nueva expedición contra el reino de Hsi Hsia. No llegó a realizarla: el 18 de agosto de 1227 moría a consecuencia de las heridas sufridas al caer del caballo.
Tras su desaparición, el imperio mongol por él forjado, que se extendía desde Corea hasta el mar Caspio, se dividió entre sus cuatro hijos, bajo la autoridad del tercero de ellos, Ogodei, quien fue elegido gran jan por la asamblea de príncipes mongoles (1229). Ogodei consolidó las conquistas de su padre, completó la sumisión del norte de China (1234) y Corea (1236), ensanchó el imperio, estableció el protectorado mongol sobre Georgia, Armenia y el Cáucaso y penetró en Rusia y en la llanura del Danubio (1237-1240).
A pesar de su fama de conquistador cruel y despiadado, Gengis Jan fue un soberano hábil e inteligente, que impuso la paz y el orden en sus dominios, acabó con las seculares rivalidades tribales y el bandolerismo, creó nuevas vías de comunicación, respetó las diferentes creencias de sus súbditos y, sin saber leer, supo valorar la utilidad del lenguaje escrito. (Fuente Biografias y Vidas)
Cientos de años atrás, en Japón se creía que los dioses, las bestias y los humanos solían vivir juntos compartiendo la tierra. Los humanos rendían sacrificios a los dioses como gratitud por los poderes sobrenaturales que usaban para ayudarlos, los monstruos y las bestias rara vez molestaban a los humanos. Pero el balance entre humanos, dioses y bestias se perturbo cuando Izanagi, el primer rey de los dioses (su equivalente en la mitología griega seria Urano) fue a la guerra en contra de su esposa Izanami (Gaia, la madre tierra para los antiguos griegos). La guerra trajo como consecuencia el nacimiento de seres malvados, los Oni (Ogros) usados como soldados y los dragones quienes surgían de las plantas que se alimentaban de la sangre derramada de los dioses.
Por supuesto no todos estos nuevos seres eran malvados, pero el mal surgió en los corazones de muchos dioses durante la guerra ya que estaban expuestos a las llamas de los infiernos. Así fue como los dragones nacidos de esa sangre fueron malvados también. "Yamata no Orochi" o el "Dragón de las Ocho Cabezas" fue una de las malvadas criaturas nacidas de la sangre de las divinidades en conflicto.
La tierra de Izumo (lo que es ahora la prefectura de Shimane) fue bendecida con la presencia de una hermosa princesa conocida como Kushinada. Orochi invadió Izumo con su presencia poco después de que Kushinada cumplió 16 años y demando el sacrificio de ocho doncellas cada luna llena para apaciguar su apetito. Si el sacrificio no se rendía, los habitantes verían sus tierras destruidas. Los años pasaron y mas y mas doncellas eran sacrificadas, hasta que al final solo quedo la princesa Kushinada.
El dios Susano-o visitaba esas tierras por aquel entonces y quedo perdidamente enamorado de la princesa al espiarla por una ventana. Prometio al rey de Izumo que él destruiría a Orochi con la condición de tomar a la princesa como esposa.
Se le presentaron ocho copas de vino a Orochi en la noche del sacrificio de la princesa Kushinada. El sirviente que le llevo el vino insistió en que debían entretenerse con el alcohol antes de disfrutar la tan esperada comida. Orochi acepto y bebió con sus ocho cabezas de las respectivas copas. No esperaron mucho antes de oír los fuertes ronquidos causados por la borrachera de Orochi.
Fue entonces que el sirviente se quitó su disfraz y revelo su verdadera identidad, el dios del trueno, Susano-o. Le corto las cabezas a Orochi, de su ombligo saco el sagrado medallón de la vida, la Magatama y las lagrimas de la ultima cabeza en morir fueron transformadas en un espejo.
A cambio de la mano de la princesa Kushinada, Susano-o dejó su espada, la cual mas tarde se conocería como Asesina de Dragones (Dragon Slayer) o "Kusanagi Sword", el medallón Magatama y el espejo, el cual mas tarde fue entregado a Yata, la hermana menor de Kushinada.
Estos objetos son conocidos como "Los tres tesoros sagrados del Japón" y se dice que son preservados en el Palacio Imperial en Tokio.
Filósofo, teórico social y fundador de un sistema ético - más que religioso - que ha llegado hasta nuestros días, Kung-tse (Confucio, para occidente) vivió en la China feudal hace 2.500 años, entre el 551 y el 479 a. C. Sus orígenes eran muy humildes, pero desde joven mostró una gran inclinación por los libros antiguos y, con el tiempo, desempeñó una alta posición como funcionario del estado de Lu, en la actual provincia de Shang-tung.
Por la amplitud y profundidad de su sabiduría, pronto llegó a ser conocido como Kung el Sabio (Kung-Fu-Tsu, que los misioneros escribieron como Confucio), pero esa nombraría no impidió que una intriga política le obligara a exhibirse y a peregrinar durante trece años de una corte a otra, intentando persuadir a los monarcas de que adoptaran sus ideas sobre la justicia y la convivencia en armonía.
Decepcionado, acabaría refugiándose en la enseñanza y reuniendo a su alrededor a numerosos discípulos, con los que recogió y sistematizó los cinco grandes textos de la tradición china: El célebre Yi-King o Libro de las Mutaciones, el Chu-King o Canon de la Historia, el Chi-King (Libro de las Canciones), el Li-Ki (Libro de los Ritos) y los Chun-Ching o Anales de primavera y otoño.
Lejos de la mística y de las creencias religiosas, el confucionismo se propone como una filosofía práctica, como un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo. El objetivo, en último término, no es la "salvación", sino la sabiduría y el autoconocimiento.
Las enseñanzas de Confucio, que han llegado hasta nosotros gracias a sus alumnos, se hayan reunidas en los cuatro libros clásicos. (Fuente: El Arte de la Estrategia)
Primer Libro Clásico (Ta-Hio o Gran Ciencia) atribuido al nieto de Kung-Tse y dedicado a los conocimientos propios de la madurez.
Segundo Libro Clásico (Chung-Yung o Doctrina del Medio) que trata de las reglas de la conducta humana, del ejemplo de los buenos monarcas y la justicia de los gobiernos.
Tercer Libro Clásico (Lun-Yu o Comentarios filosóficos) también conocido como Analectas que resume de forma dialogada lo esencial de la doctrina de Kung-Tse.
Cuarto Libro Clásico (Meng-Tse o Libro de Mencio) compuesto por su mas destacado seguidor, que vivió entre los años 371 y 289 a. C.
Algunas Citas de Confucio:
* "Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a uno malo, examínate a ti mismo".
* "Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender, peligroso"
* "Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro"
* "Dónde hay justicia no hay pobreza"
* "El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor"
* "Exige mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos."
* "No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino"
* "Nunca debemos hablar bien ni mal de nosotros mismos. Si hablamos bien no nos creerán, y si hablamos mal, nos creerán fácilmente"
* "Perdonásele todo a quién no se perdona nada a sí mismo"
* "Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón"
* "Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles"
* "Aprende a vivir y sabrás morir bien"
* "Nada ni nadie es imprescindible"
Onoda es muy conocido entre los japoneses como un héroe de guerra y como un símbolo del pensamiento japonés de nunca darse por vencido. Él soportó y luchó en la selva de las Filipinas durante tres décadas, mientras casi todos los demás volvieron a casa. Tenía sólo 23 años cuando la guerra acabó. Una de las últimas órdenes de su superior, el Comandante Takahashi, fue controlar la Base Aérea de Lubang en una misión de guerrilla, y no suicidarse, no importando que pasase. Onoda también afirma que el Comandante le dijo: "puede tomar tres años, puede tomar cinco, pero cualquier cosa que pase, nosotros regresaremos por usted". (p.44). Como un buen soldado siguió las órdenes y vivió por estas directivas, pero Takahashi se fue y no regresó. Mentalizado en el Ejército japonés a vivir con honor y seguir las órdenes hasta el fin, nunca se rindió. No estuvo solo todo el tiempo, al principio eran cuatro, uno de ellos, el soldado Yuichi Akatsu se entregó al Ejército Filipino en 1950. El siguiente, murió nueve años después de que la guerra acabó, y el último de sus compañeros murió dos años antes de que Onoda saliera de su escondite.
Estaba tan bien entrenado que se negó a creer que los muchos intentos de rescate y los periódicos anunciando el fin de la guerra que se dejaron caer desde el aire, fueran realmente legítimos. Luego de que se entregara Akatsu volvió a buscar a sus compañeros, pero ellos concluyeron que se había pasado al enemigo y se retiraron al otro lado de la montaña. A cada equipo de rescate que llegó cerca los vigiló como si fueran el enemigo y concluyó que eran americanos fingiendo. "... Yo me pregunté por qué no me dejaron algún binocular y un teléfono. ... La única explicación que podía aceptar era que a toda costa ellos querían impedirme salir de la selva" (p 187). Siempre que alguna prueba de que era un hombre libre llegó a sus manos, encontraba una manera de convencerse a sí mismo y a sus compañeros de que todo era una farsa. Él explica este pensamiento escribiendo, "Si había algo que no encajaba con nuestras ideas nosotros lo interpretábamos para que signifique lo que nosotros queríamos que signifique" (p 128).
Para comer ocasionalmente mataban alguna vaca que estuviese pastando en el área. También recogían cocos, nanka (una fruta), plátanos, mangos, y cualquier cosa que pudiera llegar a sus manos durante las cambiantes estaciones. La comida nunca parecía ser un gran problema. Cuando ellos no querían cazar requisaban los artículos de los campesinos e isleños. Así es cómo consiguieron sus utensilios, chaquetas, ollas, cacerolas, y a veces arroz. De vez en cuando irrumpían en las chozas de los granjeros para conseguir linternas, y a veces comida. En Junio de 1953 el cabo Shimada resultó herido en una pierna durante una escaramuza con unos pescadores, Onoda lo alimentó y cuidó de su salud, pero el 7 de Mayo de 1954 Shimada murió instantáneamente por un disparo efectuado por un grupo de búsqueda. Diez días después, más hojas impresas fueron dejadas caer y a través de un altoparlante les dijeron: Onoda, Kozuka, la guerra ha terminado. Claramente, este era otro truco de los americanos, estaban seguros de que la guerra continuaba y que podrían vengar la muerte de su compañero. (Fuente Cultura Marcial
En 1965 requisaron una radio y pudieron escuchar las noticias, pero no creyeron nada de lo que se decía. Traducían las palabras de los comentaristas como mensajes de guerra. Lo que pretendió ser una transmisión de Japón o Australia era, a nuestra manera de pensar, una cinta preparada por el enemigo y emitida con los cambios convenientes" (p.160).
Su estilo de vida era nómada, iban a algún lugar donde construían una choza rápidamente, en sólo unas horas, sabían cuando algo o alguien estaba cerca, tenían el sexto sentido de un soldado y eran rápidos sobre cómo conservar su propia vida. Se quedaban de tres a cinco días, luego partían hacia otro lugar, salvo en la época de intensas lluvias en que nadie entraba a la jungla y podían permanecer más tiempo en el mismo sitio. Onoda no menciona mucho sobre las confrontaciones con los isleños, pero según algunos artículos periodísticos, muchos filipinos denuncian en un manifiesto que mataron a algunas personas mientras vivían en la isla y están tramitando las indemnizaciones ante del gobierno japonés.
Una vez mientras estaba "requisando" comida en 1972, hubo una pequeña batalla en la que resultó muerto Kozuka. Después de veintiocho años de sobrevivir juntos, estaba ahora absolutamente solo. Así continuó hasta que el 20 de Febrero de 1974 un bohemio viajero llamado Norio Suzuki lo encontró. Suzuki, era un solitario cruzado que se había impuesto la misión de encontrar a este escurridizo soldado y la meta de llevarlo a casa. Mantuvieron una larga charla que duró horas y se hicieron amigos, pero comprendió que iba a tener que hacer venir a un superior militar a leerle sus órdenes finales. Suzuki se fue, prometiendo volver.
Y lo hizo. El 9 de marzo de 1974 Onoda fue a un lugar convenido y encontró una nota de Suzuki, junto a ella había una foto que se habían tomado en su primer encuentro y dos órdenes del ejército. Al día siguiente decidió arriesgarse e inició una marcha de dos días para acudir a una reunión. Y allí estaba Suzuki, junto a uno de los que había sido su comandante superior, el Mayor Taniguchi, quién oralmente le dio su orden final: Rendir su Sable.
La guerra de treinta años de Hiroo Onoda había terminado. Volvió a Japón para ser recibido como un héroe, fue una sensación en los medios de comunicación y el público lo perseguía por todas partes.
Pero su mente todavía vivía en el Japón de 1944 y no podía soportar los cambios que habían acaecido, después de publicar sus memorias se mudó a Brasil y compró un gran rancho ganadero donde llegó a manejar aproximadamente unas 2.000 cabezas de ganado, se casó a una mujer japonesa y ha abierto un tipo de campamento de vida natural para niños en el norte de Japón. Aunque dijo que nunca volvería, fue a Lubang en 1996 y se encontró con una de las personas a las que había disparado (ellos se abrazaron). También donó u$s10.000 en efectivo para la educación de los niños filipinos.
Aqui os dejo un texto que e encontrado en Cervantes Virtual sobre el mito chino del huevo cósmico y la divinidad creadora Pan-Ku. Espero que os guste tanto como a mi.
Hemos hallado distintas versiones del mismo mito, pero todas ellas coinciden básicamente en la presentación de una misma idea: encontramos un mito, que como muchos otros, nos lleva a la forma de caos preexistente, a un Universo original sin definir (el huevo cósmico), donde reside un ser superior (P'an-Ku), de cuya acción y sacrificio procede nuestro Universo (ordenó el mundo y al romperse el huevo, P'an-Ku murió). La primera mención de esta legenda, la encontramos en el libro de Xu Zheng en el Periodo de los Tres Reinos (220-265 d. C.).
En la cultura china este mito está muy arraigado, incluso hay una frase hecha a partir del mismo: «Desde que P'an-Ku creó el cielo y la tierra», para significar desde hace mucho tiempo.
En una de las variantes del mito encontradas, se nos relata que al principio, los cielos y la tierra eran solamente uno y todo era caos. El Universo era como un enorme huevo negro, que llevaba ren su interior a P'an-Ku. Tras 18.000 años P'an-Ku se despertó de un largo sueño. Se sintió sofocado, por lo cual empuñó un hacha enorme y la empleó para abrir el huevo. La luz, la parte clara, ascendió y formó los cielos, la materia fría y turbia permaneció debajo para formar la tierra. P'an-Ku se quedó en el medio, con su cabeza tocando el cielo y sus pies sobre la tierra. La tierra y el cielo empezaron a crecer a razón de diez pies al día, y P'an-Ku creció con ellos. Después de otros 18.000 años el cielo era más grande y la tierra más gruesa; P'an-Ku permaneció entre ellos como un pilar gigantesco, impidiendo que volviesen a estar unidos. El relato sigue contando cómo Pan-Ku falleció y distintas partes de su organismo, se transformaron en elementos de nuestro mundo. Su aliento se transformó en el viento y las nubes, su voz se convirtió en el trueno. De su cuerpo, un ojo se transformó en el sol y el otro en la luna. Su cuerpo y sus miembros, se convirtieron en cinco grandes montañas y de su sangre se formó el agua. Sus venas se convirtieron en caminos de larga extensión y sus músculos en fértiles campos. Las interminables estrellas del cielo aparecieron de su pelo y su barba, y las flores y árboles se formaron a partir de su piel y del fino vello de su cuerpo. Su médula se transformó en jade y en perlas. Su sudor fluyó como la generosa lluvia y el dulce rocío que alimenta a todas las cosas vivas de la tierra.
En otras versiones del mito de P'an-Ku, sus lágrimas fluyeron para convertirse en ríos y el resplandor de sus ojos se transformó en el trueno y el relámpago. Según esta interpretación, cuando P'an-Ku estaba contento brillaba el sol, pero cuando estaba enfadado negras nubes cubrían el cielo.
También la aparición del ser humano, se explica en este mito de P'an-Ku, ya que según algunos relatos, las pulgas y los piojos que P'an-Ku tenía en su cuerpo, se convirtieron en los antecesores de la humanidad.
En otras interpretaciones P'an-Ku es descrito como el gigante chino que nació como un enanito dentro del primitivo huevo cósmico. La parte superior del huevo formó los cielos (Yang) y la parte inferior formó la Tierra. P'an Ku creció diez pies por día y empujó la cáscara del huevo un poco más y un poco más. Entonces, transcurridos 13.000 años (en vez de los 18.000 de las versiones anteriores) P'an-Ku estalló. Sus ojos se convirtieron en el sol y la luna (en esta parte sí coincide con otros relatos); su cabeza se transformó en las cuatro montañas sagradas (en otras versiones son cinco); su sangre dio lugar a los mares y los ríos; de su pelo se formaron los campos y los árboles; su aliento se transformó en el viento, su sudor en la lluvia y su voz en el trueno. Las pulgas que vivían en su cuerpo eran los antecesores de los seres humanos.
Encontramos una variante de este mito que nos relata que P'an-Ku se formó a partir de los cinco elementos, y que él creó la tierra y el cielo con el cincel y el martillo. La tradición taoísta suele representar a P'an-Ku como un ser primitivo velludo que lleva un gran martillo con el cual rompe la roca primigenia.
Algunos estudiosos consideran que su origen está en el sur de China o en el sureste asiático y hay zonas del sur de China donde el culto a P'an-Ku todavía pervive, levantándose multitud de templos y pabellones en su honor. Entre esos pueblos, donde la leyenda de P'an-Ku está muy extendida, P'an-Ku es representado como un ser con cuerpo de hombre y cabeza de perro y se le conoce con el nombre de rey Pan. En una de esas leyendas, se cuenta que P'an-Ku se casó con una princesa como recompensa por traer la cabeza de l rey Fang al rey Gao Xin, quien había prometido la mano de su hija a quien le trajese la cabeza de su enemigo, y fue P'an-Ku quien realizó tal empresa. Pero la princesa no quería ser vista con aquel ser, con cuerpo de hombre y cabeza de perro, y se mudaron a las lejanas montañas del sur de China. Allí pudieron vivir felices y tuvieron tres niños y una niña.
Como se señala anteriormente, los relatos coinciden en múltiples detalles, pero también contienen datos diferentes, sin embrago en todos ellos apreciamos que es P'an-Ku el creador del Universo y que nuestro mundo existe gracias a su sacrificio. El huevo cósmico donde se formó P'an-Ku es un claro ejemplo de la idea de caos primitivo (el «enorme huevo negro», mencionado en la primera versión expuesta de este mito). En el mito de creación de P'an-Ku también encontramos la idea de la formación de la tierra y el cielo a partir de la separación de la materia original y primitiva. Por otro lado, esta leyenda china recuerda al mito nórdico del gigante Ymir, ya que en ambos casos, la tierra, el cielo y otros elementos de la naturaleza (la lluvia, los árboles...) Surgen como restos corporales de esos seres primitivos.
Shinmen Musashi No Kami Fujiwara No Genshin es el verdadero nombre de Miyamoto Musashi, posiblemente el más grande samurai de todos los tiempos.
Musashi nació en 1584, en la población de Miyamoto (aunque esto no es un dato seguro), en la provincia de Mimasaka. Los ancestros de Musashi eran una rama del poderoso clan Harima, originario de la provincia de Kyushu, la isla más meridional de Japón. Su abuelo, Hirada Shokan, era un servidor de Shinmen Iga No Kami Sudeshige, amo del castillo de Takeyama y un importante señor feudal de la época.
Miyamoto Musashi fue un duelista invicto, samurai sin señor y maestro independiente. Un hombre de armas profesional nacido en una larga tradición de cultura marcial que al final llegó a dominar la totalidad de la política y de la sociedad japonesas. Sus intuiciones son relevantes, no sólo para los miembros de la casta militar gobernante, sino también para los dirigentes de otras profesiones, así como para las personas en búsqueda de la maestría individual en cualquier camino de la vida que escojan.
Aqui dejo 2 enlaces. El primero a una completa biografía sobre Musashi y su forma de vida y el segundo a la obra mas importante que escribio, y que lo mitifico para siempre. "El Libro de los 5 Anillos".
Biografía
El Libro de los 5 Anillos
He encontrado este maravilloso texto recopilado por Rafael Abad para Japonologia.com sobre el mito de Amaterasu y Susano. Si quereis mas detalles no dudeis en visitar la web.
Investidura de las tres divinidades
En ese momento, el augusto Izanagi se regocijó en gran manera y dijo: Yo, engendrando hijo tras hijo, por última generación he obtenido tres vástagos ilustres; inmediatamente, alzando y repicando y sacudiendo el cordón de joyas que formaba su augusto collar, se lo otorgó a Amaterasu-no-mikoto, diciendo: Que tu augusta persona gobierne la Llanura de los Altos Cielos. Y con este encargo, se lo entregó. Y este augusto collar era llamado el Dios de la tablilla de la augusta cámara de los tesoros. Luego dijo al augusto Tsuki-yomi-no-mikoto: Que tu augusta persona gobierne el reino de las noches. Y, así, le concedió este cargo. Luego, dijo a Susano-wo-no-mikoto: Que tu augusta persona gobierne la Llanura de los Mares.
Amaterasu y Tsuki-yomi aceptan sus tareas obedientemente, tomando posesión de sus respectivos dominios. Pero Susano se pone a llorar, aullar y gritar. Izanagi le pregunta la causa de su aflicción, y Susano contesta que no quiere gobernar las aguas sino ir a la tierra en la que vivía su madre, Izanami. Encolerizado, Izanagi destierra a Susano y a continuación se retira, tras haber terminado su misión divina. Según una versión del mito, subió al cielo, donde vive en el Palacio Más Joven del Sol. Se dice que está encerrado en Taga (prefectura de Shiga, Honshû).
Mientras, Susano anuncia que va a despedirse de su hermana, Amaterasu, y se lanza hacia los cielos creando la confusión en toda la naturaleza.
El desafío de las deidades hermanas
Entonces, Amaterasu, alarmada por este alboroto, dijo: La razón por la cual ha subido hasta aquí mi augusto hermano no procede, ciertamente, de un buen corazón. Unicamente pretende arrebatarme el territorio. Inmediatamente, tras soltar su cabellera, la trenzó en augustos moños; y al mismo tiempo enrolló un cordón lleno de magatama* , de ocho pies de largo y con quinientas joyas, en los augustos moños izquierdo y derecho, como también en su tocado e igualmente en sus brazos izquierdo y derecho; y tras colgar a sus espaldas un carcaj de mil flechas además de otro carcaj de quinientas, y tomar y ceñir asimismo a su costado un poderoso y sonoro protecor del codo, blandió su espada y sostuvo el arco, cuya parte superior temblaba, bien derecho, y golpeando con el pie, hundió el duro suelo hasta la altura de sus muslos abiertos, aplastándolo como si se tratara de nieve, y se mantuvo firme valientemente como un hombre poderoso, y en la espera le preguntó: ¿Por qué has subido hasta aquí?.
Los preparativos parecen anunciar una formidable batalla; sin embargo, Susano asegura que no alberga malas intenciones, y para probarlo propone a la diosa un juramento que establecerá su mutua fe. El texto no aclara el juramento, pero a juzgar por lo que sucede luego, y también recurriendo al Nihon Shoki, podemos esclarecer la apuesta: un concurso de reproducción, en donde vencería aquel que diese a luz deidades masculinas, o bien, aquel que engendrase más divinidades. Si Susano ganaba, su hermana debería admitir la pureza de sus propósitos.
Las dos divinidades, separadas por Amanogawa [El Río del Cielo* ], intercambian las palabras de compromiso e inician la competición. Para empezar, Amaterasu le pidió a su hermano la espada; la rompió en tres trozos, los masticó y al escupir aparecieron tres hermosas diosas. A continuación, Susano cogió las largas hileras de magatama que Amaterasu llevaba alrededor de los moños, de la frente y en los brazos, y las dispersó soplando, creando de este modo cinco dioses, entre ellos aquel llamado Oshi-homimi.
Amaterasu expresa entonces, cuáles de estos dioses, según su origen, deberán ser considerados como hijos del uno o del otro. Susano se autoproclama vencedor, pero Amaterasu indica que los dioses masculinos han sido creados a partir de sus pertenencias y que, por tanto, ella era la ganadora. Este hecho reviste una gran trascendencia, ya que los emperadores japoneses eran descendientes de Ame-no-Oshi-homimi y por tanto, se consideran nietos de Amaterasu, y no de Susano. Este, sin embargo, se niega a aceptarlo, y desencadena inmediatamente mil violencias, cuyo resultado conforma el episodio central de esta mitología.
Las devastaciones de Susano
Entonces, Susano dijo a Amaterasu: Gracias a la pureza de mi corazón, yo, al engendrar hijos, he alcanzado la victoria. Y con estas palabras y la impetuosidad de la victoria, destrozó las separaciones de los arrozales divinos que había dispuesto Amaterasu, cegó los canales de irrigación, y además vertió excrementos en el palacio donde ella degustaba el Gran Alimento* . Y aunque él se comportó de este modo, Amaterasu, sin hacerle ningún reproche, le dijo: Esto, que parece que son excrementos, debe de ser algo que mi augusto hermano mayor habrá vomitado en su embriaguez. Por lo que respecta a las separaciones de los arrozales y a los canales, sin duda las ha hecho porque le duele la tierra que estas cosas ocupan. A pesar de que ella le excusaba con estas palabras, Susano siguió perpetrando sus malas acciones y se volvió violento en extremo* .
Hallándose Amaterasu sentada en la hilandería sagrada, Susano perforó el techo de la sala y arrojó por la abertura un caballo celestial que había despellejado. Al ver esto, las tejedoras de los augustos ropajes, asustadas, se clavaron las lanzaderas de los telares en lo más profundo de sus cuerpos y murieron* . Entonces, Amaterasu, aterrada con esta visión, cerró la puerta de Ama-no-iwato [Cueva de las Rocas Celestiales], la fijó sólidamente y se recluyó en su interior* .
La crisis divina
Inmediatamente, Takamagahara quedó sumida en la más completa oscuridad y lo mismo le ocurrió al País Central de la Llanura de Juncos. A causa de esto, reinó la noche eterna. Allí en lo alto, con el ruido de diez mil dioses pululando como las moscas de la quinta luna, diez mil calamidades surgieron simultáneamente. Por ello, las ochocientas * miríadas de divinidades se reunieron en divina asamblea en el lecho seco de Amanogawa, para discutir la forma de convencer a Amaterasu de que abandonara su escondite.
El sabio dios Omoi-kane-no-kami [El que acumula los pensamientos], hijo de una de las divinidades primordiales, Taka-mi-musuhi, ofreció una solución: reunieron a las aves de largo canto de la noche eterna y las hicieron cantar* . Como aquello no dio solución, las divinidades concibieron una complicada estratagema: tomaron duras rocas del río Amanogawa, y hierro de las celestes Montañas de Metal, y convocaron al forjador Ama-tsu-ma-ra* ; encargaron al augusto Ihi-kori-dome que fabricara un espejo con esos materiales; encargaron al augusto Tama-no-ya que fabricara un collar de joyas de quinientas magatama y una longitud de ocho pies; mandaron llamar al augusto Ame-no-koyane y al augusto Futo-tama y les ordenaron arrancar los omóplatos de un gamo del celeste monte Kagu y extraer la corteza de los árboles del celeste monte Kagu para practicar una adivinación* ; arrancaron de raíz un augusto árbol de sakaki * del celeste monte Kagu, y colocaron sobre sus ramas superiores el collar de quinientas magatama, sobre las ramas intermedias el espejo de ocho pies, y en sus ramas inferiores sedosas ofrendas blancas y azules* .
El augusto Futo-tama tomó y guardó todo aquello con las grandes y augustas ofrendas* , y el augusto Ame-no-koyane pronunció con ardor unas palabras rituales, mientras el dios Ama-no-tachikara-wo [Varón de fuertes manos] se mantenía oculto cerca de la puerta de Ama-no-iwato; entonces, la diosa Ame-no-uzume * [Mujer temible del cielo], hizo una guirnalda con flores para su cabeza, formó con hojas de bambú enano del monte Kagu un ramillete para sus manos, subió sobre una tabla sonora y pateó hasta hacerla retumbar y, comportándose como poseída por un dios, dejó al descubierto sus pechos, haciendo deslizar luego el cordón de su traje por debajo de su cintura* .
Entonces, las ochocientas miríadas de dioses rieron al mismo tiempo y Takamagahara tembló. Al oírlo, Amaterasu, sorprendida, tras entreabrir la puerta de Ama-no-iwato, habló así desde su interior: Pensé que debido a mi retiro, Takamagahara quedaría oscurecida, y el País Central de la Llanura de Juncos resultaría igualmente oscurecido; ¿Cómo es posible, pues, que Uzume se regocije y que además las ochocientas miríadas de dioses se rían?. Uzume respondió entonces: Estamos alegres y nos regocijamos porque hay una divinidad que aventaja a tu augusta persona.
Mientras ella hablaba de esta manera, Ame-no-koyane y Futo-tama dirigieron el espejo hacia la puerta entreabierta. Amaterasu, sorprendida por lo que estaba ocurriendo, salió poco a poco, y mientras se miraba intensamente en el espejo, quedó por un instante deslumbrada. Ama-no-tachikara-wo, que permanecía escondido, la cogió de la mano y la obligó a salir. Entonces, Futo-tama, sacando y colocando una cuerda * tras la espalda de Amaterasu, dijo: ¡No retrocederás más allá de este punto!. Y así, cuando Amaterasu hubo salido, Takamagahara y el País Central de la Llanura de los Juncos quedaron, de forma natural, iluminados con su brillo. Una vez fuera de la cueva, Amaterasu consintió en no volver a su encierro, siempre que Susano fuese desterrado* .
La expulsión de Susano
Allí en lo alto, las ochocientas miríadas de dioses, tras mantener consejo, impusieron a Susano un castigo consistente en entregar un millar de tablas de ofrendas y además le cortaron la barba, las uñas de los dedos de las manos y los pies* , y le expulsaron mediante un divino mandato.
Así perseguido, Susano acude a solicitar comida a Ogetsu-hime-no-kami [la diosa del alimento], quien se saca de la boca, de la nariz y del recto, todo tipo de manjares exquisitos para ofrecérselos; indignado por el insulto, Susano la mata inmediatamente. Pero la muerte de Ogetsu tiene resultados positivos en la mitología japonesa, pues del cadáver de la diosa nacen los cinco cereales, esto es, los alimentos básicos con los que siguen subsisteniendo los japoneses en la actualidad: en sus ojos crecen semillas de arroz, en sus orejas mijo, en sus genitales trigo, en su nariz judías pintas y en su recto soja * . El dios Kami-musubi mandó recoger y sembrar estas semillas, para el bien de los mortales.
Mi afición por la mitología y mi otra afición por la cultura asiatika me llevaron a descubrir este interesante texto escrito por Eduardo de Paz Gútiez sobre la creación del Japón y las figuras de Izanagi e Izanami. Espero que lo disfruteis tanto como yo...
El nacimiento del Japón
En el principio, tras la formación del cielo y de la Tierra, tres dioses se crearon a sí mismos y se escondieron en el cielo. Entre este y la Tierra apareció algo con aspecto de un brote de junco, y de él nacieron dos dioses, que también se escondieron. Otros siete dioses nacieron de la misma manera, y los últimos se llamaron Izanagi e Izanami.
Izanagi e Izanami
Fueron encargados por los demás dioses de formar las islas japonesas. Estos hundieron una jabalina adornada con piedras preciosas en el mar inferior, la agitaron y al sacarla, las gotas que de ella resbalaban formaron la isla de Onokoro. Descendiendo de los cielos, Izanagi e Izanami resolvieron construir allí su hogar, así que clavaron la jabalina en el suelo para formar el Pilar Celestial.
Descubrieron que sus cuerpos estaban formados de manera diferente, por lo que Izanagi preguntó a su esposa Izanami si sería de su agrado concebir más tierra para que de ella nacieran más islas. Como ella accedió, ambos inventaron un matrimonio ritual; cada uno tenía que rodear el Pilar Celestial andando en direcciones opuestas. Cuando se encontraron, Izanami exclamó: "¡Que encantador! ¡He encontrado un hombre atractivo!", y a continuación hicieron el amor.
En lugar de parir una isla, Izanami dio a luz a un malforme niño-sanguijuela al que lanzaron al mar sobre un bote hecho de juncos. Después se dirigieron a los dioses para pedir consejo, y estos les explicaron que el error estaba en el ritual del matrimonio, ya que ella no debía de haber hablado primero la encontrarse alrededor del Pilar, pues no es propio de la mujer iniciar la conversación. Así pues, ambos repitieron el ritual, pero esta vez Izanagi habló primero, y todo salió según sus deseos.
Con el tiempo, Izanagi concibió todas las islas que forman el Japón, creando, además, dioses para embellecer las islas, y después hicieron dioses del viento, de los árboles, de los ríos y de las montañas, con lo que su obra quedó completa. El último dios nacido de Izanami fue el dios del fuego, cuyo alumbramiento produjo tan graves quemaduras en los genitales de la diosa que murió. Y todavía, mientras moría, nacieron más dioses a partir de su vómito, su orina y sus excrementos. Izanagi estaba tan furioso que le cortó la cabeza al dios del fuego, pero las gotas de sangre que cayeron a la Tierra dieron vida a nuevas deidades.
El más allá
Tras la muerte de Izanami, Izanagi quiso seguirla en su viaje a Yomi, la región de los muertos, pero ya era demasiado tarde. Cuando llegó allí, Izanami ya había comido en Yomi, lo que hacía imposible su vuelta al mundo de los vivos. La diosa pidió a su esposo que esperase pacientemente mientras ella discutía con los demás dioses si era o no posible su retorno al mundo, pero Izanagi no fue capaz; Impa ciente, rompió una punta de la peineta que llevaba, la prendió fuego, para que le sirviese de antorcha y después entró en la sala. Lo que vió allí fue espantoso: los gusanos se retorcían ruidosamente en el cuerpo putrefacto de Izanami.
Izanagi quedó aterrado al contemplar la visión del cuerpo de Izanami, por lo que dio media vuelta y salió huyendo de allí. Encolerizada por la desobediencia de su marido, Izanami envió tras él a las brujas de Yomi y a los fantasmas del lugar, pero Izanagi pudo despistarlos haciendo uso de sus trucos mágicos. Cuando por fin llegó a la frontera que separa el mundo de los muertos del de los vivos, Izanagi lanzó a sus perseguidores tres melocotones que allí encontró, retirándose las brujas y fantasmas a toda prisa.
Finalmente, fue la propia Izanami quien salió en persecución de Izanagi. Este colocó una gigantesca roca en el paso que unía Yomi con el mundo de los vivos, de modo que Izanami y él se vieron uno a cada lado del enorme obstáculo. Izanami dijo entonces: "Oh, mi amado marido, si así actuas haré que mueran cada dia mil de los vasallos de tu reino", a lo que Izanagi contestó "Oh, mi amada esposa, si tales cosas haces yo daré nacimiento cada día a mil quinientos". Finalmente llegaron a un acuerdo, mediante el cual la cifra de nacimientos y fallecimientos se mantienen en la misma proporción. Ella le dijo que debía aceptar su muerte y él prometió no volver a visitarla. Entonces ambos declararon el fín de su matrimonio. Esta separación significó el comienzo de la muerte para todos los seres.
Bushido, literalmente traducido como "El Camino del Guerrero", se desarrollo en Japón entre las eras Heian y Tokugawa (S.IX-XII). Era un modo de vida y un código para el samurai, una clase de guerreros similar a los caballeros medievales de Europa.
Estaba influenciado por el Zen y el Confucionismo, dos diferentes escuelas de pensamiento de esos periodos. El Bushido pone el énfasis en "Lealtad, auto-sacrificio, justicia, sentido de la vergüenza, modales refinados, pureza, modestia, frugalidad, espíritu marcial, honor y afecto"
Gi - Honestidad y Justicia
Se extremadamente honrado en tus tratos con todas las personas. Cree en la justicia, pero no en la que emana de otras personas, sino en la tuya propia.
Para un verdadero samurai no hay tonalidades de gris en lo referente a honestidad y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
Yu - Valor Heroico
Álzate sobre las masas de personas que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir.
Un samurai debe tener valor heroico. Es arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa.
El valor heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
Jin - Compasión
Mediante un intenso entrenamiento el samurai se vuelve rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado para el bien del resto. Tiene compasión. Ayuda a sus camaradas en cualquier ocasión. Si la ocasión no se presenta, se las arregla para encontrarla.
Rei - Cortesía
Un samurai no tiene razón para se cruel. No necesita demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta demostración externa de respeto no seríamos mejores que los animales.
Un samurai no es sólo respetado por su fuerza en la batalla, también lo es por su forma de tratar a los demás. La verdadera fuerza interior de un samurai se manifiesta con claridad en tiempos de tensión.
Meiyo - Honor
El verdadero samurai solamente tiene un juez de su honor, y es él mismo. Las decisiones que tomes y la manera de llevarlas a cabo son un reflejo de quién eres realmente.
No puedes ocultarte de ti mismo.
Makoto - Sinceridad Absoluta
Cuando un samurai ha dicho que llevará a cabo una acción, es como si ya estuviera hecha. Nada sobre este mundo evitará que complete lo que ha dicho que hará. No tiene que dar su palabra. No tiene que prometer. Solamente la acción de decirlo ha puesto en marcha la acción de hacerlo. Hablar y hacer es la misma acción.
Chugo - Deber y Lealtad
Para el samurai, haber hecho "algo" o haber dicho "algo", le hace poseedor de ese algo. Él es responsable de ello y todas las consecuencias que conlleva.
Un samurai es completamente leal a aquellos a su cargo. Para aquellos de los que es responsable, permanece verdaderamente recto en su deber.
Origen e influencias
El Bushido procede del Budismo, Zen, Confucionismo, y Sintoísmo. La combinación de esas 3 escuelas de pensamiento y religiones ha formado el código de los guerreros conocido como Bushido.
Del Budismo el Bushido toma la relación con el peligro y la muerte. El samurai no teme a la muerte ya que creen, tal como enseña el Budismo, que tras la muerte se reencarnaran y volverán a vivir otra vida en la tierra. Los samurais son guerreros desde el instante en que se transforman en samuráis hasta el momento de su muerte, ellos no tienen miedo al peligro.
A través del Zen, una escuela del budismo, uno puede alcanzar el definitivo "absoluto".
La meditación Zen enseña como concentrarse y alcanzar un nivel de pensamiento que no puede ser explicado con palabras. El Zen enseña como "conocerse a si mismo" y no limitarte. El samurai utiliza esto para como una herramienta para desembarazarse del miedo, la inseguridad y finalmente los errores. Estas cosas podrían matarle.
El Sintoísmo, otra doctrina japonesa, da al Bushido su lealtad y patriotismo. El Sintoísmo incluye la veneración a los ancestros, lo cual hace a la Familia imperial la fuente de la nación. Esto da al Emperador una reverencia casi divina. El es la representación del Cielo en la Tierra. Con semejante lealtad, el samurai se compromete con el Emperador y a su Daimyo o señor feudal, samurai de mayor rango.
El Sintoísmo también proporciona la columna vertebral del patriotismo hacia su país, Japón. Ellos creen que la Tierra no esta para satisfacer sus necesidades, "es la residencia sagrada de los dioses, los espíritus de sus antecesores..." (Nitobe 14)
La Tierra es cuidada, protegida y alimentada por un intenso patriotismo.
El Confucionismo proporciona sus creencias en las relaciones con el mundo humano, su entorno y su familia. El Confucionismo da importancia a las 5 relaciones morales entre Maestro y Siervo, Padre e Hijo, Marido y Esposa, Hermanos mayor y menor, y Amigo y Amigo. Esto es lo que sigue el Samurai. Sin embargo el Samurai no esta de acuerdo con muchos de los escritos de Confucio. Ellos creen que el hombre no debe sentarse y pasarse todo el día leyendo libros, ni debería estar escribiendo poesías todo el día, un intelectual especialista era considerado como una maquina. En vez de eso el Bushido cree que el hombre y el universo fueron hechos para ser semejantes tanto en espíritu como ética.
Junto con esas virtudes, el Bushido también sigue con sumo respeto la Justicia, Benevolencia, Amor, Sinceridad, Honestidad, y auto-control.
La Justicia es uno de los principales factores en el código del Samurai. Caminos torcidos y acciones injustas son consideradas denigrantes e inhumanas.
Amor y Benevolencia eran virtudes supremas y actos dignos de un príncipe.
Los Samurais seguían un ceremonial especifico cada día de su vida, así como en la guerra.
Sinceridad y Honestidad eran tan valoradas como sus vidas. Bushi no ichi-gon o "La palabra de un samurai" trasciende un pacto de confianza y completa fe. Con dichos pactos no había necesidad de ponerlo por escrito.
El Samurai también necesitaba un completo auto-control y estoicismo para ser totalmente honroso. No mostraba signos de dolor o alegría. Soporta todo interiormente, nada de gemidos y lloros. Siempre mostraba un comportamiento calmado y una compostura mental que hacían que ninguna pasión de ningún tipo debería interponerse. El era un verdadero y completo guerrero.
Los factores que hicieron el Bushido son pocos y simples. Así de simple, el Bushido creo un modo de vida para mantener a una nación a través de sus tiempos mas problemáticos, a través de guerras civiles, desesperación e incertidumbre. (Texto extraido de El Arte de la Estrategia y La Familia Mononoke 2.0)